Masculino {BTS-Vmin}

Cielo -20

Le urgía demasiado saber lo que Seokjin estaba planeando y más aún, saber lo que le había hecho a Taehyung.

Pero qué podría ser, por dónde debía comenzar, era algo que no sabía, estaba todo demasiado enredado y tal vez, ese era el efecto que Seokjin quería lograr.
Se levantó de la cama y alcanzó su mochila para poder sacar sus libros y estudiar un poco, pero una vez abiertos simplemente no pudo leerlos, se le había complicado tanto la vida en un abrir y cerrar de ojos, además de ser en el peor momento, puesto que se acercaban muchos exámenes a rendir y Park Jimin no podía permitirse una mala calificación.
Mordió un lápiz que sostenía entre sus dedos mientras intentaba inútilmente  concentrarse en sus tareas y materias diversas, pero por su cabeza pasaba Seokjin y su maldad, y Taehyung y... Ah... Taehyung, bien, con ese hombre en la cabeza a Jimin se le hacía imposible leer. Suspiró y cerró los libros con bruzquedad mientras hacía pucheros y arrugaba la nariz, entonces la puerta fue golpeada con fuerza y antes de que pudiese siquiera reaccionar esta se abrió dejando a la vista a Jungkook con el rostro bañado en lágrimas y el labio roto, se echó contra la puerta cerrándola y quedándose ahí. Jimin pestañeó varias veces antes de levantarse y correr hasta Jungkook, espantado y nervioso, botando a su paso los libros, con inmensas ganas de arrancarse los dedos e inhalarse por esa pequeña carrera desde la cama a la puerta, le alteraba de sobremanera ver  una persona llorar, más aún, ver una persona herida. Respiró profundamente y se agachó hasta poder ver el rostro del pelinegro.

-Lo siento... por entrar así... -susurró soltando un quejido- Yo... -se deslizó contra la madera y cerró los ojos con fuerza por un par de segundos, Jimin los cerró también, imaginándose el posible dolor que el contrario estaría pasando.

-¿Quién...? -retorcía los dedos intentando con todas sus fuerzas contener el impulso de la ansiedad, recordando las dulces palabras de Taehyung, sin embargo, en esta situación parecía patéticamente imposible controlarse, necesitaba morder, llorar, inhalarse tal vez.

-Mi hermano... mi hermano no es una mala persona -negó repetidas veces con la cabeza y Jimin tragó saliva, ¿acaso Seokjin había golpeado a Jungkook? Se estremeció de sólo pensarlo y, con las manos temblando, sostuvo a Jungkook por los hombros- No, él no es una mala persona, Jimin -afirmó fielmente, la mandíbula tensa, la herida sangrando, las lágrimas secándose-, Jin hyung sólo necesita un poco de ayuda

-Jungkook... -murmuró su nombre con delicadeza, frunciendo el ceño mientras lo observaba.

-Lamento mucho el mal rato que pasaste -restregó su rostro y Jimin dejó caer sus manos a los costados-, ahora comprendo lo que habías dicho -rió.

Sentados en el suelo, con la melodía del silencio, Jungkook y Jimin le otorgaron libertad absoluta a sus lágrimas para deslizarse por sus mejillas, y Jimin agradeció que Jungkook no le cuestionase sus lágrimas.

-Jin hyung... a Taehyung... le hizo algo horrible -confesó ahogándose con las palabras, o eso le pareció a Jimin, quien tragó saliva y formó puños con sus pequeñas manos- Cuando ellos salían... -inhaló y más lágrimas cayeron- Mi hermano sentía celos del mejor amigo de Taehyung y... le gritaba y lo golpeaba...

-¿... Al amigo? -la voz de Jimin era apenas un hilo, un sonido ligero y herido.

-A Taehyung -corrigió en un quejido- pero como él seguía juntándose con Dongwoo... esparció unos rumores muy feos que las personas no demoraron en creer y todo fue muy difícil para Taehyung... -su cabeza comenzó a doler y negó volviendo a apoyar una mano en el hombro de Jungkook.

-Basta... sólo... limpiece el rostro -pidió- puede descansar aquí, yo... estaré estudiando -mintió, porque sabía perfectamente que no podría concentrarse en nada en ese momento, Jungkook asintió pero siguió en el suelo varios minutos más antes de levantarse e ir al baño, Jimin se encontraba ahora sentado frente a su escritorio, los libros que recogió antes del suelo ahora estaban revueltos sobre el escritorio y sus dedos tamborileaban sobre las páginas.

-Voy a... sólo dormiré un poco, Jiminie -avisó recostándose sobre el cubre colchón de flores, Jimin asintió arrugando inconscientemente la nariz, seguía incomodándole demasiado el hecho de que Jungkook se tomase libertades tales como las de llamarle "Jiminie".

Centró su vista en las palabras amontonadas en una de las páginas de un libro que parecía ser de biología y echó luego su cabeza sobre el texto, bufó y comenzó a morder su labio inferior con parsimonia, Dios, odiaba no poder contenerse, odiaba ser tan débil. El sonido de una notificación lo alertó de nuevos mensajes y descubrió que se trataba de las gemelas, Camila y Catalina, quienes tiernamente le mandaban saludos y le contaban que habían cocinado una tarta de fresas, además de lo gracioso que había sido dejar a Anastacia lavando los trastos sucios.
Al parecer en casa todo iba normal, genial, tranquilo, y Jimin comenzaba a extraña estar ahí, rodeado de sus lindas hermanas, siendo mimado por todas, siendo un bebé. Era duro madurar, le costaba mucho y no lograba aún afrontar las situaciones que lo rodeaban ¿Cómo alguien como él podría enfrentarse a alguien como Seokjin? No entendía aún porqué Seokjin se empeñaba tanto en su contra, no sabía bien qué era eso que había hecho enojar tanto a esa persona, menos entendía porqué había agredido a su propio hermano, y, además, le asustaba lo que antes le había hecho a Taehyung, como si se tratase de una persona sin ningún límite marcado a lo largo de su vida, asustaba, asustaba mucho.

****Recuerden que Jimin suele hablar formalmente, sólo una vez habló informal y fue para enfrentar a Jungkook dhssk, lamento si está mal redactado, lamento haber demorado siglos, lamento toooodooooo:'(****