MasterChef ➵ j.b

five

Justin's Point of View.

Bajé de la camioneta y acomodé el saco de mi traje mientras esperaba que los otros bajaran. Una vez que Gordon y Graham estuvieron a mi lado, comenzamos a caminar hacia el interior de la gran casona.

Recién llegábamos de almorzar y ahora tendríamos que ponernos a grabar el tercer programa, me frustraba saber que faltaba mucho para que terminemos, pero sólo es el cansancio. Amo estar aquí, amo la cocina, y amo ver que todos esos participantes tienen el mismo sueño que yo tenía hace unos años, ser un gran cocinero.

—Vamos chicos —dijo una chica llegando hacia nosotros bastante apurada—. En tan solo media hora comenzará la grabación —avisó y salió corriendo hacia la escalera.

—A esa mujer le dará algo antes de que termine el programa —dijo Graham y solté una carcajada.

—Ya lo creo —dije riendo—.
¿No teníamos que hablar con los participantes? —le pregunté a un hombre que pasaba por allí.

—Sí, han llegado tarde señor. En pocos minutos comenzará la grabación, será mejor que vayan a prepararse y luego les darán la charla —dijo y asentí.

—Gracias —respondí.

—¡Te dije que llegaríamos tarde! —gruñó Gordon y puse mis ojos en blanco.

—Cálmate hombre, pensé que era más temprano —bufé.

—Imbécil —gruñó.

Decidí no responder porque seguramente lo mandaría a la mierda y él me quemaría en su cocina. Bien, mal chiste. Pero realmente cuando Gordon estaba molesto era mejor no hablarle.

—Chicos —ijo Graham poniéndose en el medio de nosotros—. Bueno, chico y viejo —Dijo mirándome a mí y luego a Gordon haciéndome reír.

—¡Viejo está tu culo! —gruñó Gordon.

—¿Lo has visto? —preguntó Graham.

Yo apreté mis labios intentando no reír, era divertido estar viendo y oyendo esta conversación.

—Bien, bien, basta —dije al ver que Gordon iba a responder algo fuera de lugar—. ¿Qué querías decir Graham? —pregunté.

—Que vayamos a preparnos —dijo y asentí estando de acuerdo.

—De todos modos no podrán empezar a grabar, ¿quién les dirá lo que tienen que hacer? —pregunté.

—Tu espíritu luego de que te mate —dijo Gordon mientras comenzaba a caminar hacia la salida de la casa.

—Yo también te quiero viejo —respondí.

Llegamos a la gran cocina donde grabaríamos todo y nos paramos en el pequeño estrado donde estábamos nosotros parados siempre. Una mujer vino y comenzó a aplicarnos un poco de maquillaje, esa mierda me daba ganas de estornudar.

Minutos después las cámaras se encendieron y el presentador comenzó a decir lo mismo de siempre. En dos programas más ya me sabría el diálogo de memoria.

Los participantes entraron a la cocina en fila y sonreí al ver Evelyn posicionarse en su sector. Si, esa chica era hermosa y me hacía sonreír verla. Suena raro, pero es así. Claramente lo tengo guardado para mí.

Una vez que estuvieron todos posicionados en sus lugares, Gordon se aclaró la garganta y acomodó su saco del traje.

—Buenos días participantes. Ya vamos por el tercer programa y cada día la cosa se va a poner más dura, pero confío en que los grandes cocineros podrán superar los retos —comenzó a decir y asentí estando de acuerdo.