Capitulo 4 Sorpresas

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Este extraño viaje por Moregard sigue siendo grato a pesar de las desgracias que me pasan, pocas veces tuve la oportunidad de hacer amigos, los jóvenes del pueblo eran paranoicos y repudiaban a los cazadores, algunos tenían viejos prejuicios de que somos asesinos a sueldo, ya que algunos de los cazadores que se decían ser neutrales aceptaban cualquier trabajo a cambio de pocas monedas, en Moredgard además de humanos hay pocas sirenas que no son agresivas pero es muy raro encontrarlas y los elfos son muy reservados.

Nunca imaginé que después de cumplir 19 años encontraría  a una joven que sería mi compañera en muchas de mis aventuras como cazador de monstruos.

Recuerdo muy bien aquel día, muchas veces prefería caminar de donde estuviera hacia el destino de mi misión más que nada porque disponia de muy poco poder mágico que tardaba en  recargarse, ese poder mágico era suficiente como para hacer mi portal de ida y de regreso a casa.

Caminar me ayudaba a relajarme y pensar que debía hacer o de qué manera combatir para salir victorioso frente al monstruo que enfrentaría.

En una ocasión, estaba cerca de encontrar al ogro que rondaba por las chozas alejadas de Dark Ville en busca de alimento y diversión, me detuve cerca de unos arbustos para observar los movimientos del ogro, era grande quizás dos metros con veinte, eso indica que era joven, este se veía más tranquilo a comparación de los ogro adultos que son muy agresivos y con expresión de enojo permanente.

Descubrí que planeaba devorar una pequeña familia compuesta por dos señores de edad mediana y 2 pequeños niños, sin saber lo que ocurría quede aturdido por un golpe, trate de incorporarme y me di la vuelta para ver a quien me atacaba, esperaba fuera pequeños trasgos o duendes pero obtuve una gran sorpresa al ver a una muchacha muy guapa, delgada y de facciones triangulares, me resultaba extraño ver su cabello pintado de azul, por lo general la gente en Moregard evita los colores llamativos, tenía un collar con el símbolo de los primeros cazadores, me parecía increíble que también las mujeres fueran cazadores pero la idea tuvo sentido, su nombre era Elizabeth Goldwick.

Más que molestó estaba confundido no sabía por qué me atacaba Elizz, su rostro enrojeció  de repente.

Lo primero que dijo fue:
- Upss lo siento compañero

-¡Rayos!¡ Creo me rompiste la cabeza!

-No es cierto... Lo siento, con ese sombrero de mago que traes puesto, te confundí con unos hechiceros malignos que mi papa me encargo  eliminar.

A veces me gustaba llevar un sombrero de mago, algunos ladrones al verlo pensaban que era un hechicero y así corrían para evitar que los hechizan o algo así.

- Los sombreros de esos magos tienen un cascabel, pero no importa, debo matar a ese ogro de ahí.

Señale al ogro que estaba a punto de derribar la puerta de la pequeña choza dónde se resguardaba la familia antes mencionada.

-!Pues date prisa!, Va a derribar la puerta

El ogro derribo la puerta de la choza que ya no aguantaba la fuerza que este media para llenar a sus presas del miedo, corri empuñando mi espada, di un salto y estuve a punto de clavar mi espada en la cabeza del ogro, en un corto instante el ogro esquivo el ataque y aún en el aire me tomo del torso con ambas manos, río malévolamente mientras la familia seguia oculta dentro de la casa, en eso Elizabeth corrió y dió un corte diagonal a los tobillos al ogro con su hacha, acto seguido este me soltó, cayó derramando sangre color negro, me soltó, trato de golpearme estando arrodillado, me hice a un lado y le rebane ambas manos, Elizz  dió un corte horizontal para cortar su cabeza.

-Hacemos buen equipo, deberíamos vernos en otra ocasión. - Elizz estaba contenta por haber terminado tan rápido con un ogro, si alguien se atreve a ir solo por un ogro duraria por lo menos una hora en matarlo.

-Si, seria genial, debo irme me esperan en otro lado- mentira, no sabía cómo continuar hablando con ella, después de un rato se me ocurrió que pude haberla ayudado a encontrar a los magos que buscaba.

-Adiós cazador - Elizz mostró la sonrisa más linda que había visto en mi vida

Aparecí un portal debajo de mi para regresar a la isla flotante y contarle lo sucedido a mi maestro.

Pasados unos días la volví a encontrar paseando cerca del lago, venia de ver a sus amigas las sirenas, su padre pocas veces estaba con ella así que la dejaba venir a Moregard para distraerse un rato, le enseño a ser fuerte y ágil para continuar con la tradición familiar de matar monstruos.

Y conforme pasaba el tiempo, mas veces la volví a encontrar,  a veces yo la invitaba a luchar  contra lo que mi maestro me pusiera como prueba, a veces ella me buscaba para lo mismo o había que deshacer maldiciones de viejos tesoros en mazmorras.

Siempre que terminabamos una tarea, descansabamos y platicabamos sobre nosotros y lo que habiamos visto, de ambos mundos, descubrimos tantas cosas que parecía que viviéramos en un sueño, hubo un tiempo donde no nos vimos por buen tiempo, ella tenía que ir a la escuela, estaba completamente apurada en terminar sus tareas y estudiar para sus exámenes, yo la extrañaba y ella a mí, nos enviabamos cartas para comunicarnos pasaron como 6 meses hasta que por fin la vi, mas hermosa que antes, me abrazo muy fuerte, dentro de poco entendí que estábamos enamorados.

Fue maravilloso estar en su compañía, me dolió perder una espada que simbolizaba nuestra unión, ella ayudo a que encontrara los materiales adecuados para reforjar aquella espada legendaria que perteneció a Flevas llamarada infernal, dicha espada estuvo en mi poder tras encontrarla en un paseo por el bosque, la cuidaba un salamandra de gran magnitud color rojo con negro, fue difícil evitar el fuego que causaba, por dónde pasará la salamandra el piso se prendía en llamas antes de convertirse en piedra, Elizz distrajo a al salamandra para que yo tomara la espada, al momento de tener en mi poder la espada la salamandra perdió el fuego que producía y se convirtió en una especie de espíritu que entro a la espada.

Las piezas con la que reparamos la espada fueron unos rubíes que coloque en los ojos de la calabera del pomo, estás piedras servirá para controlar a voluntad la intensidad con la que salía el fuego de la espada, utilice dos placas que los enanos forjan para que potenciaran el filo de la espada, cuando está se iluminaba podía cortar con el doble de su fuerza y filo original.

El día que perdí mi espada fue cuando el caballero negro me la arrebato en un combate inesperado,  la utilizo en mi contra, la corrompió al ir  cometiendo actos hostiles en contra de los humanos y otros seres fantasticos, es una suerte que al carecer de corazón, el caballero negro nunca pudo utilizar los poderes que la espada tenía,  utilizo mi espada hasta que se rompió en mil pedazos.

Intenté convocar la espada durante muchas veces antes de que se desgastará por la maldad,  al ser un cazador el libro te confiere la habilidad de poner una espada a tu nombre y con ello jamás podrás perderla, pues puedes convocarla en cualquier instante y solo responderá a ti y a quienes sientan una conexión contigo sin gastar energía mágica, solo funciona cuando alguien está en peligro y busca defenderse, pero si alguien logra ser considerado por el libro como una extención de tu cuerpo o alma, dicho individuo puede convocar tu arma y utilizarla...

Según mi maestro era la primera vez que una espada se volvía en contra de su maestro original hasta ser  destruida por completo.

El Cazador SolitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora