La pelea donde Kagura y Sougo al fin se enfrentarían con toda su fuerza es interrumpida por una misteriosa luz provocando conocer a varias nuevas y extrañas persona. Deben permanecer en ese bello pero muy diferente lugar a Edo mientras encuentran un...
Kagura seguía sin comprender, que podría ser mejor que darles de comer al sadico a las bestias marinas? Aunque sentiría pena de causarles dolor de estómago.
-¿Convertirlo en cucaracha y aplastarlo? — Ahora los ojos de la yato brillaban también.
-Algo que le dolería mucho más... demuéstrale que no fue importante para ti – la cara de la pelirroja mostraba una notable decepción – debes entender que los hombres son muy orgullosos y tiene el ego demasiado inflado y nada les duele más que atacarlos ahí.
-Yo creo que le dolería más si lo atacara en... — no pudo terminar pues fue interrumpida por su ahora consejera.
-Actúa como si nada hubiera pasado, muéstrale que no fue importante o mejor aun como si tu lo estuvieras utilizando a él... estoy segura que eso será mejor que cualquier golpe externo.
-No entiendo muy bien.
-Velo de este modo... una patada dolerá en ese momento, pero luego sanara... un buen golpe en el ego dolera mucho más y puede ser que nunca se cure.
-ME CONVENCISTE – quería provocarle tanto dolor como fuera posible y si para ello debía reprimir su furia y esas inmensas ganas de matarlo lo haría.
-Así se habla! – dijo la maga mientras elevaba una mano triunfante – bien, mañana comenzaremos con nuestro plan – durante algún rato se quedaron hablando.
Estaba algo fresco por la lluvia de la noche anterior, pero ahora el sol estaba en todo su esplendor mientras todo relucía por la humedad. Ya todos los generales e invitados del palacio se encontraban levantados haciendo sus deberes o simplemente paseando, con la excepción de la pelirroja yato que siempre solía levantarse tarde, la alerta sonó para dar aviso de una misteriosa criatura atacando el lado norte del país, los príncipes de Kou, el enviado de Reim y los viajeros fueron invitados a presenciar su ya tradicional cacería.
En el lado Norte de la isla ya se encontraban todos presentes esperando la hora del espectáculo, la pequeña Pisti fue la encargada de despertar a Kagura para que fuera. El enorme monstruo marino fue fácilmente derrotado por Sharrkan y Yamuraiha dando un buen espectáculo como era costumbre.
-Era una criatura muy grande – dijo la oji azul recién llegada llamando la atención de todos y no precisamente por su declaración sino por esa prenda que apenas podía cubrir su bien dotado cuerpo.
-Ka... Kagura ¿Po... por que traes puesto eso? – pregunto el aturdido Ja'far y es que la yato solo llevaba puesta su "pijama" que consista de solo un blusón rojo con detalles dorados que apenas alcanzaba a cubrir lo necesario.
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-Culpa a Pisti-chan, llego a levantarme para venir a la cacería y no me dio tiempo de cambiarme de ropa – recordando que la habían interrumpido de su sueño dio un gran bostezo.
-Pe... pero no puedes andar así! — todos los hombres recorrían su curvilínea figura, cosa que no agradaba mucho al castaño sádico quien también estaba grabando la imagen en su memoria.
