7. Miedo, piedra y perro

30 12 3
                                    


/Narra Diego/

Pues no quiero que me vean en pijama, así que antes de abrirles la puerta mejor me cambio de atuendo. Desde mi habitación puedo escuchar a mamá recibiéndoles en la entrada, en definitiva son ellos, reconocería sus voces donde sea que fuesen.

Bajo a la primera planta y los encuentro en el sofá de la sala esperándome. Choco los cinco con cada uno y antes que cualquier saludo de reencuentro, veo a Lucas y Mónica desesperados por contarme lo que les acaba de ocurrir. Es una mezcla de oraciones donde solo escucho "autobús, carretera, miedo, piedra y perro".

Mamá se me adelanta y tranquiliza el bullicio con una invitación al comedor. Lucas y Moni aceptan con gusto, pero yo sugiero una idea mejor. Ya que no soporto pasar unos minutos más en esta casa sin saber antes lo que me rodea, tomo y coloco los emparedados que mamá ha puesto sobre la mesa en una bolsa de papel, y les digo a ambos que vayamos comiendo mientras recorremos el bosque.

Mónica acepta con gusto, pero Lucas advierte con algo que desconozco.

- Mejor nos quedamos acá.

- ¿Qué?, no, no seas aburrido Lucas, vayamos al bosque – le suplico - no nos perderemos.

- ¿Y si vuelve a aparecer? – pregunta con cierto temor.

- ¿Aparecer quién? – pregunto ignorante del tema.

- No volverá a aparecer – asegura Mónica.

- ¿Cómo estás tan segura? – vuelve a preguntar Lucas.

- No entiendo nada – les reniego.

- Caminemos con cuidado afuera y en el camino te contaremos – sugiere Moni.

Por el tono de voz de Mónica, noto que está algo fastidiada pero a la vez calmada en comparación a Lucas, sé que este último quiere sonar tranquilo pero sé reconocerle cuando trata de ocultar sus miedos y preocupaciones, no en vano somos mejores amigos desde el inicio de primaria al igual que con Mónica.

- Genial, vayamos afuera y me cuentan todo, porque no entiendo ni medias frases.

Recorremos el pasillo caminando hasta la puerta trasera, y antes de girar la perilla, mamá aparece desde la última habitación (donde se encuentra la lavandería) y me sanciona el no haberle pedido permiso para salir, haciendo que lleve a Matías conmigo. Hago un gesto de desgano total, pero veo que Lucas y Mónica no tienen ningún problema con ello, de hecho ellos suelen llevarse muy bien con el enano.

Evito más retrasos pese a que no hay apuro, pero es que muero por salir un rato de esta casa, así que acepto finalmente llevar a Matías con nosotros. Mamá nos despide con un "no demoren mucho y tengan cuidado".

Por fin, salimos los 4 juntos y frente a nosotros tenemos al espeso bosque inexplorado.

Antes de adentrarnos en aquel lugar, veo que Lucas toma una piedra tirada en el pasto y parece portarla como arma de defensa. Yo solo tengo en mi mano los emparedados dentro de una bolsa. En verdad no entiendo nada.


*Vota si te gustó*

¿Qué ocurrió con Brandon? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora