16.1 reencuentro

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Después de volver a reencontrarse y hablar de todo lo que había acontecido, luego de haber llorado y haber asumido culpas y luego perdonar. Ya no había para que escapar, todo parecía estar encajando nuevamente. Cuando Jeon Jung Kook había dicho que quería hacer las cosas bien esta vez, es porque en realidad las iba a hacer, empezando por aprender a ser un buen padre para Nael, una excelente pareja de Taehyung y ahora viajar para aclarar las cosas con el padre del omega. No quería que Tae se mantuviera alejado más tiempo de lo que alguna vez fue su hogar, Kook intentaría arreglar lo que una vez destruyó. Se decidió pro comprar tres boletos, su pequeña familia viajaría a un encuentro doloroso, pero si estaban juntos, sabía que todo iba a salir bien.

-No sé si pueda hacer esto. - faltaban un par de horas para llegar, Nael se había dormido durante el viaje, el omega estaba bastante preocupado. Su corazón se aceleraba más, por el nerviosismo, mientras más iban acercándose a su destino. - No se quiera ver a Papá, Jungkook, no podría soportar su mirada...no de nuevo.

-Estoy seguro de que todo saldrá bien amor, no te preocupes, estamos juntos en esto. Y definitivamente al que va a mirar mal es a mí, tú no tienes la culpa de nada, mi pequeño ángel, si es necesario que me odie a mí, así será, sé muy bien que él te ama con todo su corazón. - respondió Jungkook besando la frente de su omega y la de su hija dormida.

-Tampoco quiero que guarde rencor hacia a ti, quiero que todo esto se solucione Kookie, sin resentimientos y dejando todo lo malo en el pasado. – la mirada del omega demostraba preocupación, Jungkook lo atrajo a su cuerpo para calmarlo un poco. El omega pensó que los brazos de su alfa eran demasiado cómodos y cálidos.

-Todo estará bien, amor, ya lo veras.

-Amor, ¿Estas bien? - preguntó la omega preocupada de ver a su esposo sentado en aquel sillón perdiendo su vista a la nada. Había entrado en ese estado desde que se enteró que su hijo, luego de cinco años, volvería.

El no parecía estar en este mundo ahora mismo. Así que la omega lo movió un poco para que despertara de su trance.

-Cariño. -respondió el alfa. - Estoy bien, sólo fueron cinco años, doscientos setenta y dos días, doce horas, veintitrés minutos, cinco segundos...de no haber visto a Taehyung, pero estoy bien.

La omega lo miró preocupada.

-Todo saldrá bien, querido, es momento de arreglar las cosas. Me siento extraña, también, al saber que por fin podre conocer a mi nieta. Ah, por fin alguien va a llamarnos abuelos. - sonrió la omega.

Los ojos del mayor se llenaron de lágrimas, que alguien le llame abuelo, sonaba tan bien para su corazón.

Nael estaba un poco inquieta, podía sentir el nerviosismo de sus dos padres cuando el taxi paró en frente de una casa, aquella era bastante hermosa desde fuera. Nael sabía que iba a conocer a sus abuelitos, pero para ella era difícil conocer más familia de golpe, sin embargo, estaba emocionada, esperaba que sus abuelitos también la quisieran como lo hacían sus padres y sus tías.

El omega tomaba la mano de Jungkook, quien llevaba en un brazo a su pequeña hija. El alfa lo miro y sonrió dándole apoyo al omega.

-Es momento. - dijo Tae mientras estiraba su mano libre para tocar al timbre. Su corazón se había descontrolado.

Todo el mundo se detuvo cuando su padre había abierto la puerta, se quedó petrificado en la puerta mirando fijamente al alfa mayor, este también se había quedado muy quieto y mirándole fijamente, su rostro había envejecido, pequeñas marcas en sus ojos, su pelo estaba más canoso, su frente tenía más arrugas de las que recordaba. Seguía teniendo los mismos ojos penetrantes. El omega quiso decir algo, pero ahí estaba, como una movía sin poder decir nada, quería echarse a llorar. Cuanto lo había extrañado.

Todo pasó muy rápido para el omega, su padre, su padre que siempre parecía un hombre serio y duro, que casi nunca mostraba sus debilidades, aquel hombre que parecía frio y distante, estaba abrazándolo mientras lloraba como un niño pequeño. Entonces el omega se había puesto también a llorar.

-Mi bebé, mi bebé ha vuelto a casa. - susurraba entre sollozos. - lo siento, lo siento tanto.

-Mi viejito. -dijo el omega, tratando de abrazarlo más fuerte.

-Hijo. -escucho la voz de su madre. - mi pequeño. - dijo lanzándole también a abrazarlo y unirse al llanto. - No sabes la angustia que nos has hecho pasar todos estos años, te hemos extrañado tanto.

Nael y Jungkook tenían lágrimas en los ojos al ver aquella escena.

El señor Kim se había separado un poco y ahora limpiaba con sus pulgares las lágrimas de su hijo.

-Tenemos muchas cosas de las cuales hablar. -dijo finalmente, ahora regreso su vista a la pequeña niña que le miraba un poco avergonzada y al hombre que la sostenía. Se acercó a ellos.

- ¿Quién es esta niña tan preciosa? - dijo mientras sostenía la pequeña manita de Nael, la niña se había sonrojado un poco.

-Soy tu nieta, abuelito. - dijo despacito la niña. El señor Kim quiso echarse a llorar de nuevo.

Después del reencuentro todos entraron a casa y hablaron de todo y nada a la vez. Jungkook explico toda la situación, dijo absolutamente toda la verdad, no quería quedar bien con los Kim, porque no lo merecía, si ellos lo odiaban tendría que aceptarlo. Pero no iba a permitir que tae viva alejado de su familia. El señor Kim dijo que, si su hijo era feliz estando a su lado, él también lo sería.

Rose había llegado tiempo después y también había llorado abrazado a su hermano y a su pequeña sobrina. Tae se había quedado seco de tanto llorar aquel día. Estaba tan feliz, se sentía tan en paz. Definitivamente esto era lo mejor que le había pasado. No había nada mejor que perdonar y perdonarse a uno mismo.

Tiempo después...

-Cariño. - llamo la omega, siempre que su hijo y su nieta venían de visita, el alfa los esperaba sentado en el sillón cercano a la puerta, para ser el primero en recibirlos. - Eres bastante dulce cuando vienen tus dos bebés. - siguió hablando la omega con una enorme sonrisa en el rostro, ella también estaba demasiado feliz de que su nieta y su hijo vendrían de nuevo a casa. El omega había prometido ir constantemente a casa.

-Que dices querida, yo no soy dulce, soy un hombre serio. - respondió el alfa, mirando su reloj y posteriormente la puerta. Su omega soltó una pequeña risilla.

La puerta sonó y alfa salió disparado a la puerta.

- ¡Miren a mi niña más hermosa del mundo! - dijo mientras abrazaba a Nael dulcemente y besaba su frente.

-Abuelito. -respondió la niña abrazando fuertemente a su abuelo.

El alfa miro a Tae, dejó a su nieta en el sueño y abrazó a su hijo.

- ¡Miren a mi bebé más precioso del mundo! -dijo mientras abrazaba a su hijo dulcemente.

- ¡Papá, basta! -respondió el omega sonrojado. - También te extrañe mucho. -susurró mientras abrazaba a su padre.

Luego entro Jungkook.

-Jeon Jung Kook. - dijo el alfa mayor dándole un apretón de manos.

-Señor Kim. - respondió este devolviendo el apretón.

-Qué onda, abuelito Kim, tiempo sin verlo. - dijo Jennie.

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Si hay algún error me avisan <3 estamos por terminar :")

SURVIVE WITHOUT YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora