Capitulo 8

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Emma

Una vez que los amigos de Regina se habían ido le pedí que se subiera al auto mientras hablaba un momento con Neal.

-Emma, ten cuidado con lo que haces o dices.

-Esta todo bien Neal solo quiere que llegue bien a su casa.

-No voy discutir ahora sobre tus verdaderas intenciones, solo ten cuidado.

-Ve a buscar el auto antes de que se haga más tarde.

-Como sea.

Lo vi alejarse y subí al Mercedes de Regina en silencio, esperamos unos segundos a Neal ya que nuestro auto se encontraba bastante alejado, en ese momento aproveche para pedirle la dirección de su casa y la escribí en mí GPS segundos más tarde Neal comenzó hace señas de luces detrás de nosotras, arranqué el auto y me abrí camino al centro de la ciudad. Me quedé perdida en mis pensamientos un buen rato, sabía que Regina no tenía la culpa de nada y Neal tenía razón ella no sabía a quién se parece y de cómo me afectaba la situación pero no podía evitar la irritación que me provocaba saber que estaba casada y que aún así me había buscado durante tres semanas después de haberlo conocido en una fiesta. Seguimos el viaje en silencio un buen rato no sabía cuánto tiempo iba a soportar la incomodidad, vivía más lejos de lo que creía desde el bar a su casa teníamos casi cuarenta minutos de viaje. Suspiré y seguí concentrada en la ruta tenía miedo de mirarla, no sabía qué decir actúe de manera impulsiva y no tenía ninguna excusa para mí comportamiento inapropiado después de un rato me habló en voz baja pero no logré entender lo que decía así que le pedí que me lo repitiera una vez más.

-Gracias, por llevarme.

-No hay problema.

-No tenías porque hacerlo.

-Claro que si, no estás en condiciones de manejar y tus amigos no se veían con intenciones de evitar que lo hicieras.

No pude evitar contestarle de mala manera el hecho de pensar que iba a volverse sola a su casa en su estado me volvía loca. Está de más decir que se puso a la defensiva por mi comentario pero estaba en todo su derecho de hacerlo yo simplemente era una desconocida.

-No tienes idea de lo que hablas.

-Claro que si, estaba ahí y vi como te dejaban ir sin más.

-Kathryn no iba hacerlo es mi amiga y se preocupa por mi.

-Si tu lo dices.

Contesté irónicamente sin poder evitarlo, dos segundos después me estaba arrepintiendo de mis palabras. La miré de reojo, estaba roja de la ira y sumado a la cantidad de alcohol que tenía en sus venas provoque que su lengua se aflojara.

-¿Que pasa contigo? ¿ni siquiera me conoces y ya crees saber lo que es mejor para mí?

-No estoy diciendo que es lo mejor para ti.

-Entonces por qué actúas así apareces de la nada echando a mis amigos y llevándome sin permiso.

-Yo no oí quejas ni alguna negación porque lo hiciera además acabas de agradecerme porque te estoy llevando ¿Quien te entiende?

Gruño molesta y se cruzó de brazos girando el rostro  hacia la ventanilla. Creí que la discusión había terminado pero comenzó hablar de nuevo.

-No eres quien para decirme lo que debo hacer.

-Lo sé y no fue mi intención solo me preocupe. No soportaría que algo malo te suceda.

Eso último fue un pensamiento que se me salio, maldecí internamente por lo idiota que había sido. Regina se giró rápido y me clavó la mirada.

A God loves only once - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora