Eres todo para mi

Parte 15

Sakura e Ino caminaban por el almacén mas grande que quedaba a unas cuadras, buscando que comprar. Entonces se encontraron con Sasori, quien pasaba por ahí.

-¿Las acompaño? No tengo nada que hacer hoy-dijo el pelirojo sonriendo

-¿Quién es el?-susurro Ino

-Un conocido...-dijo Sakura entre dientes-Bueno ya que insistes...-Sakura tomo de la mano a Ino y caminaron al frente. No quería presentarla a un tipo que tenia fama de casanova, sabia que su amiga se enganchaba fácilmente con los chicos y no quería que cayera en las manos de aquel cuervo.

Pasaron de local en local, en 10 minutos. Ya que Sakura quería librarse de Sasori pero el pelirrojo era muy persistente. Si Sakura pensaba en entrar en un local de ropa femenina iba a terminar de aburrir a Sasori, estaba equivocada.

Sasuke y Karin se encontraban en la playa mas cerca de Konoha. Karin tomaba el sol y disfrutaba del paisaje mientras Sasuke caminaba por la playa con la mirada triste, buscando algo que no encontraría.

-¡Sasuke!-grito Karin de repente.

A lo que el azabache volteo a verla y se llevo una sorpresa al ver que Karin empezaba a sangrar por la nariz. Enseguida corrió a su lado para asistirla, sin esperar nada, la llevo hasta el auto en el cual se puso en marcha hasta el hospital a toda prisa.

18:40 pm 

Sakura ya se encontraba en casa pero con compañía, de la cual hubiera querido librarse hace unas horas atrás. Sasori caminaba de un lado a otro observando los cuadros y fotos de Sakura, mientras se comía un bizcocho.

-Sakura...-dijo- Aún no me haz contado quién es el padre de tu bebe-la pregunta que tanto evito responder, finalmente salio a la luz. De nuevo.

-¿Y para que quieres saber? No tiene nada que ver contigo - dijo Sakura alzando una ceja mientras se cruzaba de manos.

-Curiosidad, no veo a nadie más aquí. Solo tú y el pequeño que llevas dentro-dijo Sasori sentándose después de haber recorrido casi todo el apartamento de la pelirosa.

Esas palabras se clavaron en lo mas profundo de su ser, era verdad. Estaba sola, durante meses había enfrentado su embarazo sin la asistencia de una persona a si lado, excepto por su amiga, quien de vez en cuando la acompañaba.

-El...esta lejos, quizá algún día vuelva o tal vez no...-respondió con la mirada perdida mientras acariciaba su vientre.

-Si quieres yo pue-

-No, no quiero que te entrometas en esto, es asunto mio y de nadie mas-Sakura reacciono ante lo que estaba por escuchar, entonces contesto  enojada pero con un toque de tristeza. Sus ojos se cristalizaron al segundo.

-Yo solo quiero ayudarte-insistio Sasori

-Vete, quiero estar sola-su voz se quebraba cada vez mas. No quería escuchar aquellas palabras que un día se las llevo el viento.

-Pero-

-¡Vete!-su grito dejo atónito a Sasori. Jamas había visto así a Sakura. No había llegado a tanto aquella vez cuando todo termino para los dos.

-Lo siento, me iré-alzando las manos en son de paz se retiró del departamento.

Sakura no se contuvo más y rompió en llanto, la situación no estaba mejorando para nada.

-¡Maldita sea! ¡Porqué te amo sabiendo que esta mal! ¡Porqué!-gritaba mientras se levantaba del sillón y caminaba hasta su habitación. La oscuridad de su habitación era iluminada por una luz pequeña que titilaba en medio de su cama. Se acerco despacio y tomo el celular.

-¿Karin?-murmuro al ver el nombre de su hermana en la pantalla.

Era un mensaje.

"Hola Sakura, no sé porque desapareciste así como si nada, solo quería decirte que sigues contando conmigo para lo que sea.

No te preocupes pero hoy me han internado en el hospital. No es nada grave. Espero que estés bien. Nos vemos en mi boda.

Karin." 

-¿Qué?-la cara de Sakura se puso pálida al leer el mensaje.

De inmediato se sentó en la cama y trato de respirar y calmarse, ya demasiados sustos había obtenido ese día, le preocupaba que su bebe tuviera algún problema.

-No tengo opción, tengo que hacerlo...-dijo mientras ponía el dedo en la opción de llamar en el numero de Sasuke.

Aun cuando había hablado con el hace 2 días por teléfono, los efectos seguían siendo los mismos. Sus manos empezaron a sudar y su corazón a latir como loco. No quería hablar con Karin porque comenzaría a sentirse  culpable mas de lo que ya se sentía.