Amistades Peligrosas

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Había dormido durante un par de horas, aun se podían observar los rayos de sol tenuemente entrando por su ventana, pero algunas nubes de tormenta se estaban postrando sobre tan ruidoso país.

Cuanta nostalgia le provocaba ese clima deprimente después de volver a recordar a su familia? Judar le ayudo a olvidar ese momento durante un rato, pero el clima nublado los regreso a su mente, necesitaba salir quería estar sola.

La lluvia estaba cubriendo las calles de todo el país, algunas personas que aun quedaban en la calle corrían a ocultarse de la tormenta, pero entre las calles se podía ver a una figura caminado como si no sintiera las frías gotas recorriendo su cuerpo. Aunque estuviera en su antiguo planeta, en Edo o en este nuevo país la lluvia seguía sintiéndose igual.

¿Por qué se sentía tan melancólica? ¿Sería por estar lejos de las personas a las que quiere? ¿Por haber tenido que recordar los duros momentos de su pasado? ¿Por... por las acciones del maldito sádico? ¿Por no tener cerca a Sadaharu? No lo entendía.

El sol se había terminado de ocultar, la noche se estaba tornando más fría, la lluvia no parecía querer detenerse, no había relámpagos o truenos solamente lluvia silenciosa y triste. Se detuvo en una de las calles desde donde podía observar la playa, estaba sentada en un escalón donde esos recuerdos de su infancia la envolvían esperaba a su padre durante horas a que regresara con ella y su madre.

Sabe que en el mundo existen personas que han sufrido más que ella, Gintoki se vio forzado acecinar a su maestro, Shinpachi y Anego también perdieron a sus padres cuando eran pequeños, incluso sabía de la muerte de la hermana del sádico, Soyo vio morir a su querido hermano en su regazo, su nueva amiga Morgiana le hablo de sus años de esclavitud cosa que la sorprendió enormemente hasta sintió unas ganas enormes de ir a buscar aquellos que la habían maltratado de esa manera cruel –"Pero eso ya quedo atrás, ahora soy muy feliz rodeada de todas estas personas, me cuesta un poco demostrar lo feliz que soy porque hasta ahora nunca tuve esta clase de sentimiento" – le dijo la fanalis para luego hablarle de su futura boda y aun tras toda la tristeza todos seguían viendo al frente.

Una pequeña sonrisa se dibujo en su rostro tras recordar las palabras de Morgiana y saber que su nueva amiga tendría una vida feliz. Una sombrilla se postro sobre ella cubriéndola de la tormenta, ¿Qué estaba haciendo esa persona en ese lugar? ¿la había seguido o solo fue una enorme casualidad? ¿Por qué la estaba cubriendo con su paraguas?

-¿Qué quieres? – pregunto sin voltearlo a ver.

-Te vas a resfriar.

-¿Y desde cuando te importa?

-Estas decepcionada de que sea yo quien está aquí... querías que ese idiota magi viniera por ti? – la indiferencia de su voz se mezclaba con el sonido de la lluvia cayendo.

-No me interesa lo que pienses... yo solo quería estar sola durante un rato... recordando — no quería pelear pocas veces en su vida rechazaba una pelea.

-¿Qué estabas recordando? ¿Sobre tu familia? –

-No te importa... — estornudo.

-Tonta – le coloco su chaqueta sobre la cabeza – lo último que necesito es tener a una simio enferma – no podía negar que el olor de la chaqueta era delicioso, masculino, embriagante como él.

¿Qué estaba pensando? ¿Por qué de pronto su estomago se llenaba de extrañas cosquillas?

-¿Estas ebrio? – en su mente pedía a gritos que la respuesta fuera "Si, bebí demasiado".

-¿Por qué preguntas?

-Estas actuando raro.

-Te vi salir del castillo sin tu paraguas – contesto como lo más normal del mundo, ella se puso de pie quedando frente a él mientras se cubrían de la lluvia – ¿qué de raro tiene que haya venido por lo que es mío?

Kagura y Sougo - Aventura en MagiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora