Veinticinco.

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Su voz no era la de siempre, estaba rota, no quería verlo pero necesitaba hacerlo, fui muy duro la última vez y lo he extrañado tanto desde entonces.

Estaba ahí, esperándolo impacientemente sentando en una banca del parque, parecía que iba a llover por lo cual no había mucha gente, era yo y unas personas bastante alejadas.

¿Qué es lo que estoy haciendo?

Necesito pensar mejor las cosas antes de que mi corazón actúe por mí y me deje como un idiota, como siempre lo hace. 

Revise mi celular, ninguna llamada ni mensaje.

Michael se encargaría de informarme cualquier cosa importante o imprevisto que pudiera pasar.

Recargue mi cabeza en mis manos mientras seguía esperando.

Media hora de retraso y yo seguía aquí.

Hasta que un cuerpo se puso en frente de mí haciéndome alzar la vista.

—Oliver...

—Andy.

Me sonrió y se sentó a lado de mí.

—¿Para que querías verme?

—Solo quería verte ¿esta mal?

—Ambos sabemos que si.

Hubo un pequeño silencio.

—¿Has pensando en mí?

—Todo el tiempo — admitió Oliver.

—Yo... He estado pensando sobre nosotros.

—No hay un nosotros.

Andy miraba hacía abajo, su mandíbula se tensó al escuchar eso, Jake estaba a su lado para reconfortarlo o más bien para recordarle lo idiota que era al venir aquí, fue media hora de retraso en donde Jake no dejaba de decirle lo patético que era, hasta llego a insultar su aspecto físico, diciendo que sus ojos eran horribles o que su cuerpo comenzaba a verse mal con el aumento de peso, bajándole aún más la autoestima, pero al final Andy solo suspiro y no quiso escuchar lo demás, fue con Oliver.

Estaba enfermo.

Y nunca pensó que un psicólogo tan reconocido como él necesitara ayuda de otros psicólogos, o más bien dicho, de psiquiatras.

—¿Recuerdas que me preguntaste quien era yo, Andy?

—Sigo atormetandome, buscando la respuesta, Oliver.

Oliver suspiro y se levantó de la banca, tendiendole la mano a Andy, alzó la mirada confundido, sin pensarlo más la tomó.

—Verás lo que realmente soy.

.....

Caminaron un buen rato en un cómodo silencio, Oliver ya no quería ocultar nada, mucho menos a Andy, aunque sabe perfectamente que esto acabara en cualquier momento.

Sin más, llegaron a una parte bastante alejada, Oliver saco varias llaves y las coloco en los orificios abriendo los cerrojos, abrió la puerta dejando ver un espacio bastante grande y acogedor.

Habían muchas personas al rededor riendo y platicando pacíficamente, de las bocinas sonaba música bastante tranquila.

Unos jugaban en la mesa de billar y otros simplemente en sus celulares..

—Pasa.

—No creo que-

—Solo pasa Andy, me canse de esto.

Cruel Venganza (Sysack)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora