Miró mi mano y me miró a mí. Suspiró y acarició mi mano.
-Nunca me he arrepentido de corazón de la manera en que tú me haces latir aunque esta me haya querido.-dijo clavando su mirada en mis ojos.
Me acerqué a ella y le besé. Fue un beso lento, sin prisa alguna. Posé mis manos en sus mejillas para profundizar el beso. Al separarnos mordió mi labio inferior. Sonreí contra su boca. Posó sus manos en mi abdomen, me dedicó una sonrisa pícara y atacó mi cuello. Empezó a sonar el teléfono. Resoplé.
-Va, cógelo.-dijo Vanesa acariciando mi piel.
Me costó pero finalmente lo cogí, no miré ni quien me estaba llamando.
-Malú, ¿se puede saber qué mierdas estás haciendo?-dijo una voz femenina.
-¿Perdón?-respondí confundida.
-Soy Vero, Malú, acaba de llamarme Rubén, ¿se puede saber qué tienes en la cabeza como para hacerle esta putada?-preguntó alterada.
-Vero, ¿pero qué me estás contando?-dije con preocupación.-Yo hace días que no veo ni hablo con Rubén y ni mucho menos le he hecho nada.
-Ah, ¿no?¿Y por qué acabas de lanzar un comunicado desde todas las redes sociales diciendo que Rubén era expulsado del equipo debido a la poca disciplina que había mostrado últimamente y la explotación que estabas sufriendo por su culpa?-respondió todavía más enfadada.
Mi cara era un cuadro, no entendía nada. Vanesa me miraba atónita, ambas no teníamos ni idea de todo el caos que se había formado.
-Vero, te juro que yo no he hecho eso, es que ni tan siquiera estaba pendiente del teléfono.-dije incrédula.
-Vamos Malú, ¿y quién ha sido? ¿el espíritu santo?-dijo riendo sarcásticamente.
-Vero, estoy con Vanesa, ¿te crees que estoy pendiente del teléfono?-dije enfadada.
Vanesa sonrió intentando calmarme, yo le devolví el gesto acariciándole la mano.
-Venga ya y yo he vuelto con el padre de Carla.-dijo nuevamente con sarcasmo.
Puse el teléfono en altavoz.
-Mira, que te salude, así tal vez me haces caso en algo por una vez en tu vida.-dije resoplando.
-Buenos días, Vero.-dijo Vanesa mientras me abrazaba.
-Ho-Hola... V-Vanesa.-dijo Vero impactada.
-¿Ahora puedes dejar de hacer el imbécil?-pregunté molesta por su desconfianza.
-Lo-Lo siento... es que me ha llamado Rubén enfadadísimo, diciendo que quería hablar contigo pero no le cogías el teléfono, que ha ido a RLM y nadie se ha dignado a decirle nada, que ha llamado a SONY y tampoco ha obtenido respuesta.-dijo dándome al fin explicaciones.
-Vero, te juro que no he escrito ni enviado nada y ni mucho menos he dado orden de despedir a Rubén.-dije cabreada.
-¿Y no tienes ni la menor idea de quién ha podido hacer eso? Porque o ha sido cosa de un haker o alguien que tuviera acceso a tus redes...-dijo Vero ahora y más calmada.
Me paré a pensar, la primera persona que se me pasó por la cabeza fue Gonzalo pero al instante descarté la idea, ni él sabía las contraseñas ni estaba en Madrid y la segunda persona fue Rosa, ella... la que había sido mi manager durante tantos años, la que sabía todo de mí... el viaje a México, las idas y venidas... Miami... Me costaba creer que ella tal vez estuviera en esto.
-¿Malú?¿sigues ahí?-preguntó Vero.
-Sí, sí... estaba pensando...-respondí reflexiva.
Vanesa lo notó y me abrazó, yo me acurruqué en su pecho.

ESTÁS LEYENDO
Cenizas.
Fiksi Penggemar"Se nos escapó el cielo entre las manos." A veces queremos tanto a alguien que se nos olvida mantenerlo, cuidar aquello que hemos creado, y se nos escapa, lo perdemos sin previo aviso. Entonces solo queda confiar en que el destino nos vuelva a unir...