7. mi angel

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Un año después del nacimiento de Nael, Tae siguió estudiando. Jennie se retiró de la facultad, debido a que no pudo encargarse de la empresa y de sus estudios al mismo tiempo, prefirió dedicarse a la empresa. Tampoco es como si Jennie hubiese deseado seguir con la carrera, luego de saber que tendría turnos en emergencia y que en ciertos casos venían personas al borde de la muerte o sin alguna extremidad prefirió ahorrarse las malas experiencias y tomar un camino más tranquilo, en cambio Tae le apasionaba de un modo casi exorbitante todo aquello, como siempre, considerado uno de los mejores estudiantes, todos apostaban que sería un excelente un profesional con gran futuro.

Contrataron una niñera para que cuidará de Nael en las mañanas, los dos llegaban a casa a las 2 de la tarde y Nael pasaba todas las mañanas con su niñera, la señora Choin, era la ganga para ambos, una señora, beta, que tenía la edad de 50 años, de un buen carácter, vivía con sus hijos y era excelente en el cuidado de la pequeña, trabajaría hasta que pudieran contratar a otra niñera o simplemente cuando no pudieran cuidarla completamente las 24 horas, por el momento el tiempo era complicado, aún más para Tae, al ser su padre le dolía ,ya que los omegas tenían una fuerte conexión con sus cachorros, les hacía ser tan sobreprotectores, dado el caso, Tae llamaba cada momento a la empleada para saber cómo estaba su pequeña. "¿Ya comió?" "¿Su pañal está limpio?" "Llámame si pasa algo" "¿Esta abrigada?" "Si salen no dejes que nadie se le acerque" "Tengan cuidado con los animales" "¿Todavía queda biberón?", la señora Choin estaba acostumbrada al interrogatorio de todos los días, y era consciente que Tae al ser padre primerizo tendría las cosas muy difíciles.

Nael era una niña preciosa, tenía los ojos de su padre alfa, tan profundos que parecían leer toda tu alma con sólo mirarte, aquellos ojos le recordaban a Tae todos los días, la existencia de Jeon Jung Kook. Su cabello azabache era parecido al de Tae, al igual que su nariz, tenía los labios parecidos a los de Jung Kook y el color de piel de Tae, los dientes de conejito del alfa y un fuerte carácter que a la vez resultaba ser un poco tierno. Su hija era la viva imagen de los dos. No había duda alguna.

-Nael papá está en casa. -Su hija casi se cae de los brazos de la niñera al ver a su padre. La hija de Tae era muy pegada a él, y era muy difícil dejarla con la niñera sin que llorara...a veces no era bueno que los niños se apaguen demasiado a sus padres omegas, crean dependencia extrema y eso era algo que Tae intentaba evitar, pero su hija era su todo y resultaba complicado, los pediatras le dijeron que el horario que tiene beneficia a que su hija no cree dependencia.

-Muchas gracias Chion, eres de gran ayuda para nosotros, te veo mañana. -La señora sonrió y entrego a Nael cuidadosamente tratando que la niña no cayera de sus brazos pues se retorcía como una lombriz.

-Lo veo mañana señor Kim. -hizo una pequeña reverencia y abandonó el departamento.

Después que la niñera se hubo ido Tae cargo en sus brazos a Nael y le besó cariñosamente.

-Eres una hermosura bebé-siempre le hacía mimos, era normal para Tae ser cariñoso con los bebés y en especial con su hija.

-Pa..pá -su hija apenas podía pronunciar pocas palabras. Jennie casi se desmaya cuando dijo una palabra por primera vez, Nael resultó ser una niña muy inteligente, decía varias palabras a su corta edad, mejor dicho, Nael hablaba cuando tenía ganas de hacerlo y a veces sólo pronunciaba monosílabos. Dependiendo de su ánimo.

- ¿Tienes hambre amor? -preguntó Tae con mucho cariño- ¿qué quiere mi princesita.?

-Dushe -Jennie la mimaba más que Tae, le compraba dulces, y esa era la palabra favorita de Nael, sobre todo las gomitas de osito, el odontólogo ya había advertido que podría generarle caries, pero Jennie no entendía o hacia oídos sordos, todo por consentir a la pequeña.

-La Tía Jennie te da muchos dulces bebé...Ay-suspiró Tae después tendría una charla con su Noona, no debería darle tantos a dulces a Nael.

De pronto su hija se puso a sollozar.

-¿Qué pasa bebe te duele algo?-.preguntó el omega alarmado, odiaba ver a su hija llorar.

Su pequeña negó con la cabeza

- ¿Quieres dulces amor? -su hija lo miró y negó de nuevo.

- ¿Entonces que pasa amor mío? – dijo dulcemente mirando con preocupación a su hija.

-Pa...pá deja so..solita a Nael.-pequeñas lágrimas brotaron de los ojos de su pequeña.

-Oh cariño, papá es un tonto...pronto acabará con la Universidad y se quedará más tiempo con Nael, perdonarías a papá tonto ¿si Nael?

Su hija asintió secándose las lágrimas con su manita.

Tae beso con cariño su pequeña nariz y le hizo cosquillas para que la niña riera. Amaba ver a su hija sonreír.

-Pa..pá no es to..to-Tae río ante las palabras de su pequeña.-pa..pa es bo..nito.

-Tu eres la bebé más hermosa de todo el mundo.

Jennie llegó y vio aquella escena que le encantaba, un padre con su hija. Nalgueó a Tae y lo saludó con un beso en la mejilla.

-Tía Ne..nnie-la pequeño abrazo a Jennie muy fuerte.

Jennie puso un dedo en la pequeña nariz de Nael acariciándola.

-Bebé ¿cuándo será el día en el que digas Jennie? Por cierto, Tae-Jennie lo miró de arriba abajo-te has puesto demasiado bueno

-Noona Nael está presente no hables de esas cosas.

-Pero si sólo digo la verdad, tienes un buen cu..

-¡¡Noona!!-gritó Tae su amiga, era una mal hablada cuando soltaba sus comentarios, y no quería que Nael aprenda eso.

Jennie alzó las manos en forma de rendición.

-Ya, lo siento, lo siento.

Y claro que sí, Tae había perdido un poco de peso, ya no quedaba nada más del niño gordito, era una obra de arte; prácticamente tenía babeando a muchas personas por él, ahora poseía un cuerpo de modelo; las estrías eran casi imperceptibles, no quedaba casi ni una, ni tampoco marcas ( A excepción de su marca de lazo). El gym había hecho bien lo suyo, muy a menudo era confundido con un modelo de revista, y muchas agencias le pedían que trabajase con ellos. Él nunca quiso ser modelo, tenía muy baja autoestima como para pensarlo.

-Muchas personas quisieran estar contigo, Taehyung. -comentó Jennie.

- ¡No! -Nael gritó y se abrazó más a su papá. No quería que su papá tuviera más personas en su vida. -Papi es de Nael.

Y eso sonó fuerte y claro, sorprendiendo a los dos adultos de la habitación.

-Ahora dí:  Je-nnie.

Tae se burló. Jennie siempre trataba de que Nael dijera bien su nombre. Miro a su hija un poco sorprendido, sabía que su hija era celosa al extremo, le causó tanta ternura que abrazo a la pequeña celosa y le siguió dando muchos mismos y besitos.



SURVIVE WITHOUT YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora