MasterChef ➵ j.b

seven

Al día siguiente Justin y Evelyn casi no se dirigieron la palabra, sólo se saludaron y poco más. La grabación estaba por comenzar, pero ya se sabía en el set que la eliminada sería Mia. Esta última cocinaría por Evelyn, ya que aunque ella rogó mucho, no la dejarían participar por su brazo.

—¡Pero puedo cocinar! —se quejó Evelyn delante de los jueces y productores.

—El brazo te comenzará a doler —dijo Gordon poniendo sus ojos en blanco. Evelyn era una chica terca—. No te preocupes, no serás eliminada —se encogió de hombros.

—Pero cocinará Mia, ella puede hacer cualquier cosa con el plato! —exclamó y Justin puso sus ojos en blanco. Tenía ganas de cerrarle la boca con un beso—. ¡No pongas los ojos en blanco como si fuese una idiota! —se quejó nuevamente.

—Ve a descansar Evelyn —dijo Graham—. No importa como salga tu plato, ninguno en realidad. Mia se irá si o sí —explicó con una sonrisa y Evelyn bufó.

—Bien, adiós —respondió y se dio vuelta para ir hacia su habitación dejando a todos allí parados.

Esa fue la conversación que tuvo Evelyn hace rato con los jueces. Ahora ella se encontraba sentada en la cama echando humo por las orejas mientras que todos los demás se encontraban grabando en el set.

—Maldita seas Mia, malditos sean todos —gruñó sintiendo sus ojos arder.

Ella ahora mismo quería estar haciendo lo que más amaba, pero gracias a la envidiosa de Mia no podía hacerlo. Se levantó de la cama y salió de la habitación para tomar, lo necesitaba.

—Mira a quien me encuentro por aquí —dijo alguien detrás de Evelyn haciéndola sobresaltar.

—¿¡Eres idio... —sus palabras quedaron en el aire cuando se dio vuelta y notó quien era—. Justin —murmuró sintiendo que era un tomate.

—Evelyn —dijo Justin y rió—. ¿Decías algo sobre mí? —preguntó con burla. La había escuchado perfectamente.

—No —negó Evelyn avergonzada.

—Sé que soy un idiota, pero me gusta asustar a las personas —dijo Justin acercándose a Evelyn y besó su mejilla.

Evelyn sintió que el aire abandonaba sus pulmones y bajó la vista. Aunque a decir verdad, quería ese mismo beso pero en los labios.

—Me encantaría besar tus labios, pero siento que alguien nos verá aquí —dijo Justin mirando para todos lados y Evelyn sonrió. Pareció como si le hubiese leído la mente.

—Entiendo —respondió Evelyn riendo—. ¿Qué haces por aquí? —preguntó.

—Tengo que vivir aquí hasta que terminen las grabaciones —bromeó Justin y Evelyn puso sus ojos en blanco—. Cuide sus actos delante mío señorita.

—Oh, si sigo haciéndolo me pondrás sobre tu rodilla —bromeó Evelyn refiriéndose a Cincuenta Sombras de Grey, pero al instante se sonrojó arrepintiéndose de lo que dijo.

Justin soltó una carcajada mientras negaba con su cabeza.

—Es una buena idea —Justin le guiñó un ojo y Evelyn quiso desaparecer.

—No has respondido a mi pregunta —dijo Evelyn cambiando de tema.

—Me he escapado un rato de la grabación para verificar como estabas. Pero por lo que veo estás bien y muy acalorada, así que puedo dejarte sola y volver al set —dijo acercándose a ella—. Toma aire Evelyn, eres un tomate —soltó una carcajada.

—¡Basta! —exclamó Evelyn en un susurro mirando para otro lado. Estaba muriendo de verguenza.

Justin rió y tomó el rostro de Evelyn entre sus manos luego de verificar que no había nadie. Se acercó más a ella y plantó un beso en sus labios, ese que estuvo deseando desde la noche anterior.