Leer aquellas palabras de Annie en ese momento, llenaron mi cuerpo y mi alma de amor, me llenaron de luz, me llenaron de valor, no solo porque debía afrontar esto con gallardía si no porque debía regresar, porque al igual que ella yo también la necesitaba.
Disparos y explosiones en cada rincón de cada calle, los cuatro Humvees llegaron a la base, los demás soldados que se quedaron allí por diferentes razones dejaron lo que estaban haciendo y se dispusieron a recibirles, lo primero que hicieron fue bajar a Rogers y al sargento Jones, algunos con cara de desconsuelo, los más inexpertos se veían sorprendidos al ver el estado en el cual sus compañeros regresaron, el sargento Jones dado de baja y el soldado Rogers aunque vivo, había empeorado en el camino de vuelta. Pero la historia tenía otra cara, la de los parientes de aquellos milicianos que resultaban muertos a causa de los enfrentamientos, sabíamos que no eran culpables de lo que esos hombres hacían, pero así es la guerra, si no son ellos, seriamos nosotros y no permitiríamos que continuasen sometiendo a tantas personas inocentes, merecían paz.
El ave de rescate había llegado al lugar del accidente y afortunadamente el soldado que se encontraba custodiando al halcón abatido continuaba con vida, pero se encontraba en deplorables condiciones. Una parte del grupo cubría el área, mientras los demás nos acercábamos al helicóptero.
— ¡Hey Harris! ¿Cuántos hombres hay? —Pregunto el sargento Davies.
—El piloto y el copiloto están muertos... dos jefes heridos, uno de ellos está muy mal y debemos sacarlo de inmediato de aquí.
—Entendido.
Los milicianos no dejarían que las cosas fuesen tan sencillas, el sargento Davies se acercó a la cabina de pilotaje del helicóptero y ahí estaban ambos, el piloto y el copiloto, la mitad del grupo continuaba cubriéndonos, pues seguían atacándonos, para entonces Ian se nos había unido al grupo luego de que nos reagrupáramos, mientras Edwrads y Hall tuvieron que quedarse, los Humvees irían por ellos. Un misil cayó cerca de donde se encontraba el halcón, mientras un auto se aproximaba al sitio del accidente, sobre él se podía ver que había un hombre el cual sostenía una ametralladora pesada, pero antes de que se acercara lo suficiente, fue impactado al punto de hacerle explotar.
— ¡2-7! Aquí 2-5 —Dijo el sargento Davies por el radio — ¿Fuiste tú el que hizo explotar ese vehículo?
—Afirmativo, 2-5.
—De acuerdo. Formemos perímetro, toma la esquina sur este, cambio.
—Entendido, vamos hacia allá.
— ¡Capitán Brown! Le habla 2-5.
—2-5 aquí 6-4.
—Tenemos a los dos pilotos muertos y a dos heridos, necesitamos otro helicóptero para evacuarlos cuanto antes.
—2-5 me dicen que ahora no es viable enviar otra ave, no sin haber asegurado el perímetro, cambio.
— ¿Dónde están los Humvees?
—Aguarda 2-5, el convoy llegara pronto... se han encontrado mucha resistencia.
Como le había informado el capitán Brown al sargento Davies, el convoy venia en camino, pero parecía que la resistencia se multiplicara cada minuto, en cada callejón un grupo de milicianos se encontraban a la espera de poder liquidarles, la historia se repetía, quien estuviese a cargo del arma que se hallaba en la parte superior del Humvee era dado de baja y debía ser reemplazado rápidamente si no serían dominados. Tuvieron que encontrar otra ruta de entrada, pero antes de que pudiesen hacer algo, el enemigo se armaba más fuerte, algunos de los prisioneros resultaban heridos y uno de los Humvees fue impactado por una bazuca y varios cuerpos fueron lanzados por el aire, lo que obligó al resto de vehículos detenerse y enfrentarse a la resistencia, en ese momento uno de los soldados se encontró a uno de los sargentos tirado en el suelo, pero solo contaba con la mitad de su cuerpo —Dile a mi hijo... que lo amo — fueron las únicas palabras que el capitán logro pronunciar, pero aquel soldado no quiso que terminara allí, llamo al médico que los acompañaba y entre los dos subieron al capitán a uno de los Humvees. Pero las tragedias no paraban, uno de los soldados fue atravesado en su pecho por una bala y su compañero l verlo caer corrió hacia donde se encontraba y como pudo lo llevo hacia los vehículos. Por fin el halcón se encontraba cerca, por lo que pudieron ponerse en marcha nuevamente y continuar. Edwards y Hall continuaban en aquella esquina a la espera de la llegada de los Humvees.
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Amor Americano
RomanceEsta es la historia de amor de Annie y Austin, una joven pareja americana a quienes el destino los cruza en el camino, sin embargo las circunstancias de la vida se entrometen, poniendo a prueba la fuerza de su amor, algo que no resultará nada sencil...