La mayoría de las veces, el proceso para descubrir tu sexualidad "diferente" a lo que la sociedad considera "normal" puede ser lioso, sobre todo cuando te enamoras de la persona más errónea en la faz de la tierra. Y no me refiero al sexo, eso es sol...
Clarke no podía resistirse más. Apenas un día desde que conoció a Costia, la novia de Lexa, y visto su verdadera personalidad de perra.
Al principio había decidido apartarse por respeto a que Lexa estuviera en una relación, en una sana y estable que le hacía bien, pero ahora que sabía realmente quién era Costia... Pff, no había nada que la detuviera a hacer lo que de verdad quería, pero sobretodo, nada ni nadie le impediría asegurar que Lexa estuviera bien y definitivamente, eso no era estar junto a Costia.
Se plantó en casa de la castaña después de bañarse por haber salido del trabajo. Necesitaba verla y hablar con ella, contarle todo lo que había visto en Costia. Puede que no fuera mucho, pero al menos vio cómo era la chica a espaldas de Lexa y dudaba que esta fuera consciente de eso.
Le había mandado un mensaje avisándole que iría, pero nunca recibió respuesta de la menor, así que directamente fue y tocó el timbre en espera de que le abriera Lexa, pero para su mala suerte, no fue ella, sino su hermana mayor.
- Clarke, que sorpresa –Anya frunció un tanto el entrecejo sin esperarse esa visita-. Pasa.
- Hey, hola –entró y su amiga cerró la puerta tras ella-. ¿Está Lexa? –Nada de irse por las ramas, iba por lo que iba y ya está.
- ¿Lexa? ¿Qué quieres hablar con Lexa?
Dudó decirle, pero si Anya era la hermana mayor de la castaña y tanto quería protegerla, pues debía saberlo. Al cabo, tampoco era mucha información la que podía aportar, a lo mucho lo que había visto y ya está.
- Sobre su novia.
- ¿Costia?
- La misma –respondió viendo hacia las escaleras, esperando a que Lexa bajara por ellas.
- ¿Qué tienes tú que hablar de Costia con Lexa?
- Ayer fue al hospital por una pequeña herida que necesitaba puntos, la cosí y... pues... tuvimos un momento a solas.
- ¿Y...?
- En realidad, me gustaría hablar primero con Lexa de esto.
- Y una mierda –Anya la agarró por el brazo, exigiendo su atención-. No hablaras con Lexa de Costia, su novia. No pintas nada ahí, Clarke.
La rubia miró desconcertada la reacción excesivamente protectora de Anya hacia Costia.
- Pinto el papel de persona preocupada por Lexa –aclaró-. Tu hermana está con una chiquilla intragable y bastante perra, si me preguntas.
- ¿De qué hablas? Costia es buena chica y Lexa merece estar con alguien como ella, y sobre todo, con su edad.
- Agh, sabía que alguna mierda así ibas a decir –sacudió su brazo, soltándose del agarre de Anya y poniendo los ojos en blanco. Le exasperaba la actitud de su amiga-. Me haces sentir vieja, ¿sabías? Y tenemos la misma edad. ¡Apenas treinta! ¿Me crees un fósil o qué?
- ¡No he dicho eso! Pero para mi hermana si algo mayorcita eres –apuntó de mala gana-. Sabía que a ella le gustabas, esperaba que se le hubiera pasado con Costia, pero no tenía ni idea de que tú realmente le correspondieras, Clarke. ¡Es una niña!
- ¿Estás de joda? ¡Tiene casi veinte años! –Cerró los ojos y respiró hondo-. No vine a discutir eso. Vine a hablar con Lexa sobre lo que vi y nada más. ¿Está o no está ella aquí?
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