3. Sucumbir

19.4K 2.2K 312
                                    

Kook lo besó con fervor, mordió sus labios, el olor de Tae lo estaba volviendo loco, tan dulce, tan embriagador, su entrepierna dolía y quería con un demonio apresurar las cosas y tomar de una vez aquel hermoso omega que estaba rindiéndose ante sus caricias y besos.

- ¡No, No me beses! - Tae intentó apartar el rostro del alfa. No quería sus besos, pero no podía dejar de necesitarlos. "NO ME TOQUES! Quería gritar.

El alfa sonrió ante la negación innecesaria del Tae. Incluso cuando trataba de alejarse le correspondía con el mismo fervor.

El omega no sabía por qué se dejaba llevar, pero se sentía tan bien, los besos de alfa, su calor, su olor, todo, lo calmaba, pero otra cosa se incendió en él, las ganas de ser poseído por Kook.

Y este le sacó el pijama, estaba tan excitado, como nunca antes, se sentía tan bien, el cuerpo del pequeño omega temblaba al tacto del pelinegro, su piel tan sensible se dejaba hacer, toda la habitación se convirtió en un mar de gemidos y feromonas, cualquiera que estuviera dentro caería embelesado por tal mezcla de olores.

El cuerpo de Tae estaba desprendiendo el lubricante natural en su parte trasera y claro que su miembro estaba igual, el líquido pre seminal caía sobre su ropa interior, se sentía un poco avergonzado de dejarse tocar de aquella manera y le gritaba a su parte racional que intentara algo coherente, mas esta ya se había ido hace rato de fiesta.

Kook le besó el cuello, conteniendo las ganas de marcarlo, se deslizó hacia abajo, succionado los pezones de Tae, primero el derecho que ya estaba duro, con la punta de su lengua marco la periferia de aquel rosado pezón, lo apretó y continuo con el otro, lo metió a su boca y seccionó satisfecho, lo mordió un poco y lo estiro con sus dientes, mientras Tae se quejaba por la desconocida sensación.

- ¡Ah!, Jung Kook -para Tae era imposible no dejar de gemir. - ¡para ¡ por.. ¡ah! ¡ah! por favor para. -intentaba de todo para que esto no llegue a mayores, pero era imposible, los dos sabían que era algo que ansiaban descontroladamente y lo único que podía seguir haciendo era gemir por lo placentera y excitante sensación que les estaba siendo otorgada.

Jung Kook no podía aguantar más así que apresuró las cosas, se desnudó. Tae aún conservaba su ropa interior, el pelinegro se acomodó en la cama y deslizo suavemente aquella prenda por la hermosas y largas piernas de aquel omega. Tomo una de las piernas del omega y empezó a lamer desde la punta de los pies, sus muslos hasta la erección del hermoso Kim Tae Hyung que lo tenía tan mal, su sabor, nunca antes probó en otro cuerpo aquel exquisito sabor y deseó más y más, lleno de tanta codicia, con una mano tomó la erección del omega y lo bombeó suavemente, sin perderse las expresiones de Tae, una sonrisa asomó en su rostro, realmente estaba perdido.

- ¿Qué quieres que haga de ti mi cachorrito? -preguntó con voz ronca y excitado hasta las neuronas.

-ah. por favor, por favor... ¡han ¡-Tae no podía pronunciar palabra, sólo incoherencias, estaba al borde de la locura, aquella situación lo tenía demente de lujuria, quería rogar por más, quería más y más.

-Cachorro. -suspiro Kook acariciando el rostro del omega -cachorrito, este lobo malo te comerá entero.

Colocó su miembro en la entrada ya humectada naturalmente de Tae y se empujó hacia dentro, juró con todas sus fuerzas que fue lo más exquisito que había sentido en toda su jodida y maldita vida, las paredes de Tae rodeaban tan perfectamente su miembro que se contuvo de no gritar del placer, sabía que el omega era virgen, por eso sus paredes lo apretaban tan bien.

-Siente lo bien que me aceptas cachorro...mira como encajo perfectamente en ti -lo único que podía seguir diciendo Tae era incongruencias.

-Alfa, lo siento tan bien... ¡mm! -los ojos de Tae estaban tan perdidos en ese momento, tan dilatados, había sentido dolor al ser penetrado, pero ahora lo único que sentía era un inmenso placer que lo hacía retorcerse en aquella mullida cama. -! Tómame Alfa, por favor, soy tuyo ¡

-Me encanta... ¡ah! como lo pides, cachorrito, te sientes bien alrededor mío. -Kook se mecía lentamente en el interior del omega, las paredes de aquel pequeño cachorro lo apretaban perfectamente, tanto que sabía que ese sería el mejor orgasmo de toda su vida.

Un delicioso placer, eso era lo que sentían ambos. Tae sentía su interior desgarrarse cuando Kook aumento la velocidad y él se sucumbía en un abismo de gemidos interminables y lágrimas de éxtasis puro.

El alfa entraba y salía de Tae, gimiendo por el inmenso placer que él le provocaba. Y no aguanto más.

Lo marco, mordió el espacio entre el cuello y el hombro, lo reclamó como suyo. Y esa honda de placer que la mordedura le trajo fue tan inmensa, sintió que un sentimiento tan esquisto se apoderaba de todo su cuerpo, sus piernas desfallecieron al igual que sus brazos y sus ojos se llenaron de lágrimas por tan maravillosa sensación y es que todo del omega era tan jodidamente bueno, al final terminó y se amarró a Tae. Su nudo se amoldó como propio al cuerpo del desecho omega.

Tae no lo podría creer, estaba siendo reclamado por Kook, aquel que juró nunca aceptarlo, sus ojos se abrieron del asombro, también le había resultado tan fantástica aquella mordida, tanto que terminó entre ambos estómagos, definitivamente acabó llorando del placer, y dudada que pudiera recobrar la conciencia tan pronto, estaba ensimismado por aquel maravilloso acto y pensó en ese instante que nada podría salir mal.

Kook suspiró cansado, seguía dentro de Tae y así se iba a quedar un rato, no se le pasó por la cabeza lo irresponsable que había sido, pero en ese momento sólo se dedicó a observar lo hermoso que era aquel omega, lleno de sudor y sonrojado por el acto, sus gemidos quedarían gravados en su memoria como los recuerdos más valiosos de su vida.

El omega cayó completamente dormido, cansado, se dejó llevar en los brazos de Morfeo.

Kook reaccionó al instante. ¿Qué carajos estaba haciendo con el gordito que detestaba?, se dijo a sí mismo que es acto fue un error y que no se volvería a repetir jamás, estaba tan confundido, lo había disfrutado tanto que tuvo miedo de su ser al desear con tanta intensidad aquel omega, no tenía nada de obeso, no era feo, no, simplemente era el ser más hermoso que ha visto en su vida, pero no podía permanecer ahí, que demonios se le cruzó por la cabeza en aquel instante, opto por un acto cobarde y culpar a su alfa animal por ceder ante aquel acto.

Se aguantó las inmensas ganas de abrazarlo, se vistió y salió como alma que lleva el diablo, luchando contra sus instintos. Su conciencia lo estaba matando, cuando cruzó la puerta de aquella casa al instante quiso volver, una enorme ansiedad lo tomo por sorpresa y corrió por la fría madrugada para quitar de su mente aquel hermoso cuerpo que nunca debió pertenecerle, pero ya era tarde para arrepentirse.

Y su lobo estaba aullando desesperado, quería volver y proteger a su omega, el alfa sabía que su lobo era muy posesivo, pero lo ignoró.

A la mañana siguiente Tae despertó un poco mareado, se sintió mal al ver que Kook no estaba a su lado y sobre todo pensó que fue utilizado para sexo de una noche. Las lágrimas brotaron de sus ojos, se sentía mal, haber dejado que aquel maldito alfa lo marcara, el omega sabía muy bien que una vez marcado no podría volver a enamorarse de nadie más, nunca más. Su pareja predestinada era Jeon Jung Kook y le dolía tanto en su alma porque tenía claro que nunca sería amado por él ni por nadie, nunca.

SURVIVE WITHOUT YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora