Capítulo 22

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-          ¿Estás feliz por irte a casa? –Le preguntó Finn mientras jugaba con los larguiruchos dedos de su amiga.

-          Sí. Luego de una semana en este sitio, creo que buscaré otro lugar donde pasar mis vacaciones –sonrió agachando la cabeza.

 Luego de una semana en este sitio, creo que buscaré otro lugar donde pasar mis vacaciones –sonrió agachando la cabeza

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Lexa estaba ansiosa por irse, pero no solo por llegar a su casa y ya está. Quería empezar su vida, retomar lo que había dejado en pausa en su estadía en ese hospital y terminar de atar los cabos sueltos. Habían muchas cosas que quería hacer y ninguna de esas podía hacerla desde la cama del hospital, o en los sillones para visitas, donde Finn y ella estaban ahora sentados mientras Anya terminaba de recoger las cosas.

Extrañaba un montón ver a Bubba, sentía que se había perdido todo su crecimiento y apenas había pasado una semana, pero para Lexa se sentían como años. Se animaba de solo pensar que ya no faltaba prácticamente nada para volver a lo que solo ella consideraría "normalidad".

-          No puedo creer que Jasper cayera en el pozo –recordó Finn mientras apretaba el dedo índice de Lexa.

-          Chicos, iré a buscar al doctor para que venga a hacerte un último chequeo –Anya señaló el abdomen de Lexa antes de irse. La menor no entendía para qué la retenían tanto tiempo ahí, pero sabía que algo había hecho su hermana para que eso pasara. Anya no quería correr el mínimo riesgo, tanto por su salud como porque Nia y los suyos seguían por ahí. Todos excepto Emerson, quien seguía detenido, y el resto que murieron en el fuego armado donde Lexa también salió herida.

Finn soltó su mano y fue sentarse en la cama, quedando un poco más lejos pero teniendo mejor acceso al frente de Lexa.

Su hermana y él habían ido a recogerla.

-          ¿Qué piensas sobre eso?

-          ¿Sobre qué? –Inquirió Lex.

-          Sobre lo de Jasper, obvio.

-          Pues que se lo merecía –Lexa no olvidaba que fue él quien la entregó a Nia.

-          Pues que se lo merecía –Lexa no olvidaba que fue él quien la entregó a Nia

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Ángel | La amiga de mi hermana (Clexa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora