La mayoría de las veces, el proceso para descubrir tu sexualidad "diferente" a lo que la sociedad considera "normal" puede ser lioso, sobre todo cuando te enamoras de la persona más errónea en la faz de la tierra. Y no me refiero al sexo, eso es sol...
No, este no es el capítulo final. Se me alargó un poquito y prefiero actualizar pronto a hacerles esperar tanto tiempo.
Probablemente el 40 sí sea el último, pero ya no aseguro nada😂
Miraba por la rendija de las persianas al auto detenido frente a su casa, su dedo la mantenía bajada para mejorar su visión, la cual no se apartaba de la patrulla que la vigilaba. A ella y a Clarke, porque su rubia estaría siempre con ella... al menos hasta que todo eso pasara, más ahora que las aguas se encontraban turbias. Su hermana le había mandado un mensaje diciéndole que irían tras Nia, al lugar donde Costia había dicho que estaba, y aunque Lexa también quería ir y ver con sus propios ojos cómo encerraban a la Reina del Hielo, prefería esperar en un lugar donde Clarke estuviera segura. Ya una vez a Nia se le había ocurrido ir tras ella, no quería arriesgarse que volviera a pasar.
Habían preferido ir a la residencia de la menor, donde la policía les había dicho que estarían más seguras gracias a la vigilancia que podían mantener en el lugar. Lexa no estaba totalmente convencida, pero por la llamada de Niylah y su orden directa, decidió aceptarlo.
Se dio la vuelta, dejando de vigilar a la patrulla. De nada servía. Solo quería que todo esto acabara, tenía los nervios a flor de piel, y aunque intentara disimularlo en la estación, en su hogar se sentía con la libertad de al menos verse un poco preocupada.
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Clarke la veía en silencio desde el sofá cercano de la sala, esperando a que la chica fuera la primera en hablar, al parecer las palabras se le quedaban cortas, sin embargo, su ceño fruncido y su vaga mirada eran suficientes para demostrar lo agobiada que se sentía. La menor comenzó a caminar de un lado a otro, dando pocos pasos antes de volver, con sus brazos cruzados y la mirada clavada en el piso, a veces se mordía la uña del pulgar, claro gesto de los nervios que sentía.
Podría preguntarle el porqué de su nerviosismo si estaban seguras y ya solo era trabajo de la policía ir tras Nia Cold, la mujer que deseaba a Lexa para ser su peleadora como anteriormente lo había sido, pero era evidente que su preocupación era por lo que podría pasarles si no la agarraban. Rezaba porque fuera así, que se acabara toda aquella pesadilla de la que Lexa ni ella habían captado la magnitud. Antes de que Anya les confesara que mantenía una investigación junto con Niylah y el otro oficial, Nyko, ninguna se había percatado de que la sombra de la Zona Muerta seguía al acecho. Nia en silencio tramaba algo, después de la confesión de Costia lo sabían con seguridad.
- Preocupas a Bubba –le expresó a Lexa, señalando al labrador frente al pasillo. El pobre estaba dándole bastante fuerte al suelo con la cola, gimiendo con sus orejitas caídas hasta que Lexa lo miró y hasta pareció sonreír.
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