Un abrazo reconfortante, un roce de manos y un par de semanas fueron suficientes para lograr que Park Jimin abriese los ojos y asimilase lo que le estaba ocurriendo:
Le gustaba Kim Taehyung, pero parecía ser un amor completamente imposible y unilateral ¿Por qué estas cosas le ocurrían? Justo ahora que comenzaba a vivir una experiencia tan loca como apartarse de su familia en un internado muy lejano a Seúl.
Él quería enfocarse al cien por cien en sus estudios, pero cada que leía su mente comenzaba a flotar en distintas escenas románticas en las que Taehyung y él eran los protagonistas eternamente enamorados. Escenas en las que se besaban, escenas cargadas de miradas afectuosas que en la mente de Jimin no se asimilaban en absoluto a las miradas de la vida real debido a que para Jimin, la mirada que Taehyung le dedicaba no expresaba más que amistad y aquello lo mataba por dentro, lo desgarraba, no lo dejaba respirar.
Ya no pintaba, pues si ponía sus manos a la obra terminaba creando imágenes amorosas, símbolos de amor y coloridas promesas. Incluso podría decirse que había perdido un poco el apetito. Y qué decir de Jungkook, que había intentado besarlo de improvisto.
En definitiva Park Jimin iba a estallar. Estallar de estrés, estallar en silencio, estallar sin sus hermanas. Demonios, cómo necesitaba un chocolate caliente, un dulce abrazo y un consejo femenino en estos momentos.
Salió de su habitación y cerró aquella puerta celeste con llave, metiendo esta luego en el bolsillo de su pantalón, y se dispuso a merodear por los pasillos del establecimientos; no sin antes fijarse que Taehyung no se encontraba cerca. Sus pasos eran, como siempre, lentos y pausados, sería una real tortura pedirle que se apurase en esos momentos, pues iba contando cada segundo que demoraba su pie en dar el siguiente paso y cuantos segundos demoraba el otro pie en levantarse y dar así el siguiente paso ¿Cómo alguien podría pedirle que se apure en una situación que meritaba tanta concentración?
-¿Jiminie? -oyó una voz a lo lejos, más no le prestó demasiada importancia y siguió en su ágil misión notando que era realmente lento: demoraba exactamente treinta y ocho segundos por cada paso dado, cosa que cualquier otro disminuiría quizá hasta un cuarto, algo así como 9,35 segundos por paso y tal vez incluso un poco menos si llevase prisa- ¡Jimin! -y ahí estaba esa voz nuevamente, pero esta vez se escuchaba más cerca y entonces chocó, chocó contra la pared blanca y se tambaleó hacia atrás, chocando nuevamente pero contra un cuerpo; se giró levemente y dio con el rostro de un divertido Seokjin.
-Hyung... -murmura avergonzado, sus mejillas sonrojándose.
-¿En qué estabas tan ocupado? Llevo horas llamándote -dramatizó.
-¿Horas? -preguntó impresionado, Ah... que inocente, pensó Seokjin.
-Sí, horas -sonrió- es broma, Jiminie -negó luego con la cabeza y le desordenó los cabellos anaranjados al menor- Sólo fueron un par de veces mientras tu caminabas a paso de tortuga observando tus pies ¿Qué hacías? ¿En qué pensabas?
Luego de aquel episodio en donde Jimin accidentalmente había terminado llorando frente a Namjoon y Seokjin, estos tres se habían vuelto más cercanos. Era una situación hasta cierto grado espantosa porque ¿Qué no había salido Jimin de su hogar para sentirse más independiente? Pues Namjoon y Seokjin no lo dejaban llevar esa vida desde hace dos semanas. Eran como dos hermanas más, igual de sobre-protectoras, igual de sentimentales.
-Yo... sólo recordaba que mi cumpleaños está cerca -mintió, bueno, medio mintió pues si faltaba poco para que cumpliese la mayoría de edad, pero no era lo que realmente hacía. "Treinta y ocho segundos" Recordó echándole una última mirada rápida a sus pies.
-¿De verdad? ¡Eso suena estupendo! ¿Haremos algo como una noche de películas con Namjoonie? -sus ojos se iluminaron y a Jimin se le hizo bastante gracioso, más sentía que sería de mala educación si se reía de él justo en sus narices, así que resistió el impulso de burla lo mejor que pudo cuando vio al mayor dar pequeños saltitos de emoción.
-Podría ser... -asintió sin terminarse de convencer de todos modos ¿Una noche de películas? Él pensaba más en algo como pedir autorización y viajar a casa para tener muchos regalos rosas y recibir once abrazos O, en lo posible, una cita con Taehyung y un pastel de chocolate. Pero claro, esa última idea estaba sacada de un cuento infantil, era obvio que eso jamás sucedería. Después de todo, la idea de una noche de películas no estaba tan mal, así, el día siguiente viajaría donde su familia y recibiría muchos regalos de todas formas.
-¡Genial! Y podría invitar a mi hermano ¿No? -esta bien, ya no sonaba como una idea muy razonable, de hecho, se le asimilaba a una pésima idea. Hizo una mueca de incomodidad, pero tosió para disimularla, Seokjin no sabía nada acerca de su querido hermano y Jimin no era quien para arruinar su imagen de perfecto y consentido bebé.
-Emmh... yo creo que... -mordió su labio inferior y entonces una mano se posó sobre su hombro logrando que diese un respingo, se giró rápidamente y sus mejillas se encendieron en un pasional rojo cuando sus ojos dieron con la sonrisa de Kim Taehyung- Hyung -murmuró sintiendo como miles de burbujas explotaban en su interior y sus nervios crecían a una velocidad impresionante haciéndolo sentir más torpe, sin control sobre sus expresiones.
-Hola Jiminie -saludó sin dejar de sonreír y revolvió sus cabellos como ya se le había hecho costumbre. Seokjin observaba en silencio, achinaba los ojos y analizaba aquella situación, sospechaba lo que ocurría pero no era momento de interrumpir. No aún.
-Bueno, luego seguimos viendo los detalles pequeño, debo irme -se despide sin esperar respuesta con una sonrisa en sus labios y apresura su andar: necesita hablar urgentemente con Jungkook.
-¿Detalles? ¿De qué hablaban? -pregunta con gran curiosidad asomándose en sus orbes, Jimin se siente sonrojar más aún si es posible y sus dedos se mueven inquietos comenzando a pellizcarse unos con otros.
-Mi... mi cumpleaños -susurra y alza la mirada con valentía.
Y volvió a suceder como muchas otras veces.
Ambos quedaron completamente perdidos en los ojos del contrario.
-¿Vas a celebrarlo aquí? -su voz se vuelve más grave y baja, un murmullo.
-Así parece, hyung -responde de la misma forma, apenas articulando las palabras.
-¿No prefieres salir de este encierro?
-¿A qué te refieres? -su corazón palpita cada vez con más ansias.
-¿Pasarías tu cumpleaños conmigo, Park Jimin?
****Les he fallado y de antemano les pido disculpas:( No se me ha hecho posible el darles una maratón, no tengo cabeza para actualizar esta historia, mis ideas son vagas y la imaginación se me va. No saben cuantas veces intenté actualizarles:( Pero apenas tenga mucho tiempo disponible trabajaré en esto, porque algún día tendrá que suceder, algún día les daré aquella maratón. Queda pendiente, se los prometo<3 Por ahora haré lo que esté a mi alcance para darles capítulos de buena calidad. Este quizás sea el más fome de todos:c pero de todas formas espero que lo hayan disfrutado.
Les dejaré mi númerito para que me den a conocer sus quejas o lo que sea, si quieren hablarme porque sí pues adelante, ya he dejado mi número en otros de mis trabajitos y muchxs se han animado a hablarme y se los agradezco un montón<3 Los y Las amo mis gentes bonitas<3 +56957363694****
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Masculino {BTS-Vmin}
Fiksi PenggemarJimin adora el rosado y a sus hermanas, nunca ha conocido ni hecho amigos hombres, todo su mundo gira en torno a féminas y colores en tonos pasteles. #428 en De Todo♡ #336 en De Todo♡ #862 en Fanfic☆ #710 en Fanfic☆ #568 en Fanfic☆ #404 en Fanfic☆ #...