『Mi Mariposa Azul; Libro 2』«Gruvia; a.u»

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Advertencia: Lemon ligero.

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◊« Esto no es amor, es fácil de ver »◊
◊« Pero amor, quédate conmigo »◊

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― ¡Juvia no sabe de esto! ¡Estás loco si piensas que me subiré contigo!

― ¡Después se lo dices! ¡Por favor hielitos, te necesito de copiloto! ―rogaba Natsu a cinco minutos de comenzar la carrera. Necesitaba a Gray como compañero, no manejaría solo, menos con un tipo como Mard; no le dio buena espina. Si sucedía algo durante la carrera, Gray le ayudaría. Además, ¿por qué meter a Juvia en esto?, ¿no que le diría toda la verdad siempre?, ¿por qué no le dijo antes?

―A ella se le sueltan los secretos, y lo más probable es que le cuente a Lucy.

―A estas alturas que ella se entere no me afecta. ―se encogió de hombros sin más, esperando la respuesta de su mejor amigo, la cual fue positiva, pero se lo diría a Juvia.

Subieron al auto en la meta de salida, al lado del de su contrincante, el número uno de Tokio. No le agradaba ese tipo, le daba mala espina.

Lo miró por la ventana de su asiento, medio frunciendo el ceño. Mard le devolvió el gesto en plan de desafío.

―Espero que esto salga bien. ―susurró Loke.

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―Arg. ―Juvia sintió un dolor punzante en su bajo vientre, tocándose sentada en la cama a punto de caer en brazos de Morfeo. Ese dolor la asustó, respirando y exhalando por la boca. Sólo fue un momento. Quizás era normal, le quedaban tres meses para dar a luz.

Todo estaba bien, el dolor ya pasó.

No era necesario molestar a Gray, ni a Gajeel.

Así que se arropó bajo el cobertor.

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―Ese maldito te ha estado cerrando todas las curvas ―dijo Gray a Natsu, asegurado con el cinturón―. ¿No tienes algún modo de pasarlo?

―Pensé en chocarlo, pero no dañaré mi auto.

―Lo reparas ―le respondió con lógica mientras su amigo se concentraba en el volante―. Tienes mucho dinero, ¿qué harás con todo eso?

―Viajar y conocer, eso quiero hacer ―dijo cambiando la velocidad con la palanca―. Recorrer el mundo una vez que me titule. ¿Quieres ir conmigo?

―Tendré un bebé.

―Es cierto ―sonrió sin quitar la vista de la pista―. Después hablaremos de eso, ¡ahora necesito adelantar a este maldito!, ¡me tiene enfermo!

― ¡A la derecha!

― ¡Maldición! ¡Me cierra otra vez! ―frustrado, tocó la bocina. Y de nuevo intentó pasarlo acelerando, mas el coche azul opaco de Mard le clausuró, hirviéndole la sangre― ¡Esto ya me cansó! ¡Voy a ganar sea como sea!

― ¿Qué piensas hacer?

Dragneel pisó el acelerador a toda fuerza, sacando todo el fuego del motor. Gray veía el capó aproximándose a la cajuela del contrincante. ¡¿Enserio piensa chocarlo?!