-Ya... Jiminie es demasiado -se quejó Leslie antes de seguir masticando.
-¿Sí, cierto? -arrugó su nariz y acarició su panza, Luciana. Ambas le dedicaron una mirada de malestar a su hermanito.
-Opino lo mismo -se unió a la causa con Hyorim en brazos, Cameron, caminando hasta las otras dos y observando al único chico de la familia, quien se mantenía sentado en el sofá, sus manos entre sus piernas, la cabeza gacha, un puchero pronunciado en sus labios y el silencio incomodándolo. Las trillizas suspiraron molestas.
-En serio no puedo creerlo -dijo Luciana rodando los ojos- ¡Vicky, cocina algo delicioso por favor! -gritó con el ceño fruncido-. Eich, en serio -musitó alejándose de la sala, siendo seguida por las otras dos.
-¿Tu novio vendrá? -la pregunta entonada por dos voces infantiles lo hicieron mirar a las gemelas, quienes se sostenían de la mano. Sus cabellos estaban recogidos en coletas e iban vestidas con el mismo vestido, Camila de azul, Catalina de verde. Negó levemente con la cabeza y suspiró.
Mientras ellas hacían morros con sus labios y arrugaban la nariz antes de alejarse dando saltitos, Jimin pensaba en lo agotador que estaba siendo su estancia en casa durante aquel fin de semana. Amaba a sus hermanas más que nada en el mundo, se sentía aceptado y protegido, el problema era que, parecía ser que comenzaba a madurar, de otro modo no se explicaba cómo era que había terminado peleando con sus hermanas mayores, Cameron, Leslie y Luciana, las trillizas, cuando estas, juguetonamente, se le acercaron para jugar a maquillarlo, cosa que era divertida hasta hace un mes y unos tantos días.
-Ya, quita esa carita, bebé -la dulce petición de Meri lo hizo suspirar, ella se acomodó a su lado y acarició su cabello con suavidad.
-Nunca... nunca había peleado -susurró con cierto temor, Meri sonrió.
-Entonces debes sentirte mejor, Jiminie -rió-, por fin estás pasando bien por tu etapa adolescente -alzó su dedo pulgar frente al rostro de Jimin.
-Eso es verdad -asintió Sarah para sí misma, apoyando luego su mentón sobre la almohada entre sus brazos, había llegado de improvisto con sus pies descalzos, una escena completamente común.
-Pero se siente raro... -miró algo apenado en la dirección en la cual las trillizas se habían retirado- Yo siempre dejé que hicieran esas cosas porque era divertido, también me gustaba vivir de esa forma, ¿saben? Siendo un bebé -se sonrojó y cubrió su rostro, recordando sus actitudes y sintiéndose avergonzado, ¿cómo es que actuaba así con diecisiete? No es como si hubiese variado demasiado en las expresiones infantiles de su rostro, o en sus sonrojos inminentes, pero lo que se notaba claramente era que, su forma de pensar con respecto a algunos detalles era ahora completamente distinta. Era algo que había estado buscando, era por eso que había estado intentando ingresar a distintos internados o institutos masculinos y demás, de cierta forma, se sentía orgulloso de sí mismo. Pero eso no quitaba la pena que sentía por haber peleado con sus hermanas, no pensó que parte del proceso iba a involucrar peleas, pero las palabras de Meri lo calmaban un poco.
-¡Vamos a comer! -el aviso de Victoria los hizo levantarse del sofá y despertar a Sarah, quien se había dormido con su mejilla contra la almohada entre sus brazos, de pie frente a Jimin y Meri.
Se acercaron a la mesa y Jen se lanzó sobre el cuerpo de Jimin, siendo atrapada por este- Eres tan suavesito -murmuró haciendo al menor reír.
-No, ya no es suavesito, ahora es un hombresito -molestó Leslie con su nariz arrugada mientras se acomodaba junto a las demás sobre la mesa. Jimin tragó saliva.
-Deja de molestarlo, Leslie. Tampoco es como si estuviese obligado a jugar con ustedes -gruñó Anastacia, la mayor de todas, teniendo dos años más que las trillizas.
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Masculino {BTS-Vmin}
FanficJimin adora el rosado y a sus hermanas, nunca ha conocido ni hecho amigos hombres, todo su mundo gira en torno a féminas y colores en tonos pasteles. #428 en De Todo♡ #336 en De Todo♡ #862 en Fanfic☆ #710 en Fanfic☆ #568 en Fanfic☆ #404 en Fanfic☆ #...