Strong {Zayn Malik}

Capítulo Treinta y dos "Desconectar contigo"

Capítulo Treinta y dos

¿Cómo podía haber olvidado a mi mejor amiga? ¿y a mi mejor amigo? ¿y a los demás? Noah y Hazza. Como los quería. Gemma, la hermana de Harry, y mi buena amiga. Nialler, mi irlandés favorito. Aëria, mi peliazul rara. Luke... bueno Luke era Luke, no lo conocía de mucho pero... en fin... él era simplemente Luke.

Todavía no recordaba más que eso y sobre mi familia poco más, mi madre nos abandonó, estuve con ella y junto a mis hermanos y padre.

Poco a poco iba recordando pequeñas partes de todo, iba recuperando mi vida. Aunque todavía sentía un vacío es mi estómago, en especial cuando pensaba en el tal Zayni. ¿Quién coño era? Parecía un acosador, me había llamado más que las otras veces. Pobrecito, estaba pensando en contestarle, pero algo me impedía hacerlo.

Esta semanas todavía me habían prohibido asistir al instituto, pero pronto iría. Me estaba perdiendo gran parte de la matería, y si seguía así suspendería todas excepto la clase de Amy, arte, o no. El encontronazo inesperado pero alegre con Derek en las atracciones... Erika, no había vuelto a saber nada de ella. Mejor. Un día que Luke me llevó a tomar un helado, había recordado la vez que nos quedamos atrapados en la maldita atracción, casi moría de risa al recordarme como una histérica junto a Luke intentando calmarme.

Sí, bueno, todavía faltaban datos no rellenados de mi vida, pero estaba segura que lo conseguiría, poco a poco.

Estas últimas semanas habíamos estado todos muy unidos, en especial Luke y yo. No parecía muy tocado por la ruptura con Clover, aunque claramente sí que había tenido un tiempo algo sensible. También me había venido a visitar Derek, mi querido Thyssen, cómo lo había extrañado. ¿Angie? Bueno, he hablado alguna vez con ella, y nos hemos puesto al día, al principio no sabía quién era, pero poco a poco fui recordando a la que fue mi mejor amiga.

Me encontraba junto a Luke de visita por las bonitas calles de Londres. Uh, cuánto amaba la gran capital. Caminabamos de la mano, cruzando miradas e intercambiando sonrisas. Nuestra relación no estaba definida en nada todavía, pero como decía él "No sé que mierda somos, pero soy feliz a tu lado", nunca podré olvidar esa gran frase de un gran chico como Luke.

Luke había conseguido una buena oferta en la ciudad, un pequeño apartamento de una habitación, él decía de dormir en el sillón, pero no me importaba que durmiera en la misma habitación, siempre y cuando hubiera un espacio personal. Nos quedaríamos cuatro días, y todavía no había pasado ni la tarde del primero.

El médico dijo que era bueno que me tomara unos días de descanso, ahora que teníamos dos semanas de vacaciones, decía que necesitaba alejarme de los problemas, o de mi entorno por unos días, me vendría bien, y más junto a Luke, que me había ayudado tanto.

A mi padre no le había hecho mucha gracia eso de que nos fueramos unos días juntos, pero le caía bien Luke, bastante bien. Y por suerte pudimos convercerlo con la ayuda de mis hermanos y amigos.

Él había vuelto con Emma, algo recordaba de ella, era su ex novia, enfermera y me habían dicho que me caía mal, pero la verdad es que me cae genial, me comprende, y mucho. Aunque pienso que es un poco joven para él, da igual, lo importante es que sean felices, y como dice Noah "Nadie escoge su amor, nadie el momento, ni el sitio, ni la edad, ni la persona...", y tenía toda la razón.

Corría cierto aire fresco por la ciudad inglesa, no llovía, es más, hacía bastante bueno para ser Londres. Aunque eso no indicaba que no teníamos que ir abrigados. Luke con una cazadora negra de cremallera cerrada hasta el cuello, y yo tapada con un cuello gris. Ibamos tranquilamente mirándo tiendas, el australiano se había comprado unas gafas de sol, y a mí una chaqueta de lana beige. Compartíamos un batido de chocolate caliente de Starbucks mientras charlabamos animadamente de que quería un pingüino, sí, lo más normal.