Capítulo XVI

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Vi como el teniente Johnson, acompañado por el sargento Davies, caminaba con prisa hacia una gran tienda de color blanco un tanto sucia por la exposición diaria al ambiente, mientras se dirigían hacia aquella tienda, podía ver como el teniente hablaba con tal ligereza que sus palabras casi no se lograban entender completamente, no estaba seguro si el sargento Davies captaba a la perfección cada palabra, cada frase, el simplemente fruncía el ceño y acentuaba su cabeza cada vez que de la boca del teniente Johnson salía una oración. Por la imperturbabilidad que se notaba en sus rostros, lo más probable era que estuviesen a punto de desarrollar el plan de ataque que se llevaría a cabo, la misión que nos permitiría acabar con el dominio que el general Abdelkader estaba implantando sobre el territorio.

—Buenas noticias sargento Davies. —Exclamo el Teniente Johnson.

— ¿Qué quiere decir con "buenas noticias" teniente?

—Así como lo oye... Usted se hará cargo de uno de los escuadrones ¿algún problema con eso?

—No, no señor ninguno.

—Es una gran responsabilidad, tus soldados dependerán de las decisiones que tú tomes.

— ...

—Muy bien... Suerte sargento.

El sargento Davies lideraría uno de los escuadrones que se enviarían a la misión, pero... ¿En cuál estaría yo? Mi grupo era nuevo, por lo tanto no tenía ni un solo gramo de experiencia.

Uno de los soldados de alto rango hizo que se nos reuniera a todos los soldados que recién habíamos llegado para reforzar el grupo, junto con los que ya se hallaban ahí. A pesar de la situación, las calles aún seguían siendo circuladas, los mercadillos aún se encontraban activos, aunque la mercancía que más se comercializaba fuesen las armas, algunas para hacer daño otros solo para defenderse de la masacre, pues los milicianos a pesar de todo continuaban patrullando las calles y los edificios, se estaba convirtiendo en algo totalmente cotidiano el vivir con estos personajes armados todo el tiempo. Pero ¿que podían hacer las personas? Simplemente observar, como el lugar donde habían estado siempre estaba siendo sometido.

— Las calles aún siguen siendo un peligro, por lo que no es seguro que la reunión se lleve a cabo, pero importantes fuentes nos han informado que un par de los sujetos que queremos detener, asistirán. Sera hoy, a las 15:30 la fuerza de asalto se infiltrara en el edificio y capturara a todos los sospechosos, cuatro escuadrones de la seguridad caerán a las 15:35 en las cuatro esquinas del perímetro objetivo, el escuadrón uno entrarán a las 15:47 por un camino cerca al edificio en donde esperaran la señal, el escuadrón dos lo hará, el escuadrón tres subirá a los prisionero en camiones. En cuanto los camiones estén cargados, los cuatro escuadrones entraran de nuevo al objetivo, subirán a los Humvees y se retiraran de la base. La misión durara 30 minutos. Ahora, halcones y pájaros cubrirán el aire con cohetes 2.75, ¿Coronel Smith?

— En el ave C2, el coronel coordinara la misión desde el aire y yo me encargare de las fuerzas desde tierra.

—No olviden la regla de compromiso... No sean los primeros en abrir fuego. Terminemos con esto y suerte caballeros. —Concluyo el teniente Johnson.

Todos nos reunimos en el despacho, especulando sobre la misión, mientras la hora de esta llegaba, los sur sudanes son malos para la puntería, tan solo debíamos cuidarnos de cualquier objeto que se nos fuese lanzado, que sería divertido y que estaríamos bien, eran las cosas que los soldados experimentados nos decían al grupo nuevo — ¡Escuchen!— Dijo el sargento Davies.

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