Capítulo 10

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Cora Flashback

Llegué a mi despacho con Jones detrás de mí, cuando estaba entrando la secretaria me informó que la cita de las seis ya estaba esperando, mi fiel lacayo abrió la puerta para dejarme entrar primero. El señor Scarlett estaba de espaldas mirando por la ventana, al oírme llegar se volteo a verme.

-Toma asiento será rápido.

Me senté mientras lo invitaba hacer lo mismo en la silla frente a mi escritorio, Jones como siempre se paró a mi lado con sus brazos cruzados.

-Bueno días Cora… Buenos días ¿quieres algo de tomar Will?… No, Cora muchas gracias no tienes porque molestarte.

Gire los ojos ante su ironía. odiaba tener que tratar con criaturas como él, se creen inteligentes cuando solo eran unas bestias devora almas.

-Seré breve.

-Bien te escucho.

-Necesito que secuestres a mi hija.

Abrió sus ojos tan grande que parecía que se le saldrían de la cabeza.

-¿Que? ¿Porque?

-Son órdenes del Señor.

-Pero es tu hija.

-¿Y desde cuándo un maldito demonio se preocupaba por la vida de una joven?. La semana pasada no lo vi muy preocupado cuando secuestró a esa chica, si no fuera por la interrupción de la diosa estoy segura que no la hubiera dejado con vida- pensé.

-Sólo haz lo que se te ordena ¿está claro?

-Bien. ¿Cuando quieres que lo haga?

-El lunes por la mañana, te enviaré con Jones todos los detalles ahora vete.

Se levantó sin decir mucho más y mi lacayo lo acompañó hacia la puerta cuando la cerró se giro a mi con el ceño fruncido.

-Podría haberlo hecho yo.

-No quiero correr riesgos, si Emma se entera al primero que buscará es a ti.

-No sabe que estoy con vida.

-Este fin de semana lo sabra, daré una fiesta y pretendo que este ahi.

-¿Qué planeas?

-Sólo sigo órdenes.

Lo que realmente no podía decirle es que la intención de que él estuviera no era Emma, si no Milah. Ella también estaría allí.

Fin del flashback

La voz de Regina me volvió a la realidad, dejó una taza de café delante de mí y me miró con el ceño fruncido.

-¿Estas bien?

-Si.

Respondí cortante aunque tratara de evitarlo la presencia de la Diosa en la casa de mi hija me había dejado muy inquieta, todo indicaba que estaban un paso delante de nosotros y a mi señor no le iba a gustar nada cuando lo supiera.

-Bien entonces ¿por qué harás una fiesta?

-Hemos subido las acciones en la bolsa ¿no te parece motivo para festejar?

-Supongo.

Escuchamos la puerta de entrada, suspiré molesta como siempre Robin llegaba en los momentos más inoportunos parecía que tenía un localizador que le indicará cuando estaba alrededor de Regina, jamás podía estar más de diez minutos a solas con ella sin que él apareciera de la nada. Entró a la cocina y fingió sorpresa aunque sabía perfectamente que estaba allí.

A God loves only once - Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora