¿Quién diría que Evelyn se terminaría enamorando del hombre que estuvo por sacarla de la competencia tantas veces? Aunque era imposible no hacerlo. El gran Chef Justin Bieber enamoraría a cualquiera con sólo una mirada, o en el caso de Evelyn, con s...
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Evelyn se colocó en la fila justo detrás de Harley y le hizo una seña de que se había quedado dormida. Suspiró más tranquila cuando notó que aún faltaban personas.
—Parece que muchos no han escuchado la alarma —dijo uno de los coordinadores.
—Lo siento —se disculpó Evelyn y mordió su labio inferior incómoda. El chico sonrió mientras negaba con su cabeza.
—¿Has visto como te miró? —preguntó Harley codeándola.
—Ya basta —Evelyn rió y acomodó su bolso en su hombro.
Justin la miraba fijamente desde el auto. Parecía estar bien el día de hoy.
—¿No te olvidas nada? —preguntó Graham ingresando a la camioneta.
—No —negó con su cabeza—. De todos modos volvemos mañana —rió.
—No importa, si te olvidas el repelente dejaré que te coman los bichos, yo no te compartiré —bromeó.
—Oh gracias, que buen compañero —dijo Justin con sarcasmo.
Gordon metió un bolso en la parte de atrás de la camioneta y Justin bufó. Se iban sólo un día y ellos llevaban como para dos semanas. Justin sólo llevaba una mochila con tres mudas de ropa por las dudas, una bermuda para el agua y otras cosas necesarias.
—De aquí los llevaré directo a un geriátrico —bromeó Justin y todos soltaron una carcajada.
Mientras tanto, Evelyn se encontraba escuchando al coordinador explicando todo lo que harían.
Cuando llegó el momento de irse, subieron todos en dos camionetas diferentes. Evelyn bostezó y apoyó su cabeza en el hombro de Harley.
—¿Puedes no babearme el hombro? —preguntó Harley riendo.
Evelyn rió y recobró su postura anterior.
—En serio estoy muriendo de sueño.
—Juro que no me di cuenta —respondió Harley y miró por la ventana.
Luego de una hora de viaje, al fin llegaron al lado donde harían el campamento. Ya había varias carpas armadas y gente esperándolos allí.
—Mira que hermoso es esto —dijo Evelyn con una sonrisa en el rostro.
Amaba la naturaleza, y todo era más hermoso si había un lago. Bajaron en orden de la camioneta y se formaron delante de dos distintos coordinadores. Evelyn se sentía en un campamento de primaria.