Strong {Zayn Malik}

Capítulo Quince "La novia"

Capítulo Quince

-¿Qué?-.Preguntó desconcertada.

-¿De qué narices hablais?-.Pregunté completamente desorientada.

-Es que...-.Susurró Peter.-Emma es... la... novia de papá...-.Dijo. Mi rostro se puso aún más serio de lo que ya estaba.

-¿Qué?-.Pregunté.

-Lo siento Paula, pensaba que lo sabías, no quería que te enteraras así...-.Dijo Emma.

-¿Y Olliver? ¿Lo sabe?-.Pregunté.

-No...-.Contestó Peter. Emma permanecía callada.

-Eh... Peter... mejor vamos a curarte esto...-.Añadió tímidamente Emma.

-Sí...-.Contestó.

¿Emma? ¿Médico? ¿No había otra? ¡Noo! ¡Tiene que ser la plástica esta! ¿Y por qué lo sabía Peter y Olliver y yo no? ¿Por qué? ¿Era por eso los dolores de cabeza? ¿Las llegadas a casa tarde? ¿El constante cansancio? ¿Que se iba todos los días a fornicar con la barbie esta? Dah... miles de pensamientos de odio hacia mi padre y Emma daban vueltas en mi confusa cabeza. ¿Cuánto tiempo llevaban juntos? ¿Por qué no me lo ha querido contar?

"Emma" terminó de curar las recientes heridas de Peter.

-Bueno Peter, pues, ya estás-.Dijo Emma. Este asintió y se levantó de la camilla donde estaba sentado. Ella me miró con una media sonrisa.-Un gusto conocerte, Paula-.Concluyó.

-Adiós-.Contesté con una sonrisa tan falsa como la suya.

-Adiós Emma-.Añadió mi hermano.

-Adiós Peter, ¿cuidate bien eh?-.Dijo Emma. Éste asintió sonriendo. Salimos de la enfermería sin pronunciar ni una palabra. Lo acompañé hasta su clase. Después llamé a la mía.

-Pase señorita Beckenbauer-.Pude escuchar la chillona voz de mi profesora de literatura. Obedecí tras la atenta mirada de todos mis compañeros. Me dirigí a su mesa para justificarle mi ausencia. Justo cuando fuí a abrir la boca me interrumpió.-Siéntese, ya me lo han explicado-.Añadió. Asentí y me senté al lado de Noah.

-¿Dónde estabas?-.Susurró Noah.

-Pue...-.Dije

-Señorita Beckenbauer, ¿quieres volver al rectorado?-.Preguntó. Suspiré. Esperé a que desviara su mirada.

-Ya te contaré-.Susurré. Asintió.

Zayn no estaba en esta clase, no me tocaba en ninguna más con él. Creo.

Cuando llegara a casa, estaría dispuesta a pedir explicaciones razonables a mi padre. ¿Por qué se lo han contado a Peter? ¡Si es el más pequeño! ¿Y por qué a nosotros no? Esta tarde mi padre estaría en un interrogatorio. ¿Cuánto tiempo pretendía guardar esta farsa? ¿Hasta cuándo? Tarde o temprano ambos nos íbamos a enterar, y llegó el día, aunque sólo uno de nosotros. ¿Cómo reaccionaría Olliver? Mil y un preguntas albergaban mi estúpida cabeza inconcentrable.

Acabaron las clases. Peter y yo se lo contamos todo a Olliver. ¿Que cómo reaccionó? Pues, se quedó practicamente en blanco. Hasta que volvió a la tierra y no pronunció apenas una palabra en todo el camino. Su rostro parecía decepcionado, y a la vez enfadado. Lo entiendo. Al fin y al cabo, él es el mayor, en quien más debería confiar mi padre. No en un crío de trece años. Pero, quizá sea porque es el más maduro, el que mejor se lo toma de los dos hermanos. ¿Y a mí? ¿Por qué no me lo contó? La verdad, yo también estaba decepcionada, al fin y al cabo, soy la chica, y mi padre siempre a confiado en mí. O eso creía. Quizá en estos temas no, nunca había vuelto a tener novia hasta hoy. Por lo menos eso pensaba yo. Siempre había antepuesto a mi madre como la mejor de todas. Casi no la recuerdo. Ya que, era demasiado pequeña para acordarme de ella. Una de las pocas cosas que recuerdo era su sonrisa, su preciosa sonrisa. Mi madre era la mejor del mundo. ¿Por qué nos tuvo que dejar? ¿Por qué murió?. Mi padre ya había superado esa faceta, todos la habíamos superado. Pero, al menos si nos hubiera presentado a Emma, no nos lo habríamos tomado tan mal, aunque sí algo.

Llegamos a casa, el último en entrar fue Olliver, que dió un portazo y fue directo al despacho. Casi todos los viernes mi padre llegaba más pronto de lo normal, así que, copiamos a Olliver y fuimos hacia el despacho. Entramos. Olliver estaba en silencio. Me puse a su lado ante la mirada de nuestro padre. Mientras que Peter se sentó en una silla.

-¿Ocurre algo chicos?-.Preguntó mi padre extrañado mirándonos a Olliver y a mí.

-Tú sabrás-.Dije.-¿No nos tenías que contar algo?-.Pregunté. Él miró a Peter. Este elevó los hombros. Nos volvió a mirar.

-No sé de qué estáis hablando-.Contestó. Olliver parecía calmado.

-¿Ah no?-.Pregunté. Negó.-¿No te suena una amiga que se llama Emma? ¿O mejor debería decir novia? Ya sabes, enfermera, una barbie a toda regla-.Este nos miraba perplejo.

-¿Peter se lo has contado?-.Preguntó mi padre. Peter negó.

-No, no nos lo ha contado él-.Dije.-¿Cuánto tiempo pensabas esconderlo? ¿Cuánto papá?-.Pregunté. Se levantó.

-Mirad... Emma es muy buena, es guapa, amable, maja, es un cielo de mujer, ¿no creéis que es hora ya?-.Preguntó.

-¿Por qué no nos lo contaste?-.Preguntó ahora Olliver. Mi padre suspiró.

-Verás, no sabía cómo os lo tomaríais, y menos tú Paula-.Argumentó.

-¿Yo?-.Pregunté.

-Sí, hija, tú querías mucho a tu madre, igual, al ver que... bueno, que estaba con Emma, te habría molestado, y no me quería arriesgar a perderte-.Dijo.

-¿Y por qué a Peter?-.Preguntó Olliver.

-Él se enteró por sí mismo, un día, nos vió, y, comenzó a sospechar, hasta que preguntó y no tuvimos más remedio que decirselo-.Dijo.

-¿Creías que esta era la mejor manera? ¿Enterándonos por terceros?-.Pregunté.

-No... lo siento, de verdad, prometo deciros todo de ahora en adelante-.Contestó.

-No es tan fácil papá, Emma sigue existiendo-.Añadí.

-¿La conocéis?-.Preguntó.

-Yo sí. Olliver no-.Dije. Asintió.

-Bueno, pues... os la presentaré, ¿qué os parece si la invitamos el domingo a comer?-.Preguntó mi padre. Rodé los ojos.

-Vale-.Contestó Peter.

-¡Genial!-.Contestó mi padre.-Pues... la llamaré-.Añadió. Chasqueé la lengua. Suspiré y me fui a mi cuarto.

Entré y me tiré mirándo al techo en la cama. Dah. Qué asco. Sí, se que no me ha hecho nada, pero... simplemente no me cae bien. No es de mi agrado. Dah. Si casi podía pasar por ser mi hermana mayor. ¿Madre? Nunca. Nadie la reemplazaría.

-Hola-.Apareció Olliver por mi puerta blanca.

-Hey-.Saludé.

-Sigo molesto-.Dijo. Me incorporé.

-Y yo...-.Dije.-Cuando veas a la Emma esa...-.Añadí con asco. Rió.

-¿No te cae bien?-.Preguntó.

-¡Pero si podía pasar por hermana nuestra!-.Exclamé. Rió de nuevo.

-No seas exagerada-.Dijo aún riéndo.

-¡No lo soy!-.Contesté. Llamaron a mi móvil. Número desconocido. Contesté ante la mirada de Olliver.

-¿Si? Ai, hola. Aha. Em... Un segundo... Emm... sí. Y... y yo... Vaale. Adiós. Jajajajajajaja-.

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