A God loves only once - Libro 1

Capitulo 37

Punto de vista de nadie.

Hades y Corra habían logrado escapar de la lucha, aunque maltrechos, dejando atrás los cuerpos sin vida de Jones y Emma. Algunos demonios que se habían hecho presente para ayudar a su propósito también habían desertado.
Cora que se encontraba en peores condiciones que el Dios del Inframundo decidió hacer caso omiso a sus dolores y cedió a su petición siguiéndolo, no era momento para cuestionar sus decisiones, aunque por dentro sentía que no debían haber escapado de la escena sin asegurarse que Emma realmente estuviera muerta. Por alguna razón sentía un mal presagio.
Después de escapar del templo, llegaron a un lugar desconocido para la mujer, el portal que se abrió frente a ellos mostraba un jardín abandonado. Hades sin voltear a verla le indico que lo siguiera, salieron a una calle lateral donde varias personas caminaban de un lado a otro sin percatarce de su presencia. Unas pocas cuadras después detuvieron un taxi y se subieron.
El taxista se volvió a verlos con el ceño fruncido.

-¿Stanno bene, Hai bisogno di aiuto? (¿Están bien, necesitan ayuda?)

-Non c'è bisogno, portaci in Vaticano. (No es necesario, llevanos al Vaticano)

Cora no necesitaba saber Italiano para entender que Hades le indico al taxista que los llevará al Vaticano. El hombre alzo los hombros y se puso en camino. La situación se volvía cada vez más extraña. ¿Que iba hacer un Dios grecorromano en la sede principal del Cristianismo?.
Media hora después el taxi se detuvo a unas cuadras del Vaticano, no podía llevarlos a la entrada ya que ese día el Papa estaba por dar una misa en la plaza principal, por lo cual el lugar estaba vallado por unas cuadras a la redonda.

-¿quanto costa?

-10 euro.

-Pagale.

-No tengo Euros.

-Solo dale 10 dólares, vale mucho más que su insignificante moneda.

Cora asíntio y me entregó el dinero al taxista, que invoco una gran sonrisa y asunto agradecido. Sin decir nada más Hades salió del taxi arrastrando a Cora con el.

Habían pasado varios minutos desde que habían entrado al Vaticano, al parecer estaba equivocada Hades conocía el lugar a la perfección, yos guardias que los habían recibido lo reconocieron de inmediato y los llevaron atrás vez del lugar dejándolos solos en las catacumbas del ala izquierda del templó.
Después de lo que pareció una eternidad un hombre de no más de 30 años apareció, con las manos en los bolsillos y una sonrisa complacida se acercó a ellos. Dos guardias que lo habían acompañado al lugar se despidieron y los dejaron solos. Una vez que el hombre se acercó lo suficiente a ellos cambió su semblante calmo a un profundo ceño fruncido con un dejo de molestia.

-Hades, ¿Porque no veo el cuerpo de mi padre y Emma contigo?

Dijo el moreno en un tono endurecido, ya estaba bastante molesto por su pequeño intercambio con la morena de ojos jade. Que al ver al Dios demacrado y sin los cuerpos que le había pedido, le estaba haciendo perder la paciencia.
El Dios alzó el mentón demostrando que su tono molesto le era indiferente y contestó con soberbia.

-Estan en el templo, pero no te preocupes Beck nos aseguramos de que estuvieran bien muertos antes de salir de ahí.

Cora frunció el ceño y no pudo evitar mirarlo, pero se recompuso rápidamente tratando de despejar cualquier tipo de duda, no sabía quién era ese hombre, pero claramente era igual o peor que Hades y no estaba dispuesta a descubrirlo.
El moreno no pasó desapercibido el movimiento y sorpresa de Cora, al escuchar la palabra de Hades y entrecerró los ojos.

-¿Me estás diciendo que te fuiste dejando a mi padre y Emma atrás?

-No hay nada de que preocuparse, eran cuerpos inútiles sin vida.