Henry
En el momento que mi madre salió por la puerta me volví hacia Regina con una sonrisa. Ruby y ella fruncieron el ceño ante mi expresión, sin dar explicaciones tome la daga que estaba sobre la cama y luego la mano de Regina para comenzar a caminar hacia la puerta.
-Henry…
-No hay tiempo, Ruby ve a buscar a David necesito hablar con él antes de que partan a buscar a Hades. Dile que nos encuentre en el jardín.
-Bien.
Sin cuestionar nada Ruby salió por el pasillo en la dirección opuesta a la muestra, arrastre a Regina hacia los jardines ignorando sus preguntas no había tiempo teníamos que actuar rápido.
Nadie sabía a excepción de mi madre por supuesto mi escondite secreto, bajo el manzano existía un refugio subterráneo donde guardaba todos mis objetos mágicos. A medida que fui creciendo y obteniendo la sabiduría para convertirme en un hechicero sanador Emma decidió que debía tener un lugar donde guardar mis cosas.
Llegamos al jardín y nos detuvimos frente al árbol.
-Henry por favor puedes responder alguna de mis preguntas.
-Todo a su tiempo lo prometo.
Abrí la palma de mi mano en dirección a las raíces del manzano y una compuerta comenzó abrirse separando en dos la tierra. Regina abrió los ojos sorprendida de lo que estaba ocurriendo, antes de que pudiera decir algo más David y Ruby se hicieron presentes.
-Henry… ¿Qué diablos es eso?
-Aquí no síganme.
Los tres asintieron un poco desconfiados pero me siguieron sin cuestionamientos.
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Emma
-Bien Robin te escuchó.
-Solo quiero disculparme por decirle a Regina.
-Esta bien era lo mejor, no creo regresar de esta misión. Tarde o temprano debía decirle.
-Pero no tiene que ser así.
-Sabes muy bien que no hay opción. He pensado en todas las posibilidades pero mientras yo siga con vida “El” encontrará la manera de volver, siempre lo hace.
-Dime entonces de qué manera puedo ayudar.
-Mantente con vida y vuelve con Regina, sigues siendo su guardián, depositó su vida en tus manos.
-Será un honor, prometo que la cuidare con mi vida.
-Eso espero.
En ese momento Neal entró a la sala con Morfeo tras sus talones. El castaño me miró apenado parecía sentirse mal por nuestra discusión mientras Neal me sonreía con nostalgia.
-¿Porque estás levantado? Casi te mueres deberías estar recuperando fuerzas, en especial con lo que se avecina.
-Estoy mejor, no necesito descansar. Henry le dió a Neal un tónico para que me recuperara rápido y debe decir que funcionó de maravilla, tu hijo tiene grandes habilidades.
-¿Henry te dió un tónico Neal?
-Emma, no es momento de ponerse en estado de madre protectora.
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A God loves only once - Libro 1
FantasíaEmma, La Diosa de La Luna perdio a su gran amor miles de años atras, por decisiones tomadas en su pasado termino viviendo en nuestro mundo como una simple mortal. Un dia inesperado los fantasmas del pasado volvieron para atormentarla, ¿estará en con...