¿Quién diría que Evelyn se terminaría enamorando del hombre que estuvo por sacarla de la competencia tantas veces? Aunque era imposible no hacerlo. El gran Chef Justin Bieber enamoraría a cualquiera con sólo una mirada, o en el caso de Evelyn, con s...
N/A: Hola. Hago esta nota porque he visto que hay muchas lectoras fantasmas. Sé que no estoy en posición de pedirloporque por falta de tiempo tardo mucho en actualizar, pero cuando lo hago trato de que sea un capítulo de su agrado. Me gustaría que dejaran sus votos y comentaran qué les parece la historia o cualquier crítica constructiva. Solo quiero saber si les gusta y saber que tengo su apoyo. Por otro ladomuchas gracias a las que si dejan sus votos y comentarios, me encanta leerlas. Ahorapuedenseguir con el capítulo, espero que les guste ❤
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Maratón 1/3.
Justin ingresó a su casa y dio un fuerte portazo a sus espaldas antes de comenzar a tirar de las puntas de su cabello. Gritó furioso antes de lanzarle una patada al sofá, nunca imaginó que ser rechazado por la persona que amas podía llegar a doler tanto.
Había decidido al fin abrirle su corazón a Evelyn después de pensarlo por mucho tiempo. Se había dado cuenta de cuanto la amaba luego de esa grandiosa escapada a Malibú, pero había decidido largarlo ahora pensando que lograría que lo perdone, pero no había funcionado.
Sabía que había sido un grandísimo idiota por haber decidido quedarse en el programa y sacar a Evelyn, pero también hubo mucha presión de Gordon detrás, si él hubiera tenido más tiempo para meditarlo habría elegido también irse. No podía quitarse de la cabeza la cara de decepción que tenía Evelyn el día que se enteró ni de sus lágrimas cayendo con rabia. Se odiaba por eso, había sido un imbécil.
Todo lo que quería en ese momento era recuperarla, no soportaba otro día más alejado de ella. Extrañaba estar todo el día a su lado, levantarse en las mañanas juntos, prepararle desayunos y hacerle el amor. Extrañaba su hermosa sonrisa y los chistes que contaba, eran tan malos que daba risa. Extrañaba todo de esa maldita rubia que había logrado meterse en lo más profundo de su corazón.
—¿Qué me has hecho Evelyn? —se preguntó a sí mismo con la voz rota.
Se sentó en el sofá y tomó su celular del bolsillo del pantalón. Gordon le había pedido que lo llamara a la hora que fuera para contarle como le había ido. Él fue quien tuvo la idea de que fuera a donde estaba Evelyn para pedirle perdón, se sentía culpable por lo que había pasado. Gordon nunca creyó que lo de ellos iba en serio, pero había metido la pata hasta el fondo y se sentía en la obligación de ayudar a su amigo.
—¿Qué ha pasado? —preguntó Gordon cuando atendió la llamada.
—Ha sido un desastre —suspiró—. Su mejor amiga me dijo el lugar a donde saldrían y fui allí, pero Evelyn se ha puesto furiosa al verme y terminé gritándole que la amo en el medio de la calle. Quedé como un idiota desesperado —explicó.