Decidí cortar mi cabello que llegaba a los hombros, ahora me llega a media oreja.
Paso una semana y media antes de que tuviera preparada la nueva misión de entrenamiento para Sarlock, en ese tiempo escuche rumores sobre nueva actividad relacionada con el caballero negro, se trataba de que esta vez iba en serio lo de destruirme a mi y de paso a mi aprendiz.
Sali de mi casa suspendida en una de las islas flotantes, aunque es de mi maestro después de tantos años la considero mía, reforce una protección arcana que permite ocultarme, la casa solo es visible solo para mi y a quien yo decida que la vea, le puse un parche al sombrero que me regalo mi maestro y dentro de el guarde lo necesario para averiguar que trataba mi enemigo.
Tome algunas pociones, una varita mágica, mi espada, la única foto que conservo de Elizz, unas runas, aun mucho de mis inventos no estaban terminados por lo cual decidí acabarlos dentro de poco...
No tarde mucho en visualizar el problema cuando estuve en el bosque, me oculte tras los arbustos y escuche como los esqueletos contactaban al caballero negro.
- ¡Regresen al castillo! tengo un nuevo plan para encontrar a James y su aprendiz - parecía algo molesto, mas de lo normal...
Algo no estaba bien, ¿ya tiene otro castillo? En el reino oscuro solo existía un castillo y ese castillo estaba abandonado podía confirmarlo sin problema pues ahí John haría sus misiones de entrenamiento.
Los esqueletos rondaban por la zona, no serían problema para mi y mi confiable espada, la mayoría seguramente se encontraría resguardando la guarida de Charly.
Me dirigi a Dark Ville antes de que los caballeros esqueleto volvieran a atacar y terminar de convertir al pueblo en polvo, había algunos con forma de humanos y pequeños monstruos, son frágiles pero a la vez poderosos si van en grupos medianos.
Como estrategia soltaron primero a los pequeños, no me llegaban mas arriba de las rodillas, cuando ataque la mitad quedo deshecha con una explosión de mis pociones, mientras la otra retrocedía y se perdía en la espesura del bosque.
Los pequeños monstruos parecían iguanas amarillas o cafés, la cabeza sobresalía por tener una hilera de dientes como de piraña, con ojos azules con el alrededor verde y andaban en cuatro patas.
Los esqueletos decidieron atacar y uno a uno caía, mi espada los cortaba como si de hojas se tratase, sus cabezas rodaban, los huesos crujían, la mayoría al cabo de poco tiempo se encontraban de vuelta en un eterno descanzo, los demás se fueron a refugiar con su amo.
Los habitantes de Dark Ville estaban agradecidos conmigo, lograron apagar el fuego.
El resto de esa semana y media no apareció ni rastro del ejército de charles. Llame a John para que fuera al castillo y enfrentara las trampas que los dos últimos caballeros del rey Kornal dejaron, esta vez tardo menos en regresar, tuve que curarlo aunque sus heridas eran leves.
Aparte de trampas parecía que la mala vibra atraía entidades de distintos planos, había un hombre del costal en los pasillos y un troll mediano había atacado a mi aprendiz, me contó que para derrotar al hombre del saco tuvo que ser capturado, dentro de la bolsa donde estaba retenido había unos veinte craneos que susurraban, apareció su espada y cortó la mano del encapuchado, lo remato con un corte diagonal y explotó.
Para derrotar al troll lo dirigió al sol para que esté se convirtiera en piedra, en mi opinión era ama sencillo acabarlo con la espada mientras está estuviera e llamas, mi aprendiz pensó que está podría romperse con la piel del troll, en fin, solo unos rasguños y un moretón fueron curados enseguida para que John volviera a casa y se prepara para cuando le tuviera otra misión...
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El Cazador Solitario
FantasyNunca se sabe cuando la aventura llamara a tu puerta, así que reponde a la llamada antes de que desaparezca para siempre tu oportunidad de vivir aventuras. Estos son los recuerdos de un cazador que accidentalmente llegó a Moregard, una tierra fantas...