Sakura Haruno, una mujer capaz de todo, decidida y con una hermana por la cual pondría las manos en el fuego.
Karin su hermana mayor se casara con un empresario muy importante, Sasuke Uchiha.
Un amor prohibido y apasionado nacerá entre la tormenta...
Después de 3 días Karin llamó a Sakura muy entusiasta.
-¡Vendrás a mi boda y nada de peros!-regaño la pelirroja.
Después de todo era su única hermana. Sus padres habían muerto hace años, Karin había conseguido una beca en una Universidad muy prestigiosa. Al graduarse en la especialidad de Marketing y finanzas, ingresó a trabajar en una empresa muy importante de productos y accesorios para mujeres.
-Esta bien-respondió Sakura resignada.
-Qué te parece si vienes a pasar las vacaciones a Konoha. Te sentará muy bien, con lo que me has contado sobre tu jefe estoy segura que el estrés te está matando-sonó muy preocupada.
-No lo sé, voy a pensarlo -respondió Sakura
-Esta bien, me avisas cuando te decidas-sin mas que decir se despidió y colgó.
Era cierto que Lee era insoportable pero tenía que aguantarlo, era su única opción al ser una graduada sin experiencia ni recomendaciones. Con suerte y conseguía otro departamento mas cómodo. El salario no era nada mal. El problema era Lee y sus exigentes órdenes.
-¿Ino, acaso fue una venganza por lo que paso con Sai?-pregunto Sakura a su rubia amiga quien atendía su puesto de flores.
-¿Porqué lo dices?- preguntó Ino mientras entregaba un ramo de flores a un anciano.- ¡Que tenga un buen dia! -
El anciano salió de la tienda, entonces Sakura prosiguió.
-Por que mi jefe es un completo idiota ¿Porqué no me recomendaste en un zoológico? Hubiera sido más fácil tratar con animales que con ese intento de ser humano.- se quejó Sakura enfadada.
-Vamos Sakura, no puede ser peor, bueno el salario no le hace justicia, en fin solo no tomes en cuenta sus comentarios y ya-dijo Ino.
-Lo dices como si fuera tan fácil-resopló poniendo su cara sobre el mostrador.
-Hey las flores se marchitaran con tanto pesimismo- bromeó al ver a su amiga como a un gusano moribundo.-Deberías aceptar la propuesta de Karin, te hará bien respirar nuevos aires-concluyó cortando una flor y poniéndola detrás de la oreja de Sakura.
Sakura alzó su cabeza y sonrió con las pocas ganas que le quedaban.
Al llegar a casa recibió una llamada. Nada más y nada menos que su pesado jefe.
-Quería informarle que estaré fuera por unas semanas, dejaré que se tome unas vacaciones, no la he visto muy bien estos días. Aprovéchalas bien.-dicho esto colgó.
Sakura no podía creer aquello ¿Desde cuando Lee era amable y veía por su bienestar?
- ¿Acaso consiguió novia? - se dijo así misma mientras se echaba a reír.
Esa misma tarde llamó a Karin quien ya había comprado un boleto para su viaje. En la noche un coche se estacionó afuera del edificio. Al escuchar el timbre, corrió a abrirla pensó que era Ino quien se había ofrecido a ayudarla a hacer las maletas pero no se trataba de la rubia.
-Ino que bueno que llegas no sabía...-se quedó parada al ver que se trataba de Sasuke.
-Buenas noches, hace frío debería cubrirse. No vaya ser que le de un resfriado-comento Sasuke al ver que Sakura solo traía puesta una blusa manga larga que le cubría la mitad de los muslos.
Sakura se puso roja de la vergüenza, enseguida agarró el extremo de la tela y la jalo hasta sus rodillas.
-P-Pasa-dijo Sakura poniéndose a un lado de la pared mirando hacia abajo aun sonrojada de la vergüenza.
Sasuke solo rió de lado, aquella escena era tan tierna. Verla roja como un tomate era todo un privilegio al tener una piel tan blanca.
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