¿Quién diría que Evelyn se terminaría enamorando del hombre que estuvo por sacarla de la competencia tantas veces? Aunque era imposible no hacerlo. El gran Chef Justin Bieber enamoraría a cualquiera con sólo una mirada, o en el caso de Evelyn, con s...
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Harley dio vuelta la página del libro que leía Evelyn por las noches y bufó. Ambas estaban aburridas en la habitación, hacía menos de dos horas habían llegado y ya no sabían que hacer.
—¿En serio esto te divierte? —preguntó Harley riendo y dejó el libro a un costado.
—No es mi favorito, pero es bueno para las noches —Evelyn se encogió de hombros.
—¡Oye! —exclamó Harley sentándose en piernas de indio sobre la cama. Evelyn elevó una ceja para que hablara—. ¿Sabes por qué Justin te ha mirado tan mal hace unas horas?
—No —Evelyn negó con su cabeza haciendo que no sabía nada.
—¿Segura? —Elevó una ceja—. Algo en tu rostro me dice que si sabes.
—¿Tú con qué te diviertes? —preguntó Evelyn cambiando de tema.
—Me masturbo —bromeó—. Ahora no me cambies de tema, sé que sabes sobre el enojo de Justin.
Evelyn suspiró y tomó un almohadón para colocárselo sobre la cara. No podía ocultarse eso a Harley, a pesar de no conocerse mucho crearon una gran amistad y Harley ya le había confiado cosas importantes de su vida como si fueran mejores amigas desde hace años.
—Tuve algo con Justin —soltó rápidamente.
—¿Qué? —preguntó sin poder creerlo.
—Por favor no se lo cuentes a nadie —juntó ambas manos delante de su rostro.
—Claro que no nena, esto queda aquí —le mostró su dedo meñique en forma de promesa—. Pero eres una maldita suertuda. Todas daríamos algo por poder tener sexo con él.
Evelyn rió al mismo tiempo que sus mejillas se ponían coloradas.
—No era para sexo. Estábamos juntos a escondidas y sólo nos besábamos. Hablábamos y esas cosas. El último día que estuvimos juntos tuvimos sexo de despedida —Evelyn hizo comillas a lo último.
—Oh Dios —Harley sonrió—. ¿Por qué se han dejado de ver?
—Graham nos descubrió y dijo que no contaría nada sólo si Justin dejaba de verme —puso sus ojos en blanco.
—Maldito enano —bufó y Evelyn soltó una carcajada.
—Así que está enojado porque en el campamento Graham permitió que Justin estuviera una vez más conmigo... —Harley la interrumpió.
—¡Dime que te lo has follado detrás de un árbol! —exclamó.
—Baja la voz —pidió abriendo sus ojos—. No me lo he follado detrás de un árbol, le dije que ya habíamos tenido mi última vez.
—Por Dios chica, eres tonta —pasó una mano por su cabello.
—No soy tonta, sabía que quizá terminaba ilusionándome —se encogió de hombros—. Ve y fóllatelo tú —bromeó.
