Capitulo XV

22 2 0
                                    


La perseverancia es algo que suele ser admirado por los demás. Quién no sintió admiración por aquel corredor que, a pesar de estar cansado, sin apenas poder moverse, siguió hasta cruzar la línea de meta, demostrando así un gran espíritu de lucha y superación.

Las personas perseverantes tienen la capacidad de anteponerse a los obstáculos, de emplear su imaginación de forma distinta en diferentes situaciones con el fin de resolver los problemas a los que se contraponen.

Abraham Lincoln perdió seis elecciones y fracasó en dos negocios antes de convertirse en uno de los presidentes más importantes de Estados Unidos.

Thomas Edison probó más de 6000 sustancias antes de encontrar la que finalmente resultó ser útil para crear el filamento de la bombilla eléctrica. Dijo que "el genio es un 99% transpiración y un 1% inspiración".

Hellen Keller se quedó sorda, muda y ciega tras una enfermedad con poco más de un año de edad. A pesar de este tremendo obstáculo, no solo logró aprender a comunicarse con los demás, sino que fue la primera persona sordomuda en conseguir un título universitario.

Todas esas personas que consiguen llegar a la metas han sido perseverantes en algún momento, han trabajado duro por seguir en el camino correcto y no desviarse. Esta fortaleza se puede emplear en cualquier área de la vida en la que queremos obtener aquello que anhelamos.

Era el día 50 y la segunda prueba iniciaba. En un helicóptero nos encontrábamos 5 soldados, incluyendo a Ian y a mí, de los cuales debíamos lanzarnos, uno tras otro, a una laguna espesa, desplazarnos por aquellas aguas pantanosas no resultaba para nada fácil, pues la espesura hacia que avanzar se hiciera totalmente complicado, el uniforme se mojaba haciendo que aumentara el peso que llevábamos encima, pero a pesar de todo, conseguimos llegar a los botes, en los cuales avanzaríamos hasta tierra firme.

—Si me hubiesen dicho que nos dejarían aquí, no hubiese traído mi camiseta favorita. —Bromee.

—Solo tú te traes una camiseta blanca, eh. —Respondió Ian.

—El blanco combina perfectamente con mi bronceada piel.

—Y ¿desde cuándo somos gurú de la moda?

— ¡Señores, atención! Aquí no venimos a jugar, escuchen. — Intervino el instructor Crawford. —Tendrán que trasladar la unidad varios kilómetros por terreno imposible, ubicar un laboratorio clandestino que se encuentra protegido y tomarlo, ¿Entendido?

— ¡Si señor! —Respondimos.

Así fue, abordamos los botes y remamos hasta llegar a tierra firme, allí descendimos de ellos y emprendimos la misión de la segunda prueba. Rápidamente, el instructor Carpenter, quien dirigiría la segunda prueba, eligió a uno de nosotros como el líder de la misión.

— ¡Soldado Sanders! — Dijo el instructor Carpenter.

— ¡Si señor! — Respondió.

—Usted será quien liderará esta misión.

—Como ordene señor.

—Intente no decepcionarme.

— ¡No se preocupe!

Como había ordenado el Instructor Carpenter, quien lideraría esta misión, sería el soldado Sanders, un hombre alto, no muy robusto, quien no se veía con mucha convicción, pero que intentaría dar lo mejor de él para que todo resultara como se esperara, algo que no se haría realidad, desafortunadamente. Debíamos caminar por un sendero el cual se encontraba totalmente empantanado, era difícil poder avanzar en esas condiciones, pues las botas se hundían en el fango y hacia que caminar fuera algo muy complicado, pero sin importar las circunstancias debíamos superarlas y seguir adelante. El soldado Sander, se dio a la tarea y asumió su rol de líder, analizo un par de veces las coordenadas que se le habían sido entregadas por el instructor Carpenter, pero luego de haber caminado unos 30 minutos aproximadamente, por aquella superficie fangosa, el ambiente comenzaba a tornarse pesado y sin dar con la ruta que nos llevaría a nuestro destino, el soldado a cargo comenzaba a agobiarse, Sanders estaba intentando ubicar el laboratorio que debíamos encontrar, tiempo en el que caminamos sin saber si estábamos encaminados por la ruta correcta o si definitivamente estábamos extraviados. Hasta que el instructor Carpenter intervino.

Amor AmericanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora