Veintinueve.

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Hablar con Jake no resultó para nada bien, a decir verdad hizo que Andy se enojara con Oliver a tal punto de gritarle, encerrándose en el baño mientras que él líder iba por unas cuantas copas y algo de polvo blanco.

Después, arreglaría las cosas con Andy.

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El sonido de nuestras bocas intensificando el maravilloso beso que estábamos creando era lo único que se escuchaba en la pequeña oficina de Michael. Él había salido con su novio al medico para ver como iba el proceso de los bebés. Al parecer el pequeño rubio cada vez se quejaba por el dolor en su vientre haciendo preocupar al teñido.

El exquisito sabor del alcohol que sus labios me brindaban lo único que hacían era calentarme teniendo una gran erección, esperando ser liberada para metersela hasta el fondo.

Lo que no sabía Michael era que últimamente su pequeño e inocente novio tomaba las drogas del líder sin su permiso, o aveces tomaba un poco de alcohol, ¿razón? Quería ser parte de todos ellos, sentirse grande para que su novio lo tomara más enserio. Había robado un silenciador de la oficina de Michael y cargaba con el arma a todas partes.

Se estaba convirtiendo en un problema, pero nadie podía quitarle la venda a Michael de los ojos.

Los dos se hacían mucho daño, se lastimaban convirtiéndose masoquistas del otro. En un principio sabían que estar con Michael era pecado y que tener a Luke no le haría nada bien.

El informático había dejando su oficina abierta, así que aprovecharon el efecto del alcohol para encerrarse y comenzar a besarse con mucho deseo.

-Oliver... Mm... Para por favor.

-No.

El líder ya había tirado todos los materiales que ocupaban espacio en el escritorio al suelo para colocar a su pareja y abrirla de piernas, tomando su pene a través de la tela de sus bóxers rojo masajeando lentamente haciendo que arqueara su espalda.

-Por favor déjame sentir tus huesos, quiero sentirte Oliver...-gimió.

-No lo harás, el que da las ordenes soy yo. - susurró cerca de su cuello utilizando la voz sensual que llevaba dentro de él. Le encantaba tener el control, por algo era líder.

Luego de morder su cuello se separó bruscamente de su pareja al ver una cámara apagada que había en el suelo al tirar todo.

Una sonrisa apareció en su rostro, tomándola entre sus manos y encendiendola. Un foco rojo se hizo presente y la colocó en un estante cerca para que grabaran perfectamente sus cuerpos y la acción que habría en esa oficina.

-¿Q-Qué estas haciendo?

-Vídeo porno, bebé.

-Joder estas loco... ¿Acaso quieres-

El líder puso su dedo índice en los labios ya rojos de su pareja para luego meterlo lentamente y ensalivarlo.

-No te arrepientas ahora.

-Oliver...

-Este vídeo solo lo utilizaremos con una persona, vamos a darle celos a tu novio para que se de cuenta de lo imbécil que esta siendo contigo.

-No es mi novio... Alex solo me usó.

El líder asintió con una pequeña sonrisa, enfocando la cámara hasta verse perfectamente.

-Ya se Ronnie pero vamos a celarlo, se enojara tanto que se arrepentirá después de haberte dejado.

-Es una pésima idea, pero no puedo negar que es jodidamente excitante. Me encanta este Oliver.

Cruel Venganza (Sysack)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora