Capitulo 5 Más cosas por contar

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Tras meses que en realidad son semanas fuera del reino oscuro, Elizabeth y yo vivíamos en un agradable y magnífico ambiente.

Todo era maravilloso, hasta que un día el rey me mando a llamar ante su presencia, crei que me necesitaba para matar un monstruo o defender a la reina mientras viajaba de un punto a al b de ida y de regreso, lo normal y simple que pide un rey en apuros.

Llegue a la hora acordada, el rey me recibió y comenzó a hablar un poco nervioso, era claro que intentaba ocultar su preocupación:

-¡muchacho!, que bueno que llegas.

- a sus ordenes majestad - tenía curiosidad en saber que le ocurría al rey

Me resultaba increíble estar en el castillo flotante, el recibidor estaba lleno de cuadros con los rostros de antiguos reyes que habían ocupado el trono, el techo tenía una pintura con símbolos un poco despintados, unidos en una corona simbolizando el acuerdo que tenían los monarcas para mantener la paz con las distintas razas en todo Moregard.

El rey continuo hablando:

- Tengo un asunto muy importante para ti, subirás las escaleras de la torre mediana y te encontrarás con un espejo... Verás, el espejo...

-¿Que tiene el espejo?, ¿Está sucio? O ¿Tiene un espectro dentro?

-¡Un simple espectro no causaria tanto daño!- el rey realmente estaba asustado al explicarme que pasaba con aquel espejo.

-Un día apareció entre los tesoros que mis caballeros trajeron de tierras lejanas, me encontraba en la torre donde guardo los tesoros para ver mis nuevas adquisiciones y sin previo aviso el espejo se iluminó, se veía reflejada una figura que buscaba salir a como diera lugar, poco después salieron pequeñas criaturas  que intentaron romper el espejo pero cuando lo tocaban se desintegraban, las criaturas comenzaron a atacar a mis hombres y por poco logramos  salir con vida de la torre.

Intentamos destruirlo sin mirar el reflejo pero las armas comunes no son de utilidad, entonces creemos que a lo mejor un cazador seria más capaz de encargarse de esto. Bueno en realidad pensábamos en un hechicero pero no hemos tenido contacto con los hechiceros en un tiempo.

-Por favor cazador, se dice que eres de los mejores en tu trabajo, ayudame con este problema y serás bien recompensado.

-Esta bien, no se preocupe, espero encontrar una solución a su problema. - confiaba en mí espada envuelta en fuego, había adquirido una runa que le daba la posibilidad de  quitar maldiciones enlazadas a objetos comunes.

Subi las escaleras y pase al 1er piso, subi otras escaleras para entrar en una pequeña torre del castillo flotante, afuera estaban dos guardias que me dejaron pasar y esperaron afuera mientras trabajaba, la pequeña torre tenía cierto encanto, lo primero que hice fue mirar a través de una pequeña ventana, quedé maravillado al ver parte del reino oscuro desde las alturas, en la isla flotante de mi maestro solo podía ver una parte de Moregard, la casa de mi maestro estaba tan alto que veía nubes y en ocasiones podía ver qué había nubes incluso mucho más grandes sobre nosotros.

Solo ví una cuarta parte del reino en esa ocasión pues la ventana quedaba en la parte trasera del castillo, el lago reflejaba el sol, a lo lejos las montañas crecían desmesuradamente, más allá de estas estaba el desierto sin fin, las llanuras de los gigantes estaban despejadas y daban vista al mar,tenía la sensación que más al norte había una aldea, en ese momento solo era una suposición pero más adelante me enteré de que hay otro reino no muy diferente del que me encontraba, aquel pueblo es donde viven los bárbaros, hombres diestros en el combate cuerpo a cuerpo.

Los bárbaros en ocasiones se aventuran a Moregard para realizar saqueos a las aldeas mas pequeñas y menos conocidas que Dark Ville y el otro pueblo de humanos del suroeste.

Busque dentro de la torre y no tarde en encontrar aquel estupido espejo que estaba mal cubierto por una sabana muy fina, en ese momento no tenía ni la más mínima idea de los peligros de la vida, todo parecía tan sencillo y confiaba en que mi espada reforjada podría destruir el espejo con el menor esfuerzo...

Estaba conciente de que ocurriría algo, tal vez bueno o talvez malo, pero era seguro que mi viaje cambiaría completamente.

El Cazador SolitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora