Strong {Zayn Malik}

Capítulo Doce "Calma Paula, calma"

Capítulo Doce

En ese mismo instante alguien entro en el baño.

-¡Paula ábreme!-.Gritó Noah dándo golpes a la puerta de la cavina. ¿Cómo sabía que estaba aquí? Vamos Paula, es tu mejor amiga, sabe todo sobre tí, volvió a susurrar mi subconsciente.

-¡No!-.Contesté intentando disimular mi voz llorando.

-¿E... estas llo... llorando...?-.Preguntó algo preocupada.

-No...-.Dije fuerte. Calma Paula, calma... me dije a mí misma.

-¿Me... me abres?-.Preguntó de nuevo. Poco a poco fui girando el seguro. Se lanzó y me abrazó. Un fuerte abrazo de mejores amigas. Comenzé a llorar de nuevo.-¿Por qué estás así?-.Preguntó apenada.

-E... es que...-.Suspiré. Poco a poco la fui contando todo lo sucedido con Zayn, y que nunca había llorado de esta manera por un chico. Ella escuchaba atenta cada palabra que emitía. Me volvió a abrazar.

-Eh, Paula, no pasa nada...-.Dijo.

-Pero es que además tú tenías razón, no me debería haber acercado a él-.Dije aún con alguna lágrima.

-Pero... cariño, el amor es así, te empieza a interesar una persona que no debería, después te lanzas y lo hablas por primera vez, y por último, te enamoras de la persona equivocada... ¿tú no has oído la frase esa que dice...? Un beso robado es más bonito que uno planeado... esa frase...-.Dijo.-Ai, pero no estés así, Zayn es un gilipollas si no te valora... Paula, tú eres una gran persona-.Añadió. La dí un abrazo.

-Gracias Noah-.Dije con los ojos llorosos.

-Eh, para algo están las amigas-.Dijo dándome un amistoso codazo.-Y ahora, límpiate la cara y vamos a clase que van a tocar ya-.Dijo con una medio sonrisa. Asentí con el mismo gesto.

Lleguamos a clase. Por suerte aún no había llegado nuestra profesora de historia. Tomamos sitio las dos juntas y posamos nuestros libros en la mesa.

Las clases terminaron al fin. Odiaba los miércoles, y los lunes, y los martes... Salí y mis dos hermanos me esperaban impacientemente en la entrada del instituto.

-¡Aleluya!-.Exclamó Peter.

-La próxima vez no te esperamos-.Dijo Olliver.

-Vale, vale, oye perdón ¿tanta prisa tenéis?-.Pregunté ya caminando con ellos para casa.

-¡Sí!-.Dijeron casi al unísono. Rodé los ojos.

Llegamos a casa. Mi padre todavía no había llegado dado que eran las 15:20. Sacamos la ensalada de pasta de la nevera que había dejado hecha y nos sentamos en la isla de la cocina a comerla. Había silencio en la mesa, hasta que llegaría un punto en el que empezaría a incomodar. Desde que llegamos a Bradford casi siempre era así, y me estaba empezando a hartar, nunca nos había pasado esto. Así que decidí romper el hielo.

-¿Qué tal en el instituto?-.Pregunté.

-Bien-.Contestó uno detrás de otro.

-¿Tú?-.Preguntó Olliver.

-Bien... supongo-.Dije.

Y eso fue la conversación que tuvimos en todo el almuerzo. Después, subí a mi cuarto a hacer los dichosos deberes. Matemáticas y estudiar historia. ¡Qué bien! (máxima ironía...). Llegó mi padre y terminé. Me duché y me puse el pijama. Eran las 20:13...

Espera un segundo... mi padre estaba en el salón muy ocupado viendo la televisión. Mis dos hermanos jugando a la Play y yo... ¡la carta! Me acordé. Bajé corriendo al despacho y abrí la puerta. Mierda.