eight

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Evelyn despertó dos horas más tarde de lo habitual. Hoy no tendrían grabación, por lo tanto tenía día libre y se podía despertar a la hora que quería. Se estiró en la cama y se levantó para caminar hacia el baño donde se lavó los dientes.

—Necesito televisión —se dijo a sí misma luego de bufar cuando se volvió a sentar en la cama. Se sentía muy aburrida.

Caminó hacia la ventana y miró hacia el cielo nublado, ni siquiera era un lindo día para salir al jardín. Suspiró y tomó un libro del mueble, era uno de sus favoritos y no le importaba leerlo mil veces.

Minutos después, golpe en la puerta la sacó de su lectura. Dejó el libro a un lado y se levantó para caminar hacia la puerta. Cuando la abrió se sorprendió al ver a Justin allí parado. Entró rápidamente por las dudas de que alguien lo viera.

—Buenos días —saludó Evelyn cuando cerró la puerta detrás de ella.

—Lo siento —Justin rió y se acercó a Evelyn—, buenos días —saludó tomándola por las mejillas y plantó un beso en sus labios.

Evelyn lamió sus labios cuando Justin se separó de su boca. Era grandioso como logró que su humor cambiara con un simple beso.

—¿Cómo te encuentras? —preguntó Justin alejándose un poco de Evelyn.

Allí fue cuando ella pudo observarlo mejor. Llevaba un pantalón de jean ajustado, una remera grande y zapatillas deportivas. Se vería realmente caliente.

—Aburrida —bufó ella mientras ponía sus ojos en blanco.

—¿Es aburrido no cocinar? —preguntó Justin sonriendo.

—¿Tú me lo preguntas? —preguntó Evelyn en respuesta elevando una ceja.

Justin rió. Entendía lo que se sentía al no cocinar por varios días.

—Lo sé, se siente horrible —dijo Justin entendiéndola.

—No cociné en el programa anterior y lo extraño —se encogió de hombros.

—Has intentado cocinar y terminaste con un brazo lastimado —bromeó Justin y Evelyn frunció el ceño—. Pero al menos no fue tu culpa.

—Claro que no fue mi culpa. Yo iba bien cocinando sola hasta que tuve que cocinar con esa mujer —se defendió mostrando su brazo lastimado.

Aún seguía con una venda pero estaba curando bastante bien y rápido.

—Ya entendí —dijo Justin levantando ambas manos.

—¿Podré cocinar en el próximo programa? —preguntó Evelyn esperanzada.

—Eso no lo decido yo, pero supongo que si —respondió Justin—. Pero no he venido a hablar de la cocina —negó con su cabeza.

—¿Entonces a qué has venido? —preguntó Evelyn.

—Quiero que salgas conmigo —dijo dejando sorprendida a Evelyn.

—¿Al jardín? —reguntó ella—. Que boba, no tenemos más opción —sonrió y Justin se contuvo para no besarla.

—Ese es el tema, quiero proponerte algo —sonrió.

—Que miedo —dijo Evelyn bromeando.

—Como ya sabes, nosotros podemos tener nuestros autos aquí y salir cuando se nos de la gana —explicó Justin—. Te propongo que vayamos a mi habitación, bajemos a la cochera, meterte en el maletero, salir de aquí y tener un gran día juntos —ofreció.

—¿Estás loco? —preguntó Evelyn sorpredida. Una mitad de ella se negaba rotundamente a ir, pero la otra mitad pensaba que era una idea muy tentadora.

MasterChef ➵ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora