Crucé el umbral del estudio y me la encontré de frente. Todo mi cuerpo se detuvo. Llevaba una semana esperando ese reencuentro pero siempre que llegaba al estudio, no la encontraba y me había empezado a acostumbrar a esa sensación, a recordar sus ojos, pero esta vez, todo era distinto, la tenía justo en frente.
-Buenos días, Malú. No te quedes ahí parada todavía nos queda por grabar los últimos coros de la canción que cierra el disco.-dijo el productor desde su silla.
Lena se apartó. Estaba algo seria. Sin dejar de mirarla avancé hacia dentro. Entré en la pecera y cogí las partituras de la canción. Empezamos a grabar pero nada me gustaba. Verla allí, mirándome con esa expresión seria, sentada en el sofá me estaba poniendo nerviosa. Todo lo que había pasado la semana anterior me golpeaba en el interior. Mi huida en taxi, su desaparición, mis noches largas, mis libretas llenas de apuntes, el ukelele que aprendí a tocar porque ella me lo había regalado, los regresos del estudio repasando cada mensaje que nos habíamos enviado, sus vistos, mis llamadas perdidas, todo. Estaba agobiándome muchísimo. El productor no me entendía, él lo veía perfecto pero yo... yo lo veía todo negro. Resoplaba, me sentaba, me alzaba y daba mil vueltas. Tuve que pedir un descanso. Salí fuera, me encendí un cigarro y expulsé el aire poco a poco. Me apoyé en la pared pegando mi cabeza a esta.
-Fumar no es bueno para la voz.-dijo una voz.
No respondí, estaba tan agobiada que no era capaz de ni de responder con una de mis joyas.
-¿No vas a hablarme?-insistió.
-¿Por qué no has aparecido en una semana?-pregunté sin mirarla.
-¿Por qué te fuiste de aquella manera?-respondió.
-No creo que quieras oírlo.-respondí dando otra calada al cigarro.
-Suéltalo, he estado una semana desaparecida preparándome para escuchar todo tipo de respuestas a esta pregunta.-dijo colocándose a mi lado.
-Me vino a la cabeza la persona por la cual abandoné Madrid y me vine sin pensarlo dos veces a Miami.-respondí expulsando el humo de mi interior.
Se quedó en silencio.
-Sé que tal vez es la respuesta que menos esperabas, pero no quiero engañarte. Eso fue lo que me pasó, me atravesó el pasado y tuve miedo, por eso huí.-dije mirándola al fin.
-¿Fui el clavo que saca al otro clavo?-preguntó seria.
-No. Contigo todo nació de manera natural, no tenía ninguna intención de sacar ese clavo con nadie. Tú llegaste y no sé... Me hiciste vivir de nuevo.-respondí mirando de nuevo al horizonte.
Asintió.
-¿Y por qué no me lo explicaste?-preguntó.-Cuando te fuiste me sentí tan mal, Malú... Yo... Yo me fui detrás de ti. No pude detenerte así que cogí el coche y estuve toda la noche esperando en la puerta del hotel pero me cansé de esperar porque cuando amaneció, te vi hablando por teléfono, metida en tus cosas y entendí que no pintaba nada en tu mundo.
-No te lo dije porque no quería que pensaras justo lo que estás pensando, que te utilicé para olvidarme de alguien y que no encajas en mi mundo.-respondí mirándola.
-Y si no soy el clavo que saca al otro, ¿qué soy, Malú?-preguntó de nuevo.
-Pues no lo sé pero en mi mundo como tú dices, pintas más de lo que te crees.-respondí clavando mi mirada en sus pupilas.
Me miró y sonrió levemente, di una última calada al cigarro y lo tiré. Me acerqué a ella y ella colocó un mechón de pelo detrás de mi oreja.
-Te quiero libre y yo quiero serlo también, pero contigo.-dijo a centímetros de mí.
Posé mis manos en su nuca y me acerqué a sus labios poco a poco, tenía miedo de que se apartara. Le besé y ella envolvió mi cadera con sus brazos. Cuando nos separamos escondió su cara en mi cuello y yo le acaricié el pelo. Estuvimos así un rato, finalmente volvimos a entrar al estudio. Grabé los coros y vino el equipo de fotografía para acordar el lugar donde se realizaría la sesión del disco. Cuando logré salir del estudio ya era de noche pero por suerte, el día siguiente librábamos todos así que quedé con Lena por la mañana prontito, me dijo que me llevaría a un monte que había a las afueras. Volví al hotel y al abrir la puerta de mi habitación me quedé en shock. No esperaba ni mucho menos esa visita.
-¿Qué haces aquí?-pregunté sin moverme del umbral de la puerta.
-Malú, sé que fui una idiota, que las cosas no las hicimos bien pero vengo a recuperarte.-dijo acercándose a mí.
-Vanesa, no... Aléjate y... y responde a mi pregunta.-dije mirando el suelo.
-Sí, Malú, fui una idiota, pero quiero dejarlo atrás.-dijo acercándose todavía más.-Quiero recuperar aquello que se quedó en Madrid, aquello que se quedó aquí-tocó su pecho- y aquí-repitió el gesto pero en mi pecho.
-Vanesa, no puedes hacer esto.-dije apartando mi cara.
-No podía aguantarme las ganas de verte, he pasado muchas noches y días pensando. La duda y la culpa me mataban, necesitaba verte de nuevo, Malú.-respondió algo confundida.-¿No te hace ilusión?
-Vanesa, llegar tarde.-sentencié.
Se me quedó mirando confundida.
-¿Estás con alguien?-preguntó algo descolocada.
-No exactamente, bueno, no lo sé. Pero no tienes ningún derecho de venir ahora a desmontarme los esquemas.-dije seria.
Me miró seria.
-Muy bien, entiendo tu vena vengativa, de verdad, me lo merezco pero no me voy a rendir, Malú. Te quiero y quiero estar contigo.-dijo a centímetros de mí.
Alcé una ceja, me dio un beso en la mejilla y me aparté. Sus labios de nuevo. Sus labios y mi piel. Sus ojos y los míos. Su piel y la mía. Un conjunto de recuerdos golpeaban con fuerza mi mente y yo luchaba por no tirar por la borda todo aquello que había conseguido, todo aquello que Miami me había dado.
-Vanesa, por favor, vete.-dije con la voz algo quebrada.
-No me voy en una semana, hay tiempo para mucho.-dijo antes de irse.
Cerré la puerta dando un portazo. Maldita Vanesa. Siempre aparecía en el momento menos indicado y más indicado a la vez para romperme los planes y golpearme con el pasado. Me senté contra la puerta, escondí mi cabeza entre mis piernas y respiré profundo. No entendía por qué siempre que empezaba de nuevo, ella aparecía para hacerme recordar que con ella todo es poco. Empezó a llover, cayó un trueno con un estruendo enorme. Tres segundo más tarde, se fue la luz, dejando paso al apagón.
-Y sin tu luz... el apagón.-dije para mi misma en voz baja.
¡QUERIIIDXS! Aquí tenéis otro más, la cosa empieza a complicarse. Reaparición de Vanesa cuando parece que hay una cierta reconciliación entre Malú y Lena, se va la luz en el hotel... Esto pinta muy bien, ¿qué creéis que sucederá en el próximo capítulo?
Besazo fuerte!
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Cenizas.
Fanfiction"Se nos escapó el cielo entre las manos." A veces queremos tanto a alguien que se nos olvida mantenerlo, cuidar aquello que hemos creado, y se nos escapa, lo perdemos sin previo aviso. Entonces solo queda confiar en que el destino nos vuelva a unir...