Del odio al amor

Capítulo 22

Agunos de los temas que escuchaba mientras escribía este capítulo Anything for you de Gloria Estefan; Sorry seems to be the hardest word de Joe Cocker; Another love de Tom Odell; Total eclypse of the heart de Bonnie Tyler; Don't Speake de No doubt.

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"¡Si quieren ver al principito con vida, más vale que vayan juntando un rescate!" Neal soltó un gritito tan indignado que hizo reír a carcajadas a su madre.

Regina sonrió y sacando su voz de Reina Malvada amenazó: "¡Quieta, no des ni un paso más, si no querés que te transforme en sapo!" Lo que pasó a continuación pareció ocurrir en cámara lenta, pero en realidad ocurrió en dos pestañeos.

Una chica rubia que estaba delante de Emma se dio vuelta sobresaltada y lanzó algo hacia ella, la Sheriff actuó por instinto y desapareció en una nube de humo para aparecer unos diez metros detrás de las mujeres. Lamentablemente, lo que sea que salió de las manos de la mujer, le dio a su madre en pleno pecho.

Snow jadeó llevándose las manos al corazón mientras caía. "¡Snow!"Gritó Regina atrapándola y sentándose en la nieve con la princesa en su regazo.

"¡Mamá!" Gritó Emma corriendo hacia ella.

"¡No Emma!" Jadeó Snow. "¡No te acerques!" La mujer no quería a ninguno de sus hijos cerca de la jovencita que los había atacado.

"¡Lo siento!" Lloró Elsa. "¡No fue a propósito, no puedo controlar esta maldición!" Declaró mirando horrorizada sus manos.

Regina levantó la cabeza para eliminarla, pero al ver la consternación en su rostro se detuvo. "¡Emma, no te acerques más! Andá a buscar a Charming!" Al ver que la Sheriff dudaba ordenó. "¡Ahora Emma! ¡No pierdas tiempo!" La mujer dirigió una última mirada a su madre y desapareció. La atención de Regina se dirigió a la otra rubia. "Niña, ¿cómo te llamás?" Elsa no respondió, seguía mirando sus manos y negando con la cabeza mientras lloraba sin parar. "¡Hey, Reina del Hielo! Te pregunté cómo te llamás." Demandó la Alcaldesa con su voz de líder.

La atención de Elsa se apartó de sus manos y clavó sus ojos azules en Regina. "E-Elsa." Tartamudeó.

"Elsa, necesito que respires hondo y pienses en cosas que te hacen sentir segura, tu casa, tus padres, un vestido, un lugar, lo que sea. ¿Entendiste?" La chica asintió con la mandíbula temblando. "Tenés que calmarte antes de que hieras a alguien más, ¿está bien?" La voz de Regina se había vuelto más suave.

Elsa se secó las lágrimas con las mangas del vestido y trató de hacer lo que la mujer le dijo, poco a poco sintió que se relajaban los hombros. "Funciona." Susurró mirando con asombro a la mujer.

"Por supuesto que funciona." Afirmó Regina. Inmediatamente miró a su alrededor y dijo lo más calmada que pudo para no asustar a la chica otra vez. "Quiero que todo el mundo se quede muy callado y alejado de nosotras, nadie se mueva."

"Regina." Llamó Snow, cuando la mujer la miró le sonrió apenas. "Q-quiero q-que m-me prom-metas que v-vas a c-cuidar de E-Emma."

Regina se sintió palidecer. "No digas pavadas, Snow."

"P-prometeme q-que v-vas a seg-guir hac-ciéndola t-tan f-feliz c-com-mo ahora."

Regina meneó la cabeza. "Sos la reina del drama." Intentó sonar sarcástica, pero la voz fue demasiado temblorosa como para lograr el efecto deseado.