Lexa estaba frente a ella, viendo esos preciosos ojos azules que no mostraban miedo. No tenÃa miedo de ella. Clarke no temÃa de la cercanÃa de Lexa, ni siquiera después de todo lo que habÃa hecho. Acarició su rostro con suavidad, Clarke estaba de rodillas, pero a Lexa no le importaba, solo se fijaba en su precioso rostro, aquel que tanto extrañaba.- Lexa...
Y con sus palabras Lexa se alejó dos pasos. ¿Qué demonios?
- Lexa, ¿qué hiciste?
Dos pasos más. No. No. No querÃa alejarse de Clarke, querÃa estar cerca de ella.
- Sobrevivir –murmuró, pero no era ella quien hablaba. Miró a su lado y ella estaba ahÃ, como si hubieran dos Lexa. Se veÃa en tercera persona, su mirada era frÃa mientras veÃa a Clarke.
- ¿Por qué la ves as� –Le preguntó a su doble, pero no la escuchaba.
- Y eso seguiré haciendo –vio un arma en la Lexa frÃa y se asustó.
- ¡¿Qué haces?! ¡Detente! –Intentó frenar el caminar de aquella Lexa, pero era como si su fuerza la hubiera abandonado-. No. ¡No lo hagas! ¡No quieres hacerlo!
- Solo sobreviviré, Lexa –le dijo su otro yo, apuntando a Clarke con su arma.
Sintió un frÃo recorrerle de pies a cabezas. Aquella Lexa no dejaba de apuntar a Clarke, su Clarke. Si la herÃa, se herirÃa a sà misma, pero esa Lexa no parecÃa entenderlo. ¿No veÃa que Clarke era su salvación?
- ¡No lo harás! ¡No puedes sin ella!
- Lexa... -el susurró de Clarke fue lo último que escuchó antes del feroz disparo.
Se levantó de golpe, con el cuerpo empapado de sudor y su corazón martilleándole el pecho. Respiró corta y rápidamente, sus pulmones clamando por aire luego de esa pesadilla.
Dos noches le habÃan dado de descanso luego del encuentro con los fallecidos guardias. Tiempo que Nia procuró que tomara para que su mayor tesoro en las peleas no fuera fácilmente eliminado del juego. La Reina del Hielo querÃa asegurarse que Lexa continuara con vida debido a su fama y a los clientes que atraÃa con su belleza juvenil y su fiero temperamento, era una mina de oro que se estaba encargando de explotar poco a poco.
Era hora de invitar a más gente a la Zona Muerta y que se maravillaran con la atracción que Lexa era para ella.
Una vez que consideró que Lexa estaba lista, la hizo volver a la arena. Ese dÃa se degustarÃa viendo la pelea, pero antes querÃa hablar con su pequeña salvaje Heda. Se regodearÃa en su miseria y además conseguirÃa hacer una buena cantidad de dinero gracias al esfuerzo de la chica que solo querÃa proteger a su amiguita.
- Heda –Nia la llamó desde su puesto, viéndola a lo lejos cómo se sacudÃa los hombros para la próxima pelea. Ya estaba en medio del cÃrculo de gente que clamaba su alÃas-. ¡Felicidades, has vencido tres veces en la nueva Zona Muerta! –Todos aplaudieron y silbaron en honor a ella, quien se extrañó por tal recibimiento por parte de Nia-. Esta batalla será... mmm... especial, por eso quiero dedicarte unas palabras antes.
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Ángel | La amiga de mi hermana (Clexa)
Hayran KurguLa mayoría de las veces, el proceso para descubrir tu sexualidad "diferente" a lo que la sociedad considera "normal" puede ser lioso, sobre todo cuando te enamoras de la persona más errónea en la faz de la tierra. Y no me refiero al sexo, eso es sol...