¿Quién diría que Evelyn se terminaría enamorando del hombre que estuvo por sacarla de la competencia tantas veces? Aunque era imposible no hacerlo. El gran Chef Justin Bieber enamoraría a cualquiera con sólo una mirada, o en el caso de Evelyn, con s...
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Evelyn gruñó al oír que su celular comenzó a sonar sobre la mesa de noche indicando que tenía una llamada. Era sábado y al fin podía dormir hasta la hora que quisiera, pero alguien tenía el atrevimiento de molestarla.
—Diga —respondió con notoria molestia en la voz.
—Hola Evelyn, soy Justin. ¿Llamo en un mal momento? —preguntó del otro lado de la línea y Evelyn bufó.
—Estaba durmiendo —respondió y volvió a recostarse.
—Lo siento mucho linda —dijo. Evelyn sintió una descarga eléctrica al oírlo.
—No te preocupes, ¿necesitabas algo? —preguntó.
—Quería preguntarte si querías acompañarme a una casa que tengo afuera de la ciudad. Quiero alejarme del ruido por unas horas y se me ocurrió invitarte —explicó y Evelyn mordió su labio inferior.
—¿Entonces por qué me invitas si quieres estar lejos del ruido? —preguntó elevando una ceja.
—Porque disfruto de tu compañía —respondió.
Una sonrisa tiró de los labios de Evelyn. No podía evitar hacerlo al pensar en que a Justin le gustaba estar con ella.
—Vamos Evelyn, no pasará nada que tú no quieras —insistió—. La pasaremos bien.
Evelyn mordió su labio inferior nuevamente con nervios. Algo en su interior le gritaba que aceptara la propuesta.
—¿Sigues ahí? —preguntó Justin.
—Si, lo siento —respondió luego de reaccionar—. ¿A dónde es que me quieres llevar? —preguntó.
—Es una casa con un pequeño lago al lado que tengo a las afueras de la ciudad —explicó.
—Lleva por las dudas, quizá el clima nos ayuda y puedes usarlo —respondió—. ¿Eso significa que aceptas?
—Si —suspiró.
—¡Estupendo! —exclamó—. A las once estaré en la puerta de tu casa.
—Bien, nos vemos Justin —respondió.
—Nos vemos linda, adiós —saludó y colgó la llamada.
Evely se estiró en la cama y se sobresaltó al ver que eran las diez. Solo tenía una hora y media para prepararse, así que saltó de la cama y corrió al baño para darse una ducha.
Una hora después, dejó un pequeño bolso sobre el sofá con cosas que ella eran importantes para llevar a una escapada. Se miró en un espejo que tenía en la sala y acomodó un poco su cabello aún húmedo. Segundos después una bocina la hizo sobresaltar.
—Carajo —susurró antes de tomar sus cosas.
Verificó que todo estuviera bien cerrado antes de salir al exterior encontrándose con Justin apoyado sobre su auto. En cuanto la vio, comenzó a caminar hacia ella.
