Capitulo 14 El pasado regresa

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Antes de volver a llamar a John e iniciar una nueva misión, debía lograr mantener la seguridad en el reino oscuro o lograr que continuará la inactividad de Charles.

Sali de mi casa e intente buscar donde estaría escondido aquel castillo que menciono, no seria tarea fácil pues los esqueletos y la orden de caballeros seguían patrullando en mi búsqueda y captura.

El reino oscuro es muy extenso, se dice que si te pierdes en el bosque es imposible volver a casa, puede que sea verdad, hay veces en las que voy caminando y olvidó donde tenía que ir o que era lo qué buscaba.

Me dirigí al lago para confirmar lo improbable que seria establecer un nuevo castillo, seguramente alguien ya lo habría visto, las sirenas que habitan el lago conocen todos los movimientos de las aguas, navegan en pequeños ríos por debajo de la tierra en extensas cavernas, aunque no lo parezca ellas escuchan todo lo que ocurre en la tierra.

Las sirenas eran mis amigas pues muchas lunas atrás impedi que el caballero negro secara el lago y quemara vivas a un centenar de sirenas, su reina, la gran Helena no confiaba mucho en los seres terrestres, así que a pesar de estar agradecida conmigo se mostró hostil al preguntarle si había posibilidad de que alguien fuera indetectable a los oídos de las aguas.

-¡¿Te atreves a cuestionar mi seguridad?!- era increíble como un rostro tan hermoso podía desfigurarse en segundos para mostrar escamas color azul que saltaban como cuando un gato se encrespa y mostrará unos dientes afilados a la par de unos ojos amarillo

-No, su majestad, solo aseguraba la protección de las criaturas condenadas a una posible aniquilación- trate de componer la situación.

-Haber evitado nuestra extinción no te libera de ser juzgado - en general no es asi, debes tener cuidado de como y cuando te diriges a una sirena .

-Disculpe mi señora, usted sabe cual es mi deber.

- ¡Lo se! - Estaba desesperada, pues quería proteger su especie - no es buen momento para conversar cazador, aquello que dices, no podemos confirmarlo de momento, podría ser una trampa - en sus ojos ví que los recuerdos de los ataques a sus semejantes volvían al no estará segura de la situación- tienes que retirarte, ¡Ahora! o mi canto será lo último que escuches.

-Gracias Señora de estas aguas.

Por el momento solo me quedaba seguir buscando.

No di ni 10 pasos cuando el mundo volvió a sonreírme pues volví a encontrarme con Elizabeth, era tan joven y hermosa como la recordaba, ella me miro al único ojo que me quedaba, algo me dice que estamos destinados a encontrarnos, se acercó a mí, mi corazón latía por la emoción de estar en su presencia...

-Disculpe Cazador, ¿le conozco? Siento que ya le he visto en otra ocasión.

Estaba seguro que incluso entre el tiempo ella me recuerda.

-Talvez escuchaste de mi en el pasado, me llamo... James - imaginé que de pronto, Elizz recordaría todos los momentos que pasamos juntos, pero eso es imposible, en este universo es la primera vez que nos encontramos, pero de una manera igual de inesperada que nuestro encuentro original.

-¡Claro!,Mi padre me hablo de ti, eres una leyenda, te conocen como el único que puede igualar las habilidades del rey de los caminantes.

Nunca había deseado con tanta intensidad volver a ser joven.

Debía apurarme así que acordamos volver a vernos en otro instante y talvez presentarle a John.

Las montañas ventosas eran otro de los lugares poco probables para construir un castillo, el viento desgastaria la piedra en unos años, pero no quitaba la posibilidad de esconderse por ahí, las criaturas que hace mucho tiempo vi, seguían escondidas entre la naturaleza, estas tienden a pelear por su lugar de origen aunque no puedan ver, se mantiene ocultos de las ventiscas y la nieve que cae en días aleatorios.

Las criaturas lanudas sin ojos pueden escuchar y sentir cualquier amenaza, con estas características seria mas fácil mi trabajo, solo tendría que encontrar a un grupo de monstruos inquietos por ahí, lamentablemente fue en vano esa semana en las montañas ventosas, no hubo alguna actividad anormal, ellos no se inquietaron conmigo porque se acostumbraron a mi presencia y buen trato.

Las llanuras estan curiosamente llenas de pasto y no de nieve como las montañas, debía tener cuidado, a lo largo podía encontrar distintos peligros, debía ser silencioso, se dice que debajo de las llanuras los dragones duermen, esperando a ser despertados y reclamar la tierra que en un remoto tiempo fue gobernada por estas temibles criaturas.

Recordé haber visto gigantes en otros tiempos, recordé poco a poco que hacer en caso de encontrarlos, los gigantes son torpes y peligrosos al igual que los ettin (gigantes de 2 cabezas) ambas razas se ocultan en el bosque y las llanuras, el último de ellos lo encontré por accidente, subí un pie a lo que parecía un tronco muerto para atar las agujetas de mi bota pero de repente la tierra se sacudió y reveló a un gigante.

Me levanto con su huesuda mano derecha y dijo:

-¿Amigo o enemigo?- su voz me parecía algo cómica y adormecida

-Amigo, no tienes que temer, quiero ayudarte

- ¿como? Los cazadores solo traen problemas.

-estoy de tu lado yo soy diferente a todos ellos, seguro tu no eres una mala persona.

-Tus palabras parecen sinceras.-nadie se detiene a escucharlos, ni los tratan como gente normal.

-¿Serás mi amigo?

-Lo seré, - su sonrisa era sincera y estaba feliz de ser escuchado- pero te comeré si tus intenciones no son buenas...

Con ayuda del gigante el viaje por las llanuras fue rápido, los pasos de los gigantes son grandes y pesados, hacen temblar la tierra pero los de Gork eran silencios, las criaturas se ocultaban por temor a ser aplastados.

Estoy agradecido con Gork, acepto ayudarme en el momento que le pida mientras no esté durmiendo...

Faltaba recorrer otra partes del bosque y las 10 cuevas prohibidas, en Dark Ville no había rastro alguno de esqueletos o criaturas amorfas.

En mi camino a la primera cueva me tope con otro pequeño grupo de caballeros muertos, fue tan divertido derrotar a los esqueletos, chocaban entre sí y se caían a empujones, logré liberar sus almas que buscaban su descanso eterno, pobres, fueron utilizados como marionetas.

Los duendes me conocen por qué interactúe hace un tiempo con Don el duende que alguna vez fue conductor del tren que puede viajar entre mundos, tren que ahora esta destruido para evitar la salida de Charles a otros mundos, en la primera cueva se ocultaron algunos duendes mientras que otros se mudaron a las llanuras, no dudaron en ayudarme en tiempos de guerra y avisarme sobre cualquier novedad, también buscaban separarse de la opresión que causó el caballero negro, cuando los duendes dormían Charles los utilizaba para alimentar a sus caballos alados.

Las otras 9 restantes estaban igualmente ocupadas, 4 eran para los enanos y las otras 5 para los drow y driders (elfos oscuros) con los cuales rivalizaban.

Los enanos me recibieron amablemente, me comunicaron que los drow y driders a pesar de ser malvados, no se juntarian con el caballero negro ni por equivocación, por supuesto los enanos mucho menos así que todo ese tiempo que pareció en vano aún así fue de utilidad, presiento que el destructor de Moregard esta mas cerca de lo se puede esperar.

Regrese a mi casa, para mi sorpresa John llego a visitarme pues sentía curiosidad de volver.

Cuando llegue justo en ese momento John salió de u portal pero cayó de espaldas contra el suelo.

-Cuida la entrada, la presentación es importante sarlock.

-buen corte James - supongo se veía mejor a como lo traía.

-Gracias, puedes explorar, aún no tengo tu misión pero cuando regreses estará lista,  ten cuidado, cualquier cosa aparece un portal con el reloj y regresa aquí.

- bueno iré a explorar los calabozos ocultos  para buscar tesoros, aparece un portal cuando tengas una misión para mí.

El Cazador SolitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora