Amor Americano

Capítulo XIX

Ian debía ser atendido cuanto antes y necesitábamos una evacuación inmediata, pues su situación era muy crítica, así que solicitamos una evacuación. Desde la base creían que aún era demasiado arriesgado, no podían mandar ninguna unidad, tan solo nos repetían que mantuviéramos posición, era imposible que realizáramos esa evacuación que solicitábamos porque no podían arriesgar otra ave más, el sargento Davies no pronuncio palabra alguna, tan solo tiro el dispositivo. Ian se lamentaba mucho y gritaba incesantemente, expresaba que su dolor era muy intenso, el sargento Davies continuaba haciendo presión en la herida y yo solo podía darle fuerzas, rodee mi brazo alrededor de su cuello —¡Resiste amigo!— le dije y junte mi cabeza junto con la de él. Nelson me pidió que colocara mis manos sobre la herida y generara un poco de presión, él se retiró hacia donde estaba el sargento Davies y le informo sobre las condiciones de Ian.

—Traumatismo abdominal, señor. —Informaba Nelson.

— ¿Qué pasa? —Pregunto el sargento Davies.

— Es una de las arterias de la aorta abdominal, pero... no está, no la encuentro, al parecer se retrajo.

— ¿Qué significa eso?

—Significa que debo encontrarla y bloquearla. Solo así la hemorragia se detendrá, ya no tengo más intravenosa, así que... necesitare que alguien me ayude.

—Si... sí.

El procedimiento sería demasiado doloroso, le dolería muchísimo más de lo que estaba sintiendo, pero sería algo que resultaría muy útil, Nelson se lo informo e Ian le pidió que le diera morfina, pero imposible, pues su corazón no resistirá, así que estuvo de acuerdo, era la única opción que teníamos en ese momento —Teegarden, agárralo bien — Me dijo Nelson. Solo estábamos el sargento Davies, Edwards, Nelson y yo alrededor de Ian.

—Sargento... toma esto. Sin dejar de presionar, abres la herida, lo suficiente. —Dijo Nelson. —Edwards, toma la linterna y encárgate de sus piernas. Aquí vamos Ian ¿Listo?

—Si...

—1... 2...3.

Apenas Nelson termino el conteo, el sargento Davies tomo la herida y la abrió lo suficientemente bien, para que Nelson pudiese introducir sus manos e intentar encontrar la arteria, justo en ese momento Ian dio un grito desgarrador, tanto que un frio espontaneo parecía recorrer todo mi cuerpo, agache mi cabeza para mirarlo, su frente estaba cubierta de gotas de sudor, pude ver y sentir la tortura que él estaba experimentando, lo más estremecedor fue ver como aquel grito parecía apagarse, hasta que se desmayó — ¡Aquí esta!— Dijo Nelson, estaba sintiendo el pulso, había encontrado aquella arteria, ya la tenía, tan pronto Nelson dijo eso, el sargento tomo aquellas tijeras y sujeto el extremo —¡Jálala! ¡Jálala! — Decía impaciente Nelson.

—Nelson ¿Qué sucede? Se está introduciendo...

— ¡No sé! ¡No lo sé sargento!

La arteria se había introducido de nuevo, desafortunadamente. Tuvieron que iniciar desde el principio todo el procedimiento —Has presión en la herida nuevamente, sargento— Dijo Nelson, introdujo su mano mientras Edwadrs miraba desconcertado y yo estaba literalmente comiéndome las uñas, estaba muy nervioso, pues no quería que lo peor sucediera. Nelson hizo todo, intentó una vez más, sim embargo, por un momento Nelson pareció haber desistido, levanto su cabeza, miro al sargento Davies y negó con su cabeza — ¿Qué sucede? Estará bien ¿verdad? —Pregunte, aun así Nelson solo agacho su cabeza, en ese momento Ian abrió sus ojos — ¡Está despertando! — Exprese con emoción, Ian solo pregunto si lo habían logrado y Nelson no pronuncio ni una sola palabra —Si... Sí, todo está bien. —Respondió el sargento Davies.