Cenizas.

4. Mi mundo en el aire.

Cuando nos separamos vi como una lágrima se deslizaba por su mejilla. Forcé una sonrisa y le limpié la lágrima con la yema de mis dedos. Me miró como se mira a tu pasado, con dolor. Dolor de saber que realmente jamás se apagó aquello que teníamos dentro, aquella locura que aceleraba nuestras pulsaciones cada vez que nos teníamos cerca pero que muy pocos supieron entender. Dolor porque pudo ser y no fue. Dolor porque decidimos abandonar antes de luchar por ganar la batalla.

Me separé de ella y se acercó Pastora a nosotras.

-Hacía tres años que no quedábamos los cuatro.-dijo nostálgica.

-Pero hoy por fin hemos quedado y vamos a disfrutarlo.-dijo Pablo abrazándonos.

Pablo era nuestro niño. Era tan buena gente como Rubén. Él siempre estuvo, siempre que su horario y agenda se lo permitían, claro. Pero era alguien en quien podías confiar, a quien podías acudir a las tres de la mañana con el problema más grande del mundo. Pablo tenía tanta bondad en su interior...

Empezamos a cenar, Pastora nos contó que Francis estaba trabajando en Sevilla, estaba trabajando con unos actores de una súper producción musical. Le habían elegido para que ideara las coreografías de las canciones y se las enseñara a los actores. Los tres nos alegramos por él, Francis realmente amaba su trabajo.
Pablo contó que estaba inmerso en la composición de su nuevo disco, había aprovechado este verano para componer varios temas, Málaga era su musa.

-Hace mucho que no nos cantamos algo, ya va siendo hora, ¿no?+digo agarrando su guitarra.

-¡Dale Pablo!-dijo Pastora animada.

Yo miré a Vanesa la cual me miró sonriente. Pablo empezó a tocar acordes al azar y acabó tocando la intro de 'Vamos'. Mi corazón se paró en aquellos acordes. Me remonté a aquel momento. Recuerdo mi mirada nerviosa, sus 'tranquila' acompañados de una de sus sonrisas matadoras antes de salir a plató, las miradas que nos dedicamos, mis ojos buscando los suyos, las caricias disimuladas, recuerdo ese brillo tan bonito que tenían sus ojos.

-Me preguntas qué me pasa,
Y no sé qué contestarte,
Hoy he empezado a sentir
Que no siento igual que antes.-cantó Pastora.

-Mi cuerpo se sorprendió,
Al buscarte en otra parte.-cantó Vanesa mirándome fijamente.

-No voy a pedir perdón,
Aún no es demasiado tarde.-canté sin apartar mi mirada.

-Vamos, a mirarnos de nuevo
Sabes que no podemos rendirnos así.-cantó Pablo con esos giros suyos que se clavan.

La canción en sí se me estaba clavando. Su mirada me estaba doliendo, cada palabra, cada acorde, todo me llevaba a sus ojos. Pablo cantó el estribillo y yo arranqué con el verso que le seguía.

-No voy a marcharme aún,
No voy a bajar los brazos,
Queda tanto por vivir,
Yo he cambiado y tú has cambiado.-canté perdiéndome en aquellos ojos verdes.