Después de que Gray fuera a por Juvia a pedirle perdón por lo ocurrido en Akane Resort y comenzar una linda relación de cuatro años, ambos deciden vivir juntos. Todo marcha bien, Gray le pide matrimonio y Juvia acepta, aún sin una fecha, ya que sus...
Su viaje duró dieciséis horas, admitía que el trasero le dolía por estar mucho tiempo sentado a pesar de darse lujos de pararse a ir al baño. Sus maletas pesaban un poco, traía dos, suficiente para guardar su ropa.
Suspiró, eran las dos de la madrugada en Londres y debía encontrar a su guía que le asignaron en la universidad una vez que llegara. ¿Se habrá acordado?, ¿o se quedó dormido? Podía hacerlo por sí sólo, sin embargo, no tenía idea donde quedaba la calle Bolsover 104, ahí estaría su apartamento.
Siguió caminando buscando con sus ojos grises a una persona que tuviera un letrero con su nombre escrito, y lo vio. Se esforzará por acentuar su acento, sabía inglés, pero no el sofisticado por decirlo de alguna manera.
― ¿Gray Fullbuster?
―Sí, soy yo. ―era un chico de su misma edad, pensó que lo recibiría alguien más adulto.
―Mest Gryder.
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―Seré tu guía para que no tengas problemas con las ubicaciones de las calles y si quieres conocer más.
― ¿Eres un profesor de la universidad?
―No, soy tu compañero de cuarto. ¿Te ayudo con una maleta?
Gray alzó una ceja, esperaba a un adulto de treinta años, no alguien de su edad. Esperaba a un profesor, no a un compañero de cuarto. Bien, quizás es mejor para entrar en confianza. Así que tenía días para turistear. Le entregó una maleta a Mest pisándole los talones hasta un taxi, subieron y Gray se sintió extraño por la costumbre de manejar por la izquierda.
―Lo haremos rápido ―le dijo Mest―, como es tarde y ambos tenemos sueño, por la mañana te daré un paseo por los alrededores y ubicarte en la universidad. ¿Alguna pregunta?
―Sí, ¿qué hora es en Japón? ―necesitaba saberlo para enviarle un mensaje a Juvia. El otro muchacho le contestó, eran las nueve de la tarde― Gracias. ―enseguida sacó su celular enviándole un mensaje, le gustaría más hablarle, pero tenía a alguien presente.
Juvia le contestó rápido, ¿qué hora eran allá para escribirle?
Gray le contestó, era de madrugada a lo que Juvia le ordenó que durmiera y descansara, mañana hablarían con mayor calma.
Surcó una sonrisa, siempre se preocupa por él.
― ¿Tienes novia? ―Mest le preguntó sacándolo de la pantalla del móvil, no era su intención entrometerse― Por la expresión que tuviste.
―Sí, tengo novia.
―Bien ―dijo observándolo curioso―. No tienes facciones asiáticas.
―En realidad soy noruego, bueno, mi madre era japonesa y mi padre noruego.
