Cruel Venganza (Sysack)

Seis

Andy.

Realmente mi mente me atormentaba, ver a ese chico en cuatro en mi escritorio me volvía completamente loco. Quería follarlo a lo bestia, quería sentirlo todo.

Pero Juliet tenía razón, no podía dejar llevarme por el momento. La cagaría completamente y no habría vuelta atrás.

No tenía porque imaginarme a Oliver teniendo a Ashley. Porque lo amaba, o al menos eso creía.

No iba a permitir que Oliver me hiciera dudar sobre nada, solo era un imbécil calenturiento que deseaba mi polla. Solo por una vez.

Mierda su novia era una gran amiga, completo idiota.

Estaba afuera decidiendo si tocar o no la puerta, porque una vez que lo hiciera no volvería a verlo. Era lo mejor... Para ambos.

Lo hice.

Y no tardaron en abrir, ahí estaba ella igual, con una sonrisa. Mejor que nunca.

—Alissa, Hola.

—¡Andy! — me abrazo emocionada y su sonrisa se amplio al verme después de tanto tiempo. — Justamente quería verte porque quería saber como va Oliver, realmente me preocupa. Sigue sin dormir y teniendo esa clase de pesadillas. ¿Han avanzado?

¿Qué le diría?

No hemos avanzado nada porque en lugar de cooperar se comporta como todo un puto conmigo y eso me excita demasiado.

Estuve apunto de follarmelo a lo bestia contra el escritorio pero mi secretaria interrumpio el jodido momento tan maravilloso solo para abrirme los ojos y decirme que lo que estaba haciendo estaba muy mal.

—Es solo que... Alissa yo... No creo poder seguir ayudándolo.

Sus ojos se abrieron aún más y su sonrisa desapareció por unos momentos.

—¿Hizo algo malo? Juro que si lo hizo voy a...

—No, él no a hecho nada. Lo suyo es algo que no podría resolver, es decir yo... te quiero recomendar a un amigo para que tenga resultados rápidos y positivos. Conmigo no avanzaria lo suficiente.

—Oh, ya veo.— bajo la mirada mientras asentía. Sabia que no estaba convencida con mi decisión pero no había más alternativas. No podría contenerme si lo tengo frente de mi, provocandome.— Esta bien, si tu crees que con tu amigo va a avanzar entonces no hay problema. Yo quiero verlo feliz.

Nós sonreímos y le di un beso en la mejilla para despedirnos. No había mucho que decir, y en verdad iba a hacerlo. Christian era un gran psicólogo al igual que yo, pero él tenía más experiencia, entonces no habría problema.

Oliver

Jordan se encargaría de buscar a cada uno de nuestros miembros.

Los entendía, no querían volverme a ver por lo sucedido en el pasado, pero les daría buena paga. A esos idiotas solo les importa el dinero, lo bueno de todo esto es que eran leales ante mi. Pero me encargue de desintegrarnos, si, fue mi culpa. Pero ahora volveríamos a ser los de antes.

Una vez conseguido, nós iríamos de este país de mierda a vivir nuestras vidas. Sin que nadie nós persiga, sin miedo a se encerrados.

Lo único que quería era matar a cada uno de esos bastardos que se encargaron de hacerme la vida imposible.

Al llegar a casa estaba Alissa mirando otra de sus películas románticas.

Me acerqué a ella y le di un corto beso.

—Oliver... Te estaba esperando, necesitaba hablar contigo. No creí que te tardarías tanto en llegar.

Cierto, ya era muy tarde y no me había dado cuenta. Después de una platica con Jordan y Matt fui a beber un poco. El tiempo me consumió hasta que me dio la gana irme de ahí.

—Si lo siento, ¿que querías decirme?

—Andy vino a verme, él no puede atenderte más Oli, me ha recomendado a un amigo para que sigas tus terapias con él. Así que...— me enseño su celular con la dirección del nuevo psicólogo y el nombre del que me atendería.— Desde mañana iras aquí.

—¿Y por qué no puede atenderme?— mi tono cambio a uno de molestia, Alissa se sorprendio por mi cambio de humor pero lo ignoro poco después.

—No dijo las razones, solo creyo que con el avanzarias más y yo no pude negarme.

Quién mierda se cree ese idiota.

No puede hacer esto sin mi consentimiento, le confíe un par de cosas y ahora me deja.

Claro que no se quedaría así. mañana iría a su maldito consultorio a decirle un par de cosas.