—Si tienen preguntas, será mejor que comiencen.
—Ay, gracias al cielo, ya no podía seguir mordiéndome la lengua —dijo con alivio la más pequeña de la sala. —Tara Stark, ya sabes, la hija del mejor vengador, aunque muchos digan lo contrario —Ángela rodó los ojos —.¿Cómo es posible que seas hermana de Loki?
—Larga historia —respondió sin más. Tara asintió en entendimiento mientras colocaba su mano en su mentón.
—Entonces, ¿por qué estás en Midgard?
—¿Por qué no?
—Hum, es suficiente para mí —Darcy rió por lo bajo.
—Eres un asco como periodista, Tara.
—¿Crees qué puedes hacerlo mejor? —retó la pelinegra cruzándose de brazos.
—Por supuesto —llevó su mirada a la asgardiana en jeans y converse. Demasiado normal, demasiada exótica para tener la misma sangre que aquellos dos brutos asgardianos. Algo no cuadraba —. Pueden decir cualquier cosa de nuestro mundo, pero siempre acaban aquí. Sin embargo, me pregunto, ¿cuál ha sido tu excusa? —Ángela abrió la puerta de al lado y las hizo pasar, aunque no antes de responderle a Darcy.
—No la hay, esa es la razón por la que estoy aquí y la que me diferencia de mis hermanos. Para ellos todo es fuerza bruta y poder, yo descubrí que existe algo más que eso. Sin embargo, eso es algo personal y nunca lo sabrás.
~@~
—¡No puedo creer que lo defiendas después de todo lo que ha hecho! ¡Mira lo que hizo con nuestra casa! Si algo le sucedió a las niñas yo... Yo jamás te lo perdonaré, Thor.
Jane arrugó los labios con furia mientras era testigo de la mirada enardecida de su esposo. Le importaba muy poco que fuese un guerrero de otro mundo, un vengador o un príncipe heredero de un reino que salía en los libros de cuentos de su repisa. Era una madre desesperada por su hija y no existía nada más peligroso que ello.
—Lo sé, ¡lo sé, demonios! —retrocedió y se dejó caer en el sofá de la casa de Darcy. Después de ir a la suya, decidieron que tal vez podrían contar con la ayuda de su amiga, que quizá sabría del paradero de Tara y Sally. Sin embargo, se encontraron que ella tampoco estaba allí —. Las encontraré, yo las dejé con Loki, así que arreglaré esto.
—Eso espero. Yo confío en ti pero no en Loki, no me pidas eso.
Thor suspiró y levantó la mirada hacia Jane. Entendía perfectamente como se estaba sintiendo; era una humana, sentía más de lo que pensaba. Sin embargo, él tenía la necesidad de otorgarle el beneficio de la duda a Loki, porque estaba seguro de que él no había provocado ese caos.
~£~
Sintió un escalofrío recorrer su cuerpo cuando el Maestro logró sacarle aquel maldito brazalete. Cerró los ojos un instante, disfrutando de esa calidez dentro suyo. El poder de la magia en su mayor esplendor, recorriendo cada rincón de su sistema era una sensación más que placentera; ahora podía largarse y nadie, ninguna, podría detenerlo.
—Perfecto, he pasado muchos años esperando esto —masajeó su muñeca con una sonrisa.
—Estoy seguro, pero espero que tengas un buen fin para usar tu magia —Loki desapareció su sonrisa inmediatamente y miró al anciano con cierto desagrado.
—¿Debería?
—Creo que nunca entendiste para qué servía esto —dijo mostrándole el brazalete de oro, ahora opaco y sencillo —. El brazalete no drenaba tu magia, la estaba purificando.
—¿De qué rayos está hablando? —este suspiró mientras pasaba sus dedos avejentados sobre sus párpados.
—Purificar, muchacho. No podrás usar ningún hechizo si no es para hacer el bien, si tus pensamientos son recelosos, egoístas y sarcásticos, olvídate que de tus manos saldrá una mísera chispa de magia. Aunque no me juzgues, no creí realmente que funcionara, hasta ahora —murmuró observando como Loki intentaba cambiar su atuendo sin éxito.
—Tiene que ser una broma.
—Pues no lo es —el Maestro se colocó de pie y caminó hacia el perchero, agarró su tapado gris y un sombrero ridículo que se colocó sobre la cabeza —. Sé porque estás aquí, Amora estuvo en este mismo lugar horas antes que tú —lo miró por encima de su hombro —. Sólo salió exigencias de su boca parlanchina y el nombre de la hija de Thor sin buenas intenciones. No es una novedad su existencia y muchos menos su potencial.
—¿Potencial?
—Es una hechicera, Loki y la próxima en convertirse en la portadora de las seis gemas del infinito. Por eso, Thanos la quiere.
El asgardiano frunció levemente su ceño, sólo dos cosas venían a su cabeza en ese momento: salvar la hija de Thor para usar su magia o vivir sin ella por el resto de su vida. Porque, de algo estaba seguro, y es que jamás tendría un sólo pensamiento honesto, a menos que realmente se viera obligado a hacerlo.
Cuando buscó al Maestro para vomitar una sartas de improperios, este ya se había marchado de allí.
—Excelente —masculló con sarcasmo.
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[Completa] Por El Chantaje De Thor
FanfictionNo existen los días comunes para los héroes y mucho menos tratándose de un descolorido villano como Loki. Lo único que es capaz de hacer, al menos es lo único en lo que puede pensar, es culpar a Thor de tales desgracias, mientras intenta salvar a Mi...