Capítulo 7

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La mañana transcurrió con relativa tranquilidad una vez que Regina dejó en claro que Hook no iba a participar en nada que tuviera que ver con asuntos oficiales y, mucho más, al asegurarse que no iba a poder acercarse ni a la sombra de Henry vista desde la ciudad vecina. Si ese idiota cree que por acostarse con la salvadora va a corromper a mi hijo está terriblemente equivocado. ¡Antes lo mato con mis propias manos y al diablo con todo!

Como era domingo, la reunión se hizo en casa de Regina, donde decidieron juntar a los posibles ayudantes, así que para media mañana ya estaban casi todos los elegidos por los Charming y la Alcaldesa. La primera en llegar fue Ruby quien desde el viernes, tras una reunión oficial con Regina, era la nueva Guardabosque de Storybrooke. Minutos más tarde, un dubitativo Robin Hood fue recibido por una Regina imperturbable que lo hizo pasar con fría amabilidad al estudio. La última persona en llegar fue Tinkerbell, la elegida de la Alcaldesa.

Sorpresivamente, Robin decidió rechazar el puesto de ayudante de Sheriff y solicitar el de ayudante de Ruby sin que nadie se opusiera. A continuación, se debatió si los guardabosques deberían depender directamente de la Alcaldesa o del Departamento de policía, finalmente, se decidió que debían depender de la oficina del Alcalde, pero que en caso de necesidad trabajarían junto al Sheriff, siendo éste quien impartiera las órdenes.

Tinkerbell aceptó gustosa el trabajo de ayudante, ya que bajo ningún punto de vista pensaba encerrarse en el convento con las hadas. Más aún después de la noche que había pasado con Ruby tras la sesión gratuita de porno que Regina y Emma les habían regalado la noche anterior. Y no es que ella quisiera tener una relación con la mujer lobo, nada que ver, pero ambas decidieron que bien podrían ser amigas con derecho a roce cuando tuvieran ganas de un poco de sexo y diversión.

Una vez cubierto los puestos, Regina extendió un mapa del pueblo sobre la mesa para empezar a organizar la búsqueda del supuesto Yeti. Todos estuvieron de acuerdo cuando Emma impartió la orden de que nadie, por ningún motivo, se interne solo en el bosque. En caso que una persona debiera hacerlo, debería avisar a alguno de los presentes y esperar a que llegue, para de esta forma evitar quedar en inferioridad de condiciones frente a un posible ser mágico. Regina se comprometió a comprar y repartir Handies para que todos puedan estar en contacto en cualquier momento y en cualquier lugar.

Impartidas las órdenes, todos empezaron a levantarse para comenzar inmediatamente con su parte del trabajo, salvo Robin, quien se acercó a Regina y le pidió hablar. Regina aceptó y le indicó que la espere en la sala de estar, todo esto bajo la atenta y desconfiada mirada de Emma, quien se quedó firmemente sentada en la silla con los brazos cruzados y una expresión terca en el rostro.

"¿Se le olvidó algo, Sheriff?" Inquirió Regina con frialdad.

"Me parece que tenemos cosas para hablar, Regina."

"Le parece mal, Miss Swan. Le voy a pedir que vaya a cumplir con sus obligaciones."

Emma se levantó de la silla y se acercó a zancadas hasta pararse a centímetros de Regina. "Esto no termina acá, Regina. Vamos a hablar, si no hoy, mañana o pasado, pero lo vamos a hacer." La mujer se giró hacia la salida, pero se detuvo al lado de la Alcaldesa y le preguntó en voz baja. "¿Querés que me lleve a Robin con alguna excusa?" Regina tragó saliva y negó levemente con la cabeza.

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Regina se acercó a la sillita de manos donde un Neal ensimismado con sus manos reposaba haciendo ruiditos con la boca, cuando vio a la mujer abrió los ojos excitado y comenzó a agitar sus extremidades. La morocha sonrió encantada con la reacción que tenía el bebé cada vez que la veía, no dejaba lugar a dudas que la adoraba y ella no podía negar que una pequeña parte de su alegría se debía saber de quién era hijo la criatura. El pequeño Charming prefería a la Reina Malvada antes que a su encantadora familia. Porque la verdad sea dicha, por más que la relación con Snow esté en una etapa amigable, Regina seguía disfrutando de este tipo de cosas. La Reina Malvada siempre viviría en un rinconcito de Regina.

Del odio al amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora