Strong {Zayn Malik}

Capítulo Veintisiete "La búsqueda"

Capítulo Veintisiete

Un joven castaño apareció en el marco de la puerta mirándonos desconcertadamente.

-¿Liam?-preguntó extrañado.

-Eh, Jake-se saludaron.

-¿Pasa algo?-preguntó el chico.

-Necesitamos hacerte una pregunta-dijo Liam.-Estas son Paula y Aëria-nos presentó. Tomó asiento en una de las cómodas sillas.

-Bueno... ¿qué pasa?-preguntó seguidamente a la vez que se sentaba.

-Cariño, quieren saber dónde vive Austin-añadió Alhana.

-¿Austin?-preguntó él.

-Sí, él puede saber dónde se encuentra mi novio-dije.

-¿Tu novio? ¿qué le pasa?-preguntó desconcertado.

-Verás, no sé dónde está mi novio, no recibe mis llamadas, ni sé dónde vive, sólamente quería saber dónde está, si está bien-expliqué. Asintió.

Dios. Me estaba volviéndo loca. ¿Cuándo había llegado a este punto de la vida en parecer una maldita acusadora? Joder. Me estaba volviéndo una controladora por querer saber dónde estába mi novio, si estába bien.

-Bueno, Austin vive aquí, en Bradford, a las afueras. Si quieres te doy la dirección-dijo amablemente.-Es probable que no lo encuentres en casa, viaja mucho, demasiado, debido a su trabajo.

¿Me estaba diciéndo que Zayn había estado en Bradford y ni si quiera se había dignado a visitarme? Porque había visto al tal Austin en Bradford, como él mismo dijo, se había encontrado con él.

-¿En qué trabaja?-preguntó esta vez Aëria.

-Ni la menor idea, sólo sé que viaja mucho, se pasa la vida fuera, te va a ser difícil hablar con él si es lo que pretendes-dijo Jake. Cogió una hoja y comenzó a escribir algo. Me lo tendió en la mano.-Toma, esta es la dirección.

-Gracias.

-Bueno, será mejor que nos vayamos-se pronunció Liam al cabo de unos minutos. Asentimos.

-Gracias de nuevo-agradecí. La pareja sonrió. Nos despedimos y nos fuimos en el coche de Aëria.

(...)

-Entonces, ¿mañana vamos a donde el Austin?-dijo Aëria ya en la puerta de mi casa.

-No Aëria, mejor vamos este fin de semana, ya hablamos ¿vale?-dije. Asintió. Me despedí y entré en casa.

Miré la hora. Eran las once de la noche. Abrí lentamente la puerta. Me asomé al salón, del que provenía la luz que sería la televisión.

-Buenas noches papá...

-¿Dónde estábas Paula?-preguntó serio.

-Um, con una amiga... ha.. haciéndo un trabajo...-contesté tímidamente.

-¿Un trabajo? ¿de qué?

-De... matemáticas, tenía que ayudarla con unos ejercicios...

-¿Matemáticas? ¿tú? Pero si se te dan mal.

-No... este tema no...-dije intentándo sonar convencidamente.-Papá, tengo sueño, voy a la cama.

-Está bien. Hasta mañana.

-Hasta mañana...

Subí rápidamente a mi cuarto. Esto no había acabado, seguramente mañana me hablaría de esto más tranquilamente. Me cambié y me sumergí en la cama intentándo entrar en calor en mis frías sábanas.