Me miré por última vez en el espejo, me gustaba lo que veía. El traje me había encantado y aunque solo lo usaría una vez para ir a esa estúpida boda, me sentía relajado.
No recuerdo la última vez que había usado un traje tan ajustado que resaltaba cada parte de mi cuerpo. Tal vez la última vez fue cuando tuve la cita con Alissa. Realmente ya no importaba.
Subí un poco las mangas del saco para dejar a la vista mis tatuajes, planche un poco mi cabello para que no se viera tan alborotado, me gusto la forma en la que se había acomodado.
Faltaban algunas horas y debía ir a la cueva para darles la noticia, también me preocupaba el asunto de Matt, temía que fuera descubierto pero también confiaba en Michael y en su desconocido amigo que hizo que Matt sea irreconocible, cambiando su estilo.
Bajé y Alissa seguía maquillándose, no exageradamente, se veía muy linda.
Cuando se dio cuenta de mi presencia note como su mirada me repasaba por todo el cuerpo y una sonrisa se asomó en su rostro.
—Oli... Te ves, tan perfecto.
—Tú también. — sonreí.
—No dudo que muchas chicas en la fiesta no te quitaran la mirada de encima, es ahí donde yo tengo que cuidarte.
Una risa se me escapó contagiandola a ella también mientras nós abrazábamos.
—Alissa tengo que salir, llegaré antes para poder irnos.
—De acuerdo.
Le di un beso bastante tierno y salí de la casa.
.....
Cuando llegue a la cueva muchas miradas se posaron en mi, comenzaron con los comentarios obscenos y los silbidos desagradables. Se que estaban jugando así que no pasaba nada.
En eso Michael entro con una gran caja y la coloco en el suelo, luego su vista se posó en mi y me sonrió descaradamente.
—Wow Oliver, si no tuviera novio créeme que ya te hubiera hecho mio una y otra vez.
—No digas estupideces, ¿que hay en la caja?
El teñido abrió la caja y nos hizo una señal para que nós acercaramos.
Abrí los ojos aún más al saber lo que había adentro y no dude en tomar una.
Adentro habían escopetas, fusil de combate y francotirador, un silenciador, dos pistolas y un revólver.
Muchos de ellos no dudaron en tomar un arma, Michael tomo la suya antes de que se aventaran como animales.
—¿Cómo las...
—¿Acaso se te olvida Oliver? Soy Michael Clifford, puedo conseguir lo que sea.
Reí ante su comentario y guarde el revólver a un costado de mis pantalones.
Cuando todos se calmaron y admiraban sus armas llame su atención.
—Tengo algo muy importante que decirles.
Toda su atención cayó en mí y comencé la historia en la que iría a la boda de un amigo de Alissa, pero que no se imaginaban con quien iba a comprometerse. Al principio no me creyeron pero cuando saque la invitación ya no había dudas, les explique del tema en el que la prensa no había dicho nada sobre el "famocito" de Ashley. Eso explicaba todo. Claro, descarte la parte en la cual yo estaba enamorado de Andy.
—No vas a matarlo en la boda ¿o si? — Preguntó Chanyeol aún inspeccionando su arma.
—Si es necesario y me saca de quicio entonces no lo dudaré ni un segundo, no me importaría ir a la cárcel después.
—Todo a su tiempo Oliver, no solo queremos acabar con él sino con todo Bangatan. No hagas las cosas por tu cuenta, no queremos perderte. Estamos aquí precisamente para ayudarnos los unos a los otros, somos familia ¿no?
Las palabras de Michael cautivo a los demás haciendo que asintieran y apoyaran su plan de esperar hasta que sea el momento.
El líder sonrió y acepto.
—En la invitación vienen tres boletos, uno para mi novia, el otro para mí y me gustaría que uno de ustedes me acompañara.
—Yo iré contigo. — No pasaron ni cinco segundos cuando Jordan tomo esa decisión.
Entonces sin más salieron de la cueva, no sin antes que todos les desearan suerte a ambos.
Oliver acompaño a Jordan por un esmoquin alquilado y una vez vestido, llegaron a la casa con Alissa para partir hacía la boda.
No le agrado la idea de que Jordan fuera pero no estaba para reclamar nada.
....
Alissa fue la primera en entregar su boleto y le dieron el paso para el evento.
Oliver caminó pero Jordan lo detuvo.
—No te olvides, paciencia y no hagas nada imprudente, si pasa algo no dudes en llamarme porque estaré para tí.
—De acuerdo.
Los dos escondieron bien las armas para entrar al evento.
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